Estancia profesional enel Liceo Lingüístico Monna Agnese, de Siena, (Italia)

El instituto o centro de secundaria en el que he llevado a cabo la estancia profesional es
el Liceo Lingüístico Monna Agnese, situado en la localidad de Siena, en la región italiana
de la Toscana. El centro tiene alrededor de unos 450 estudiantes, y un claustro de unos
70 profesores. Los alumnos que acceden a este centro de enseñanza acceden a una
formación que durará cinco años y tiene un perfil altamente centrado en humanidades,
y en concreto en los idiomas, aunque durante la estancia, la profesora pudo asistir a una
clase práctica de biotecnología de alumnos del quinto año en la que una enóloga asistió
y llevó a cabo un estudio exhaustivo de distintos vinos de la zona.
Las disciplinas que se enseñan, además de los cuatro idiomas mencionados líneas arriba,
son la lengua y literatura italiana, lengua y cultura latina, historia y geografía, historia,
filosofía, historia del arte, matemáticas, física, ciencias naturales, ciencias motoras y del
deporte y religión católica.
Los alumnos de este liceo estudian durante los cinco años de estudio divididos en un
bienio y un trieno (y del que saldrán con un año más que en España, es decir, con 19
años) y en el que podrán estudiar inglés, francés, español o alemán. Son ellos quienes
deben decidir la importancia de cada idioma, pues si escogen tres para estudiar durante
los cinco años, tienen la posibilidad de coger un cuarto idioma durante los tres primeros
años, pero con la presencia de dicho idioma en dos clases semanales de 50 minutos cada
una.
He de decir que estoy altamente agradecida por la experiencia en este instituto, así
como verdaderamente sorprendida por el nivel académico del alumnado. Tienen una
cultura amplia, dada por el modo en que está estructurado el plan de estudios. Por
poner un ejemplo, en una clase de quinto los alumnos conocen perfectamente todo lo
relacionado con obras literarias de La Regenta, El Quijote, El perro del hortelano, La
Segunda República, y en las clases de cuarto los alumnos han estudiado en profundidad
La Guerra de Corea, La Guerra de los Misiles de Cuba, entre otras. La motivación en estos
alumnos es intrínseca, pues ellos han elegido claramente aquello que les interesa y
apasiona, por lo que asistir y verlos interactuar, participar, documentarse por sí solos y
relacionar la historia con el arte, música y literatura ha sido un placer para mí como
profesora. Los alumnos, en general, toman apuntes de la gran parte de las asignaturas,
aunque tengan un libro como referencia, y para ello pueden utilizar la tableta, el
ordenador o su libreta.
Con respecto a proyectos, y dado el perfil de idiomas que tienen, se llevan planteando
desde hace varios años los proyectos Erasmus+ en diferentes vías, sea como proyecto
entre centros, así como estancias para trabajar en el extranjero. En marzo los alumnos
estuvieron un mes en Malta, y en agosto irán a Valencia para trabajar otro mes.
He de mencionar que debido a las características del curso y de la evolución de la
pandemia, el momento para realizar la estancia ha tenido el inconveniente de
encontrarnos a final de curso prácticamente, por lo que la gran parte de las actividades
que en un primer momento pensamos han sido difíciles de llevar a cabo, ya que los
alumnos estaban preparando sus exámenes finales, exámenes nacionales para evaluar
el nivel que se hacen en segundo y quinto, etc.
Por ello, y tras una reunión mantenida con la profesora de lengua española Rossi, nos
decantamos por grabar un programa de radio juvenil en el que los alumnos
establecieran las secciones mediante una lluvia de ideas, propusieran fórmulas de
comienzo y cierre, entrevistas que llevar a cabo, lugares donde investigar la información,
y por último, montar el programa completo.
Teniendo en cuenta esto, elegimos el grupo del primer año que tiene preferencia por la
lengua española y mucha motivación. Son un total de 25 alumnos que se agruparon en
función de los intereses en las secciones, redactaron la noticia, la practicaron y se
grabaron por grupos. Acto seguido, enviaron a Classroom el archivo para que la
profesora Grazia lo pudiera recibir y evaluar.
Esta actividad fue muy divertida, y tengo que mencionar que me lo pasé muy
bien durante las cuatro sesiones que duró la actividad. Uno de los grupos incluso
entrevistó al conserje, que sin saber español, hizo todo lo posible por hablar, así como
una profesora que es muy querida por sus alumnos y también intervino.
Junto con esta actividad, los alumnos trabajaron la entrevista, haciendo de periodistas
conmigo, lo cual también fue interesante. Prepararon una serie de preguntas y me las
fueron haciendo todas en español para que yo les respondiera, y a partir de ahí crear un
debate sobre las vacaciones en España y las vacaciones que ellos tenían. Al final, debían
hacer un resumen verbal de los datos más importantes para ellos que yo había dicho
sobre nuestro sistema educativo.
Además de asistir a las clases de español como lengua extranjera, he tenido la gran
oportunidad de asistir a clases de lengua y literatura italiana para alumnos nativos, que
es mi homóloga en el centro de estudio, así como la asignatura de historia. Desde el
primer momento quise asistir para ver cómo se enseña en ese centro, cuál es la
metodología, el tipo de alumnado, el día a día, la educación en valores, la evaluación
etc., y así poder traerme conmigo aprendizaje profesional para mi labor diaria. Ha sido
muy útil, y tras una reflexión profunda, pondré en práctica ciertos aspectos
que me han resultado muy interesantes. Además, hay un aspecto que me ha
sorprendido mucho: los profesores que imparten lengua y literatura italiana son los
mismo que imparten la asignatura de historia.
He podido observar que se promueve, ante todo, la formulación de hipótesis y ese es
un aspecto que me ha gustado mucho. En la enseñanza de la historia, de la literatura y
de las tramas de las diferentes obras, hacen que los alumnos deduzcan, empaticen y se
pongan en la piel de los personajes históricos o literarios que están trabajando. Este
aspecto me lo voy a aplicar en mi labor diaria.
Por otro lado, me ha sobrecogido el alto interés de los alumnos en las humanidades en
general. Es un alumnado muy cuidado, con cultura y con mucho interés en su percepción
del mundo. Nosotros, en la escuela pública, observamos que muchos alumnos eligen
letras cuando no saben qué escoger. Allí, en cambio, al ser tan específico, los alumnos
que lo escogen lo hacen porque están verdaderamente interesados, y ello crea un clima
muy tranquilo e idóneo para el aprendizaje. Por otro lado, los edificios gozan de una
antigüedad considerable que da “magia” al entorno y en una de las sedes se pueden
contemplar frescos en el techo, así como las magníficas vistas de la Plaza del Campo. Los
alumnos son poco ruidosos, y se dirigen con mucho respeto a los profesores. Con
respeto a los profesores, se respira un clima de tranquilidad en su labor diaria y en su
ritmo de clases, lo cual crea una atmósfera de aprendizaje idónea para que las clases
sean muy llevaderas y prácticas. En realidad, pocas veces deben decirles a los alumnos
que estén en silencio, y las clases están muy limpias ya que los alumnos cuidan mucho
el material del instituto.
Básicamente, las mayores diferencias que se encuentran en el sistema educativo son las
edades de los alumnos de cara a cada fase educativa, y los distintos institutos para
estudiar en función de los intereses. Nuestros alumnos entran con once o doce añitos a
secundaria y tienen la ESO hasta los dieciséis más dos años de bachillerato. Durante la
ESO es la decisión de los alumnos en función de las optativas para hacer letras, ciencias
o FP. En el sistema italiano, ellos tienen dos años, de los doce a los catorce como “escuela
intermedia” y al finalizar deciden el tipo de instituto al que quieren asistir, y en ello
coincide con las diferentes opciones que contamos en España, solo que en centros
educativos diferenciados.
Para mí ha supuesto un gran logro a nivel profesional y personal. Llevo desde hace seis
años queriendo asistir a una estancia como esta. El hecho de entrar de lleno en el
sistema educativo italiano y asistir a un liceo todos los días ha supuesto una gran
cantidad de información, vivencias y experiencias que me acompañarán toda mi vida.
Llevo desde 2011 dando clases en institutos andaluces, y ahora puedo tener también
como referencia otro centro que es, además, de otro país. El alumnado es muy diferente
(pero igualmente enriquecedor) al que estoy habituada. Estoy muy agradecida al
Ministerio por plantear estas acciones, por lo que he intentado aprovecharla al máximo
tanto a nivel profesional como personal. Saber de la historia de Siena, su cultura, sus
tradiciones y su gente ha sido para mí una experiencia que no tiene precio y siempre la
guardaré en mi corazón. Estoy segura de que la estancia me va a ayudar a ser mejor
profesional y, cómo no, también mejor ser humano.