El pasado 25 de abril con motivo del día Internacional de la lucha contra el maltrato infantil, la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), ha lanzado una campaña dirigida a los niños que sufren algún tipo de maltrato y ha publicado el “Informe ANAR 2012: Violencia infantil en España”
Entre las conclusiones del informe destacan:
- Los agresores en los casos de violencia en menores son, en su mayoría, padres, compañeros de clase y madres.
- La violencia de género en adolescentes es un tipo de violencia emergente en los últimos años, alcanzando ya edades más tempranas a partir de 12/13 años.
- 1.778 niños y adolescentes víctimas de la violencia, encontraron en la Fundación ANAR la ayuda y protección necesaria en el año 2012.
La Fundación ANAR, cuyos orígenes se remontan a 1970, se dedica en el marco de la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, a la promoción y defensa de los derechos de los niños y adolescentes en situación de riesgo y desamparo, mediante el desarrollo de proyectos tanto en España como en Latinoamérica.
Gestiona desde 1994 el teléfono de ayuda a niños y adolescentes, una línea gratuita y confidencial que opera en todo el territorio nacional las 24 horas del día durante todos los días del año, ofreciendo de forma inmediata a los menores de edad ayuda psicológica, social y jurídica, cuando estos tienen problemas o se encuentran en situación de riesgo.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE), colabora con la Fundación ANAR en el “Proyecto Buentrato”, que se desarrolla en Institutos de Educación Secundaria en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. Con este proyecto se pretende realizar una labor educativa de prevención y sensibilización sobre las situaciones de riesgo de los niños y adolescentes en España.
La finalidad del Proyecto Buentrato es promover un papel activo de los niños y adolescentes en la defensa de sus derechos, promoviendo valores de respeto, empatía, comunicación y solidaridad. En definitiva prevenir el maltrato, mejorando la convivencia escolar y convirtiendo a los adolescentes en agentes activos, formando a un pequeño grupo de alumnos que se encarga de formar a sus iguales en el buentrato, y así generar una espiral de formación que llega a todo el centro escolar, incluyendo a profesores y padres.