Son muchos los adolescentes que viven pegados a su smartphone. A través de él guasapean con los colegas, comparten imágenes o noticias, queman las redes y, a veces, incluso hablan. Con la tablet buscan sus vídeos favoritos, experimentan con juegos, retocan las fotos de los amigos, investigan sobre las nuevas apps y son capaces de poner orden en la maraña de iconos de la pantalla. A veces descargan contenidos inadecuados, hacen caso omiso de los derechos de autor, se escudan en el grupo para hostigar a alguien; parecen abducidos por internet, se vuelven hoscos frente a los adultos. La nube, no es país para viejos.
Campañas institucionales insisten sobre la necesidad de instruir a los jóvenes en el buen uso de las nuevas tecnologías. ¿Con debates en la hora de tutoría, o visitas de la policía municipal? Tal vez. Pero la formación de ciudadanas y ciudadanos digitales no debería resumirse en unas charlas. Parece que está llegando el momento BYOD.
BYOD (Bring your own device / trae tu propio dispositivo) es un movimiento que arrancó en las empresas y está ampliando su radio de acción a la educación.
¿Por qué no incorporamos a las aulas la utilización de los teléfonos y tabletas personales? Es importante que el alumnado extienda el manejo de los dispositivos digitales al ámbito escolar, descubriendo que también admiten un uso “serio” a través del cual se enriquecerá su compresión de un mundo lleno de información, tecnología y comunicación. Naturalmente, también los y las docentes han de recorrer el camino y aprender a disfrutar de las posibilidades que ofrece este nuevo escenario. Eso exige una apuesta decidida de las autoridades educativas por la formación, desde la preparación inicial de los futuros docentes hasta la formación continua. Afortunadamente, la red nos ofrece un buen apoyo para empezar; por ejemplo un protocolo de implantación de BYOD en la escuela o algunas aplicaciones que permiten la interacción instantánea con el grupo, todos participando simultáneamente, con seguimiento inmediato.
No todo son ventajas, sin embargo. El fenómeno BYOD plantea algunos problemas serios: algunos estudiantes no disponen de dispositivos inteligentes; ¿quedarían discriminados?; por otra parte, las aplicaciones previstas por el docente, ¿serán siempre compatibles con las distintas plataformas que utilicen los chavales? Y dificultades logísticas: ¿qué pasa si alguien roba o estropea un aparato? Una exposición completa de posibles objeciones, con interesantes referencias, se puede encontrar en este enlace.
El debate está servido. Buen provecho.
Una vez que ya lo pusiste en práctica y te encuentras con los obstáculos:
1.- Te das cuenta de inmediato de qué magnitud es el atraso y la necesidad de abordar este nuevo escenario (uso de nuevas tecnologías en la educación) en el aula de clases.
2.- Detectas la discrepancia en la realidad del entorno que rodea al alumno fuera del aula (derivado de estas mismas nuevas tecnologías y su uso o aplicación que se les da pero no como herramienta aplicable al desarrollo de la educación)
3.- El docente detecta “una nueva área de oportunidad” que una vez abordada en forma congruente y oportuna conjugando los recursos disponibles provocará un “gran impacto” en la educación con el uso de estos nuevos dispositivos, smartphones y tablets dentro del aula aprovechando la experiencias que ya brindó el entorno fuera del aula.
4.- Pero si el docente solo “percibe” y no lo experimenta ni lo lleva a la práctica… Aquí hay otra nueva área de oportunidad, capacitar al docente, que se dé cuenta de que es parte importante en este “nuevo cambio de paradigma en la educación” con la aplicación de tecnologías.
profefca (UAdeC)
Seguro que a más de uno le gusta eso de tener que utilizar el móvil en el aula pero quizá no es lo definitivo, quizá con ordenadores pueda ir mejor la cosa ya que la pantalla de un móvil es demasiado pequeña y al estar más de 3 horas mirando ya estás bastante cansada
Depende del uso: para respuestas cortas basadas en la actividad propuesta en la pizarra digital del aula, bastaría con un móvil. Por ejemplo, los juegos con Kahoot. Naturalmente, para búsquedas de información o elaboración de trabajos se necesita una pantalla más grande.