Un paseo educativo por la patria de Ovidio

Mi nombre es Jesús y soy profesor de filosofía. Del 1 al 12 de abril he tenido la suerte de participar en una estancia profesional en el Liceo E. Fermi, en Sulmona, región de Abruzzo, en Italia. Para quienes no la conozcan, Sulmona es la ciudad natal de Ovidio y, por ello, celebra anualmente un concurso internacional para traductores de latín. Desde las ventanas del liceo se pueden ver las montañas nevadas que rodean la localidad y es que Sulmona está al pie de los Apeninos.

El Istituto DIstruzione Superiore Enrico Fermi es un centro de enseñanza secundaria, que en Italia reciben el nombre de “liceo”. De los diez tipos diferentes de liceos existentes en el Sistema Educativo Italiano, el Liceo Enrico Fermi es una escuela de la rama científico-tecnológica.

Son numerosas las diferencias entre el sistema educativo español y el italiano, pero voy a centrarme aquí en mi especialidad. Lo que más me sorprendió de la enseñanza de la filosofía es que esta no constituye una materia por sí misma, sino que Historia y Filosofía son una materia unitaria, como en España lo ha sido Geografía e Historia. Se trata de una materia obligatoria durante tres cursos académicos (de los 17 a los 19 años, porque en Italia la secundaria se extiende un año más que en España) y se desarrolla desde una perspectiva histórica durante los tres cursos. No se centra en los problemas de la filosofía, como eje vertebrador, como sucede en España en 1º de bachillerato, sino un eje cronológico, empezando en la Antigüedad Clásica el primero de estos cursos y acabando en el presente en el tercero de ellos.

La acogida en el centro fue excelente, tanto por parte de los profesores como de los alumnos. Me sentí rápidamente integrado en todas las actividades del centro: clases de filosofía, actividades de formación del profesorado, proyecto de cine del liceo, etc. Quiero agradecer a todos ellos su buena disposición y amabilidad, pero no puedo dejar de nombrar a la profesora de español Donatella Salucci, que me ayudó a conseguir la invitación del liceo y me ha facilitado todos los aspectos relativos a mi estancia, a la profesora de historia y filosofía Raffaella Ricci, mi referencia en esta escuela, y al director del mismo, Massimo di Paolo, que en todo momento estuvo pendiente y facilitó todos los permisos y la documentación necesaria. Grazie mille a tutti.