Estancia profesional en el Centro de Secundaria y Bachillerato Lauttasaarem Yhteiskoulu (LYK), en la ciudad de Helsinki, Finlandia

Mi nombre es Pedro de la Peña Redondo y soy profesor de educación secundaria, en la especialidad de Administración de Empresas, en el IES Cuatro Caminos, de Don Benito, provincia de Badajoz.

Durante los días del 8 al 22 de mayo he realizado una estancia profesional en el Centro de Secundaria y Bachillerato Lauttasaarem Yhteiskoulu (LYK), en la ciudad de Helsinki, Finlandia. Lauttasaari, que en castellano es algo así como la isla de los barcos, es un barrio ubicado en una de las múltiples islas que forman parte de Helsinki, a cuatro kilómetros del centro de la capital finlandesa. LYK es un instituto independiente que imparte los cursos de la educación secundaria (cursos 7º, 8º y 9º) y el bachillerato, que normalmente se divide en tres cursos. La escuela secundaria tiene un programa general y programas especializados en natación, deporte e inmersión lingüística (finés y sueco). El bachillerato, que está situado en el mismo edificio, ofrece, además del programa general, programas especiales acentuados en la iniciativa empresarial, negocio y comercio internacional y ciencias. Es un centro educativo completamente urbano, en un barrio de clase media-alta de la capital. Cuenta con unos 850 alumnos y un claustro de unos 60 profesores.

Quiero hacer mi aportación a este foro con una pequeña reflexión sobre lo que ha supuesto para mí esta experiencia y el aprendizaje llevado a cabo.

Si ya el mero hecho de viajar a un país extranjero, con una cultura diferente, aunque en este caso son muy europeos, pero con un carácter muy distinto al nuestro, te abre la mente y te sirve de aprendizaje, el poder observar cómo hacen tu mismo trabajo, pero con una visión diferente, es siempre muy interesante.

La idea de la estancia está muy bien pensada. Tiene una duración perfecta, ya que te permite variar las actividades y tener la sensación de pertenencia al centro. Al final de la misma era muy fácil moverte por unas instalaciones que el primer día eran totalmente desconocidas para mí, además de saludar a compañeros y a algún que otro alumno ya por su nombre. Incluso escuchaba mi nombre con acento finés varias veces al día.

Es bastante curioso ver cómo aprenden tu propio idioma en otra lengua. Y más interesante aún es sacar conclusiones de una observación de una clase en finés en la que no has entendido ni una palabra, pero en la que has visto las metodologías empleadas y la facilidad con la que hacen su trabajo.

Cada vez que me presentaba ante algún profesor o algún grupo de alumnos les decía que estaba allí para ver qué hacían y cómo lo hacían, ya que se trataba de uno de los mejores sistemas educativos del mundo. A ellos les sorprendía esta afirmación y, efectivamente, yo no he observado que hagan cosas muy distintas a las que hacemos nosotros en España, por lo que había que indagar más para llegar a la clave del éxito.

Por un lado, me quedo con la idea de que los docentes son los mejores profesionales que se pueden tener gracias a la preparación y formación previas a la realización de su trabajo. Me quedo también con la idea de la confianza que existe en toda la jerarquía educativa. El gobierno confía plenamente en la autonomía de los centros educativos, el director confía en las programaciones de sus profesores, solamente conocidas por ellos y por sus alumnos y familias, y los profesores confían en que sus alumnos alcancen los objetivos marcados también con cierta autonomía.

Me ha llamado mucho la atención que el profesor no se impone en el aula y, a veces, daba la sensación de distracción por parte de los alumnos, pero, para mi sorpresa, cuando tenían que presentar el trabajo que se les pedía, todos lo tenían hecho. De ahí la importancia de esa confianza y, por supuesto, por su forma de ser que va implícita por su cultura y mentalidad. Una autonomía y responsabilidad que aprenden desde niños.

También quiero destacar su idea de que lo verdaderamente importante en la educación es el alumno. En secundaria, ningún alumno puede quedarse atrás. Al menor atisbo de algún problema en el aprendizaje están muy pendientes de solucionarlo.

Por supuesto, tengo que destacar también en esta reflexión la magnífica oportunidad de esta estancia para conocer la ciudad de Helsinki y sus alrededores, gracias, en parte, a las recomendaciones de los compañeros del centro de acogida.

Mis palabras solamente pueden ser de agradecimiento hacia mis colegas Kirsi y Elina, profesoras de español, que, gracias a su carta de invitación, me han permitido vivir esta experiencia que recomiendo a todos los docentes.