Estancia profesional en Milán, Educandato Statale Setti Carraro Emanuela della Chiesa

Haber podido realizar mi estancia profesional en el Setti carraro Emanuela della Chiesa ha sido una experiencia inolvidable. Mi estancia comenzó el tres de febrero y terminó el día catorce del mismo mes de 2020, fueron dos semanas intensas en las que pude aprender muchísimo de mis colegas italianos y ver las similitudes y diferencias que existen entre el sistema educativo italiano y el español.

Mi anfitriona fue Ilaria Mazzoni, docente de Latín e Italiano. Gracias a su amabilidad y su buena disposición mi estancia en el Setti Carraro se me hizo muy agradable y los días se pasaron muy rápido. Pude asistir a sus estupendas clases en las que pude comprobar los difíciles comentarios que hacen sobre Dante y otros  autores italianos. Además, y puesto que ella da clases en el Liceo Linguistico, cuya enseñanza entre otras se centra en el aprendizaje de lenguas modernas, pude ver la importancia que se le da al Latín y a su traducción también en esta rama del “Bachillerato” italiano.

En el Setti Carraro se imparten la Scuola primaria, Scuola secondaria y el Liceo, este último con sus distintas variantes, lo que equivaldría, salvando las distancias, a nuestra Primaria, Secundaria y Bachillerato. Por mi especialidad, ya que soy profesora de Latín y Griego, en el IES Josep Sureda i Blanes de Palma, y puesto que mis asignaturas solo se imparten en 4 de la ESO y en los dos años del Bachillerato de Humanidades, durante mi estancia centré de manera especial mi interés en lo que en el sistema italiano se correspondería con estos niveles en España, es decir, 1º, 2º, 3º, 4º y 5º de Liceo.  Los alumnos terminan un año más tarde que en el sistema español.

El Educandato Statale Setti Carraro Emanuela della Chiesa, es un centro público, pero de características especiales. El centro, fundado por Napoleón en 1808, tiene sede en el palacio Archinto, y fue mandado construir por el Conde homónimo. Se trata de una auténtica joya arquitectónica que invita a la inspiración. Aunque no todo el edificio era así, había una parte en la que aulas tenían los techos, las paredes y las puertas ricamente decoradas con pinturas, a ellas se podía acceder a través de preciosos salones decorados con espejos, y estupendas pinturas, sin olvidar la decoración de paredes o de los salones que nos permitían el acceso a las mismas. De todos los salones destacaría el “ Salón de las bailarinas”, así llamado por el personal, pues en las paredes se pueden admirar pinturas de esta temática.

Al tratarse de un educandato, lo que para nosotros vendría a ser un internado, algunos alumnos procedentes de otros puntos de la región o del país viven allí, por lo que en una de las alas del edificio están situadas las habitaciones, siendo esta la parte más privada del colegio.

La calidad de las clases estaba en consonancia con el edificio. Todos los profesores me recibieron de buen grado y se mostraron solícitos a acogerme, a mostrarme el material que utilizaban y prestos a que asistiera a sus clases, de modo que desde el principio tuve la sensación de formar parte de su equipo docente y sentirme una profesora más del centro.

Debido a mi especialidad sentía particular interés por el equivalente al Bachillerato en el sistema italiano y en concreto por su Liceo Classico, que representa la rama de Humanidades. Quería ver de primera mano sus asignaturas y distribución, bloques, enseñanza y la manera de evaluar que tenían. Si bien es cierto que los alumnos italianos hacen con asiduidad pruebas escritas, también realizan muchísimas pruebas orales de todas las asignaturas, hecho que me llamó positivamente la atención, pues los alumnos al estar acostumbrados, no se muestran tan incómodos a la hora de exponer un tema ante el profesor y sus propios compañeros. Sin duda, el Liceo Classico me cautivó, los alumnos combinan el estudio del Latín y del Griego con el de la Física, la Química y las Matemáticas, lo que demuestra que el estudio de las Letras y las Ciencias no está reñido. En mi opinión constituye un buen modelo de enseñanza que difícilmente podría defraudar a alguien. Este Liceo es uno de los más valorados en Italia, ya que por su complejidad permite acceder a la mayoría de las carreras universitarias, previo examen de maturità. Los alumnos alcanzan un altísimo nivel de conocimiento en Latín y Griego, llegando a traducir directamente del texto original, lo que suscitó mi interés e hizo que me convirtiera en una espectadora entusiasta de las clases de los compañeros de esta especialidad. Por ello, quiero mencionar a los profesores de lenguas clásicas y en especial a Furio Spada y Giovanna Saronni que tan amablemente me acogieron en sus clases y de los que tantas ideas he tomado. La observación directa en el aula constituye una excelente práctica docente que nunca antes había tenido la oportunidad de realizar y que me ha hecho reflexionar sobre mi método de enseñanza, mis fortalezas como docente y que me ha motivado a seguir aprendiendo más sobre mi profesión y sobre cómo se ejerce en otros países.

Una variedad del Liceo Classico es el Liceo Classico Europeo, en el que los alumnos tiene más horas de clase y además estudian Derecho y Economía. Acompañé a la profesora Antonella Sacconi en algunas de sus dinámicas clases y pude ver cómo los alumnos trabajaban en ellas.

A diferencia de los anteriores también existe un Liceo Scientifico, en el que prima el estudio de las materias científicas, y un Liceo Linguistico que atiende principalmente el estudio de las lenguas modernas. Me sorprendió gratamente que en el temario de Literatura Italiana de esta última rama no se olvidaran de los Clásicos y se incluyera el estudio de la Ilíada, la Odisea y de autores como Virgilio. La profesora Patrizia Paloschi, profesora de esta asignatura, me invitó a una de sus clases y ese día realizaron en clase un hermoso y completísimo comentario sobre un poema del autor de la Eneida.

Incluido en esta última modalidad mencionada estaba el Liceo Linguistico Internazionale Spagnolo, en el que los alumnos al final del Bachillerato obtienen el B2 de Español. En él cursan asignaturas en lengua española como es el caso de Historia, que imparte el profesor Miguel Ángel Simón. Además, fui a clases de 5º de Bachillerato Internacional Español, en este último los alumnos tienen Español como segunda lengua extranjera. La profesora es Amparo Aviñó a quien debo felicitar, pues los alumnos eran capaces de leer, comprender y analizar complicados poemas en versión original de poetas de habla hispana. También visité las clases de conversación de primero de la misma modalidad de Liceo, en las que pude interactuar con los alumnos.

Para concluir, quisiera nombrar también al Director del Setti Carraro, el Sr. Giorgio Ragusa, con quien pude contrastar algunas diferencias y semejanzas en el funcionamiento de los centros italianos y españoles y quien permitió que realizara mi estancia profesional en el centro.

Solo tengo palabras buenas sobre mi estancia profesional de la que he aprendido mucho a todos los niveles. Gracias al personal docente, ya mencionado, y no docente (Secretaría, bedeles, etc) repetiría la experiencia una y mil veces.

Jamás podré estar lo suficientemente agradecida al INTEF por haberme permitido poder vivir esta experiencia tan enriquecedora.

A todos, gracias.

Autor: Inmaculada Medina Lapeña