Gymnasium Sigmund-Schuckert, Nuremberg (Alemania)

Lo que más llama la atención cuando entras en la clase de un Gymnasium (Instituto) en Alemania, es ver a todos los chicos y chicas de pie dando los buenos días a su profesor/a con una entonación y ritmo, que prepara a todos para la clase. Por supuesto que el tuteo en el aula no está permitido y la forma de dirigirse al profesorado es a través de la forma alemana “Herr” o “Frau”, señor o señora.

Mi nombre es Carlos Simón Soldevilla y soy profesor de Tecnología y responsable TIC del IES Valle del Ebro de Tudela (Navarra). Durante dos semanas he realizado mi estancia profesional en el Gymnasium Sigmund Schuckert de Nuremberg en Baviera (Alemania). El centro cuenta con más de 1000 alumnos/as y alrededor de 100 profesores/as comenzando desde 5º grado hasta 12º, momento en el que el alumnado se enfrenta al Abitur, las pruebas equivalentes a nuestra EVAU.

Mi objetivo, además de mejorar el idioma, era conocer el uso de las TIC en el centro y establecer contactos para un proyecto de colaboración a desarrollar en el próximo curso. Por ese motivo, la actividad durante estas dos semanas ha sido muy variada. Cada día he asistido a entre cuatro y seis sesiones de diferentes materias: alemán, español, informática, geografía, etc…, en la mayoría de los casos como oyente, pero también he impartido varias clases de español. Asimismo, he realizado una presentación en alemán para explicar a la clase de Informática los proyectos TIC en los que estamos inmersos en mi centro y he participado en las reuniones del Departamento de Idiomas y de español.

Jörg Witt, profesor de español, geografía e inglés ha sido el perfecto anfitrión, no sólo en el centro sino también a la hora de mostrar las costumbres, gastronomía y lugares de interés en la región de Baviera. Las veladas con sus amigos y amigas han sido el momento perfecto para practicar y mejorar el idioma en un ambiente amigable y distendido. Además, tanto los  profesores del centro como el director, han facilitado mi trabajo en todo momento y han sido de gran ayuda durante mi estancia. Por tanto sólo tengo palabras de agradecimiento para Jörg, sus amigos y familia y el resto de profesores del Gymnasium Sigmund-Schuckert de Nuremberg.