Estancia profesional en el Istituto Comprensivo Japigia Verga 1 en Bari, Italia

UNA SCUOLA PER ALUNNI DELLA “TESTA BEN FATTA”
“Una cabeza bien hecha” es una cabeza enfocada a organizar el conocimiento, evitando la simple acumulación de información. Mediante la educación debemos enseñar a transformar la información en conocimiento y este conocimiento en sabiduría.
Durante dos semanas he tenido la oportunidad de aprender y enriquecerme del trabajo que realizan otros compañeros docentes en la ciudad de Bari, al sur de Italia.
El “Istituto Comprensivo Japigia Verga 1” es un gran centro, formado a su vez por varias escuelas: escuela de la infancia-escuela primaria (Plesso Don Orione) y escuela de la infancia-escuela primaria (Plesso San Francesco), ambas acogen a alumnado de 3 a 10 años, y una escuela secundaria de primer grado (Japigia Verga) que acoge alumnado desde los 11 a los 13 años.
Estas tres escuelas, aún encontrándose en diferentes zonas del barrio, trabajan de manera coordinada y llevan a cabo, de forma conjunta, la metodología y los proyectos que las definen.
Este centro educativo apostó por la robótica hace 10 años, cuando ésta, a penas, formaba parte de las escuelas. Su apuesta fue tan grande que comenzaron a trabajarla desde el inicio con el alumnado de tres años, siendo esto un gran reto.
Siempre conectados con la Red Internacional de robótica de Italia, han ido desarrollando su experiencia y diseñando el recorrido que el alumnado debe llevar a cabo para adquirir este aprendizaje.
Desde la etapa de Educación Infantil (3 años) hasta la finalización de la escuela media (13 años), el alumnado aprende ROBÓTICA, mediante la inteligencia artificial, la programación de sencillos robots, hasta llegar a la construcción de robots más complejos y uso de impresora 3D. Este proyecto es el que mejor define la escuela, ya que se utiliza la robótica como medio para adquirir los conocimientos que comprenden otras áreas.
El alumnado de la escuela de la infancia se inicia en el aprendizaje de la robótica de manera muy vivencial. Comienzan conociendo qué objetos de su vida cotidiana son robots y la utilidad que tienen. A continuación, empiezan a investigar sobre los diferentes tipos de inteligencias, llegando a la conclusión de que existe la inteligencia artificial, mediante la cual entrenamos a los robots para hacer determinadas acciones. Al mismo tiempo, entienden que esta inteligencia artificial es programar en el robot el proceso, paso a paso, que debe llevar a cabo para llevar a cabo una acción. Inician desglosando procesos de su día a día, con ejemplos cotidianos (pasos para lavarme los dientes, pasos para preparar un bocadillo, pasos para llegar a un determinado lugar…).
Ya en la etapa de la infancia el alumnado aprende a utilizar los robots más básicos e intuitivos que hay (Bee-Bots). Estos tienen una serie de teclas en la parte superior, mediante las cuales se le dan las instrucciones del recorrido que deben hacer. El alumnado debe aprender a moverse por una tabla de doble entrada, en la que hay diferentes dibujos o objetos, pero debido a su corta edad, primero realzan dicha actividad en un tablero tamaño real, en el cuál los alumnos deben desplazarse, al mismo tiempo que lo hace el robot en una tabla más pequeña. Poco a poco, son capaces de interiorizar estos procesos y hacen uso únicamente la tabla y el robot.
Una vez que el alumnado empieza a tener un poco de soltura hacen uso de diversos recursos digitales, para ordenador y tablet, que permiten al alumnado desarrollar otras destrezas, como la coordinación óculo-manual mediante el uso del ratón del ordenador, el pensamiento divergente mediante varias aplicaciones de razonamiento lógico…
En la escuela primaria el alumnado continúa utilizando estos robots simples como vía para trabajar los contenidos de otras áreas del currículo. A partir de los 8 años aproximadamente, el alumno se inicia con el aprendizaje de robots algo más complejos. Éstos implican una construcción desde cero, creando a través de piezas de construcción su estructura y las conexiones necesarias para que responda a las órdenes. Con este tipo de robots, empiezan a hacer uso de aplicaciones sencillas y muy visuales, en las cuales van seleccionando una serie de icono para configurar las órdenes que quieren dar al robot. Comienzan a programar mediante un lenguaje de programación sencillo y bastante visual.
También profundizan en el lenguaje de programación mediante “Scratch”, que les permite ir encajando “piezas de programación” que ellos mismos han creado o que ya estaban creadas con anterioridad. Es una gran herramienta para comprender los conceptos y la lógica de la programación, siempre desde un punto de vista lúdico.
Tal es la pasión que el alumnado siente por la robótica, que en la escuela secundaria enfocan este aprendizaje hacia la mejora su entorno más cercano y el mundo en el que viven. El centro participa anualmente en una competición nacional, habiendo obtenido importantes premios en varias ocasiones.
Aprenden, a través del ordenador, diferentes programas de planimetría y diseño en 2D y 3D de diferentes espacios. También hacen uso de software informáticos que les permiten hacer sus propios diseños en 2D y 3D, que después podrán imprimir en una impresora 3D.
Algunos de los proyectos que han sido desarrollados por el alumnado con el fin de mejorar el entorno son:
– Recolecta de residuos clasificada: el alumnado ha diseñado, mediante un programa de ordenador, tres contenedores que después han impreso con tecnología 3D. Mediante otro programa de ordenador y la cámara web, haciendo uso de la inteligencia artificial, han programado la apertura de los contenedores en función del tipo de residuo.
– Rescate de victimas y traslado a un puesto seguro: el alumnado ha programado un robot, para seguir un recorrido marcado y, mediante el uso de sensores, identificar dónde se encuentran determinados peligros y dónde están las zonas seguras.
El centro cuenta con mucho material relacionado con la robótica y la programación. Todo este material (robots sencillos y robots complejos, tablets, ordenadores, impresoras 3D…) ha sido comprado por el centro, mediante subvenciones que el Ministerio ha ido dando. Todo el material queda siempre guardado bajo llave y cada docente debe registrar el uso que hace de él, siendo ésta la clave para poder mantener los recursos en buen estado durante muchos años.
Tras muchos años incluyendo la robótica en el día a día de la escuela, han observado una serie de beneficios para el alumnado:
– El desarrollo del pensamiento lógico.
– La sistematización de procedimientos a la hora de realizar determinadas tareas.
– La mejorar de la capacidad de trabajo en equipo, el reparto de roles y la responsabilidad compartida.
– La obtención de resultados complejos a partir de ideas simples.
– La adquisición y el aprendizaje de conceptos matemáticos de una manera más vivencial.
– Aprendizaje mediante diferentes métodos: visual, auditivo y kinestésico
En este centro, todo el aprendizaje se lleva a cabo de forma transversal y conectando siempre este proceso con la realidad cercana en la que vive el alumnado. Como punto de partida, el profesorado siempre hace uso de álbumes ilustrados o “silents book”, que están diseñados con imágenes muy detalladas y pocas o ninguna palabra. A través de esta tipología de libros, el alumnado debe extraer la información y construir conjuntamente la historia, expresada con sus propias palabras.
Además del enriquecimiento profesional, ha sido un enriquecimiento personal, ya que desde el inicio de esta experiencia todos los docentes italianos han mostrado su amabilidad y hospitalidad