Estancia profesional en JAG, Johannes Althusius Gymnasium, Emden, Alemania del 9 al 20 mayo de 2022.

Si hay algún centro idílico con el que un profesor sueñe, debo decir que sin duda alguna es este centro, situado en un pueblecito rural de unos 50.000 habitantes a las orillas del mar del norte.  A un paso de la frontera con Holanda, se encuentra JAG, Johannes Althusius Gymnasium, que recibió su nombre en 1972 de este erudito y político en Emden. Originalmente un internado de chicos, ahora se ha convertido en un centro moderno donde la convivencia entre alumnos y profesores parece una utopía. Varios famosos han estudiado aquí entre ellos, Otto Gerhard Waalkes, cómico, o Henri Nannen, publicista y redactor.

El centro cuenta con varios pabellones, con clases totalmente equipadas de armarios, estanterías, ordenador, proyector, un lavabo, gel y servilletas, grandes ventanales adornados con macetas, estanterías, mesas y sillas. En concreto la clase de música tenía todo tipo de instrumentos, amplificadores, portátiles, atriles. Como profesora de música experimenté las clases curriculares y además la extracurriculares: bandas de música divididas por niveles, un coro de profesores y otro de alumnos. La sala de profesores tiene varias partes: para trabajo, para charlas, para relajarse, para reuniones, etc. Los alumnos en los recreos tienen la opción de ir a salas de estudio, salas de reunión para comer y hablar, patio de recreo, salas de juegos, etc. Hay muchos programas, a saber, el bilingüe en inglés en Geografía, Historia y Biología. El programa Erasmus, donde han hecho programas con varios países entre ellos China, el de altas capacidades llamado MINT , Mathematik, Informatik, Naturwissenshaft, Technik, donde los alumnos tienen parte teórica y parte práctica en colaboración con empresas. Qué más se puede pedir.

Los alumnos, además, tienen una estrecha colaboración con sus profesores, los cuales están apoyados por los padres, y el equipo directivo. El orden, la disciplina, a la misma vez que la amabilidad y simpatía están visibles en este centro, donde el ambiente se palpa a cada minuto dentro de sus instalaciones.

La mayoría de los alumnos y profesores van en bicicleta al centro, totalmente rodeado de naturaleza. Hay un mini zoo, donde hay conejos, abejas, gallinas, y los alumnos se encargan de cuidarlos, como una labor más dentro de la comunidad educativa.

He podido vivir una experiencia única, en un centro que yo definiría más bien como centro de convivencia, porque no solo se le da importancia al currículum, sino también a los valores de respeto, solidaridad, compañerismo, amabilidad, orden, disciplina, compromiso, siempre con una sonrisa. La acogida ha sido fantástica, me he sentido como en casa en este centro, y dejo muchos amigos y compañeros aquí, y quién sabe si algún día podré volver a verlos en algún intercambio, que seguro está por llegar muy pronto.