Una torre de Babel al estilo de Brueghel el Viejo

Me llamo Irene y enseño francés e inglés. He realizado mi estancia profesional en Viena, del 11 al 22 de marzo. Pero antes de contaros más, quisiera agradecer la ayuda que he recibido de todas las personas que me han facilitado su realización, primero en España y luego en Austria. No puedo nombrarlos a todos, pero sí quisiera mencionar a Juan Fernández-Mayoralas, asesor técnico de la Embajada de España en Viena con quien tuve el placer de charlar delante de un té calentito en su despacho.

El instituto Parhamer (Parhamer Gymnasium en alemán) es un centro que cuenta con un centenar de profesores y varias líneas de estudio diferentes en función del contenido de cada una de las opciones pedagógicas. La “enseñanza secundaria” en el sistema educativo austriaco se extiende desde los 10 hasta los 18 años. El instituto Parhamer ofrece tres líneas de estudio: estudios bilingües (alemán-inglés) que corresponden a los grupos A, deportivos que corresponden a los grupos B y científicos que son los C.

Siendo mi especialidad la lengua extranjera, me asignaron sobre todo grupos A.

Los alumnos de estos grupos estudian todas las materias en los dos idiomas anteriormente citados y en todas las clases entran siempre dos profesores especialistas de la materia, ambos nativos de cada una de las lenguas (alemán e inglés). Además de estos dos idiomas, los alumnos estudian otra lengua más, que escogen entre el francés y el latín. También tienen la posibilidad de incorporar el español como una cuarta lengua en su currículum. Fue muy interesante vivir en un ambiente tan polígloto durante estos 15 días.

El equipo de profesores del instituto Parhamer me acogió durante estos quince días de un modo muy caluroso y me hizo sentir realmente como en casa. Tuve la ocasión de descubrir la ciudad de la mano de auténticos vieneses que me llevaron a los principales cafés, haciéndome descubrir las especialidades culinarias, sobre todo pasteles y tartas, yendo mucho más allá de la conocida Sacher Torter. También tuve ocasión de asistir a conciertos en las mejores salas del mundo, como el Musikverein o el Wiener Konzert Hause.

Ha sido una magnífica experiencia que recomiendo a todos los profesores que quieran enriquecer su práctica docente.