Una experiencia de lo más positiva

Holanda es un país con un buen nivel socio-cultural y económico. Se observa en sus calles, en sus casas, en su civismo; y a nivel educativo, se observa en la implicación y trato de las familias con la escuela.

El amplio abanico de posibilidades en oferta educativa pública ( escuelas de metodología libre, escuelas católicas, protestantes, escuelas regulares…) permite a las familias una elección que se aproxime a los valores educativos que cada uno quiera para sus hijos/as . Al mismo tiempo, una estructura sólida, marcada por el gobierno, con los mismos objetivos para todas las escuelas evita las desigualdades , en la medida de los posible, entre centros educativos y metodologías.

La manera en que los centros educativos están construidos también ayuda a la práctica educativa: escuelas diáfanas, de un solo piso, enmoquetadas para evitar ruido y rodeadas de zonas ajardinadas por pequeñas que sean.

La implicación de las familias en el proceso educativo también es un aspecto a tener en cuenta como clave del éxito. Es crucial que éstas colaboren en todo lo que el maestro o el centro solicita.

En general , me ha llamado mucho la atención el especial esmero con el cuidan aspectos tan básicos como la entrada por la mañana , momento en el que los padres acompañan hasta dentro de las aulas a sus hijos, o el almuerzo, a base de fruta traída en una fiambrera el cual se realiza dentro del aula y sentado. Estos pequeños detalles hacen de la escuela primaria un segundo hogar completamente conectado con el primero.

Alicia Fernández de la Fuente Martí

Estancias profesionales para docentes 2017/2018