Soy Patricia Santos, profesora de Latín y Griego en el Instituto “BUTARQUE” de Leganés (Madrid), además de Secretaria del equipo directivo del centro. Desde el 28 de noviembre al 9 de diciembre he llevado a cabo una estancia profesional en el Collège Jules Renard, de Laval (Francia).
Mi centro de trabajo se sitúa en una ciudad dormitorio muy próxima a Madrid y es un instituto de unos 500 alumnos y un total de 45 docentes y 10 trabajadores que constituyen el PAS. El centro “Jules Renard” se sitúa en Laval, una ciudad de los llamados Países del Loira; en él se encuentran matriculados unos 600 estudiantes (que acuden desde diversos lugares cercanos en bus escolar), trabajan aproximadamente 50 docentes y unas 20 personas como PAS, además de contar con personal de comedor y enfermera. La diferencia entre ambos es notable, si bien algunas vivencias de ambos y los eventuales problemas cotidianos se parecen enormemente.
Durante mi estancia, he tenido la oportunidad de vivir el día a día del centro desde todas las perspectivas posibles. Asistí a clases lectivas de todo tipo de asignaturas, desde Español de todos los niveles hasta Música o Artes Plásticas, pero he tenido la suerte de participar en algunas actividades distintas de las meramente lectivas. Un ejemplo de ello ha sido la participación en el programa ULIS, destinado a adolescentes con problemas de salud mental que se gestiona desde el propio centro, y que tiene como objetivo una mejor integración de este alumnado con grandes dificultades de todo tipo.
Además, he tenido la suerte de asistir a los “Conseil de Classe” (el equivalente a nuestras juntas de evaluación), de modo que he podido observar todo el proceso necesario hasta llegar al momento final: la preparación del Conseil con el alumnado, la puesta en común previa en las reuniones de equipos docentes, la propia gestión a través de la herramienta PRONOTE y, finalmente, la puesta en escena del Conseil. Esta vivencia me ha permitido comparar sistemas y metodologías diversas tanto dentro del Collège como con mi propio centro.
En el plano de la orientación académica, he podido también participar en “Orientbus” un proyecto de dos días de duración en que el alumnado se informa y visita aquellos itinerarios académicos en los que está interesado y puede vivir la experiencia a través de múltiples talleres y actividades.
Otro de los objetivos planteados en mi proyecto se centraba especialmente en observar la gestión cotidiana desde todos los órganos de coordinación, algo que, como miembro del equipo directivo, me interesaba especialmente. A pesar de las diferencias entre el sistema francés y el español (por ejemplo, la gestión de la parte de Orientación o la organización lectiva), he podido extraer muchas ideas interesantes para transmitir en mi centro de trabajo, que espero puedan aportar mejoras en algunos aspectos.
La posible colaboración futura se ha abordado en varias ocasiones en reuniones con los miembros del Equipo Directivo; dado que ambos centros han llevado a cabo intercambios de manera regular, así como proyectos ERASMUS, ha quedado patente el interés de plantear un proyecto que pueda además involucrar a más centros y que permita un encuentro entre el alumnado y los docentes.
La acogida de todo el claustro, el personal y el alumnado ha sido fantástica; no solo he podido asistir sin ninguna traba a todas las actividades que se planteaban, sino que se ha generado una sinergia continua de comunicación y trabajo muy enriquecedora a todos los niveles, tanto académico como humano. Esta vivencia me ha supuesto personalmente un crecimiento personal notable y animo a cualquier docente a llevar a cabo este tipo de proyectos, que suponen una inyección de motivación y ánimo más que necesaria.
