Mi nombre es Roser Palacios Porras y soy profesora de Lengua castellana de Secundaria y Bachillerato en el Instituto Lauro de Les Franqueses del Vallés (Barcelona). Es la primera vez que participo en una estancia profesional de este tipo y me interesaba especialmente tener la oportunidad de visitar un centro de algún país nórdico, por la fama que les precede en cuanto a resultados académicos y la calidad educativa de sus centros.
La estancia se realizó entre el 14 y el 28 de abril en Vimmerby Gymnasium, un instituto de educación secundaria situado en la población que le da nombre. El centro ofrece los 3 cursos previos al acceso universitario o el mundo laboral, en dos líneas: a) Bachillerato: 3 modalidades (tecnológico; ciencias naturales; ciencias sociales); y b) Programas vocacionales (equivalente a nuestra FP): 6 programas (Negocios y Administración, Tecnología Industrial, Electricidad y Energía, Vehículos y Transporte, Gestión de Restaurantes y Alimentos, Salud y Cuidado Social).
Mi participación en el centro ha consistido en visitar las instalaciones del centro educativo, asistir a clases de español e inglés, como lengua extranjera, y observar atentamente las dinámicas y materiales usados en el aula. Además, he colaborado activamente en actividades de uso de lengua y/o cultura en ambas materias, y he podido observar sesiones de materias tan diversas como Danza, Medios de Comunicación o los distintos programas vocacionales de Electricidad, Hostelería, etc.
Gracias al apoyo del coordinador internacional del centro, Thomas Svarén, tuve la oportunidad de ampliar la experiencia asistiendo a dos centros más del municipio: la escuela Astrid Lindgren Skhola (centro educativo que incluye desde 1º de Primaria hasta el grado 9º, equivalente a nuestro 3º de ESO); y la Escuela de Adultos, denominada Folkhogskola, en donde impartí una clase de Inglés.
Gracias a esta estancia, hemos podido comprobar algunas de las características propias del sistema educativo sueco y llevar a cabo intercambio de experiencias, recursos y metodologías con nuestros colegas del país escandinavo. Por otra parte, se ha dejado la puerta abierta a posibles colaboraciones futuras en el contexto de los programas Erasmus, que debería ser una de las prioridades de nuestro centro, si quiere fomentar la dimensión europea y ofrecer posibilidades reales de mejora profesional a los docentes y de nuevas experiencias de aprendizaje a nuestro alumnado.
Este intercambio ha supuesto poder continuar mejorando nuestra capacitación profesional en el sempiterno proceso de aprendizaje que implica nuestra labor diaria. Disponer de dos semanas para participar en la vida de un centro educativo y observar a otros profesionales en un sistema distinto al nuestro ha sido un privilegio que nos ayuda a mejorar y desarrollar nuevas habilidades, tanto personales como profesionales.
A los futuros candidatos les recomiendo grandes dosis de ilusión, una mente muy abierta y mucha predisposición para observar, aprender, analizar y, posteriormente, incorporar todo aquello que ayude a su alumnado a adquirir las competencias necesarias para poder desarrollarse como ciudadanos.
No quisiera acabar este texto sin agradecer al Ministerio la oportunidad que nos brinda a los docentes para continuar con nuestra formación y contribuir a la mejora de nuestro sistema educativo. Asimismo, gracias al profesorado de Vimmerby y a su equipo directivo, por dejarme formar parte de su centro educativo, por dedicarme parte de su tiempo amablemente y por su colaboración. Y por último, gracias al coordinador internacional, Thomas Svarén, que procuró en todo momento que pudiese sacar el máximo partido a mi estancia. Tack, tack, Vimmerby!
