Viviendo el hygge en el Roskilde Gymnasium

Se define hygge como el secreto de la felicidad de los daneses, también se entiende como algo acogedor que hace los espacios más cálidos y esta palabra es la que mejor define mi estancia en el Roskilde Gymnasium en Dinamarca durante el mes de diciembre.

Quiero destacar el cálido acogimiento en todo momento por parte de profesores y alumnos, lo confortables que eran todos los espacios, las aulas, las bibliotecas…pero sobre todo mi lugar favorito: la sala de profesores, un lugar amplísimo con una iluminación perfecta que en ningún momento te hacía pensar en las pocas horas de luz que hay en esa época del año en Dinamarca, la temperatura ideal, cestas con fruta, maravillosas máquinas para tomar café, infusiones, chocolate, material de oficina e informático disponible…o sea funcional y además estético porque las luminarias eran las famosas lámparas PH 5 de Henningsen y todo el mobiliario era estilo danés de mediados del siglo XX. Si Poul Henningsen dedicó su vida a investigar la importancia de la luz para el bienestar de las personas está claro que acertó. Esa luz que poseen los espacios daneses también se encuentra en las personas que he conocido durante mi estancia, los profesores, su forma de trabajar y tratar a los alumnos y los alumnos con el respeto que muestran por sus profesores. He trabajado sin parar pero relajadamente y disfrutando; entre un periodo de clase de hora y media y el siguiente tanto profesores como alumnos disponíamos de una pausa natural de 20 minutos para descansar y reponernos en la sala de profesores, y en el descanso más amplio al final de la segunda clase comíamos todos juntos en la misma. Cuando acababan las clases te podías quedar en la sala trabajando y era mi momento para preparar las charlas sobre arte español que habían solicitado los cordiales alumnos daneses.

María Aránzazu Arias de Andrés.