¿Reciben los profesores el reconocimiento que merecen?

Los días 28 de febrero y 1 de marzo se está celebrando en Madrid un encuentro internacional entre los responsables de cada país del TALIS (Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (TALIS) y representantes de la OCDE. Al hilo de esta reunión, queremos rescatar algunas cuestiones vinculadas a la situación del profesorado. En concreto, ¿están reconocidos nuestros profesores?

Antes de avanzar en este propósito, cabe preguntarse por las implicaciones y el sentido que tiene la evaluación de la actividad docente. Según los 24 países encuestados, por término medio, los profesores que son objeto de evaluaciones revelan que llevan a cabo cambios positivos en su actividad docente. A este respecto, cabe señalar:

•  Casi la mitad de los docentes creen que la evaluación del profesorado y la información recibida sobre sus resultados tienen como fin principal el cumplimiento de unos requisitos administrativos y alrededor del 75% piensa que no recibiría ningún reconocimiento por mejorar su práctica docente ni por ser más innovador.

•   Aunque los profesores valoran positivamente la evaluación de su trabajo, muchos de ellos afirman que no se les evalúa de forma periódica. Más de uno de cada cinco docentes declara que el director de su centro nunca les ha evaluado ni informado sobre los resultados de las evaluaciones.

Estos datos invitan a pensar que el hecho de facilitar a los profesores una minuciosa evaluación y comunicación de los resultados, así como que se les reconozca por su trabajo son unas poderosas herramientas que pueden dar forma, desarrollar y promover una enseñanza eficaz. Sin embargo, el Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (TALIS), muestra que tres cuartas partes del profesorado creen que no recibirían ningún reconocimiento por mejorar la calidad de su labor docente ni por ser más innovadores en este aspecto.

Así pues, las prácticas eficaces de evaluación y comunicación de los resultados a los docentes pueden llevar al reconocimiento de los profesores y a la promoción de unas prácticas innovadoras de enseñanza. Lamentablemente, parece ser que no todos los profesores cuentan con esta experiencia.

En definitiva, los sistemas eficaces de evaluación e información sobre la misma pueden repercutir en lo que sucede en el aula, pero muchos docentes creen que su trabajo no recibe el reconocimiento ni las críticas que debiera. Una buena forma de mejorar la auto-eficacia de los profesores y el aprendizaje de los alumnos es valorar la labor innovadora de los primeros y reconocer públicamente su trabajo.

Fotografía de cabecera: Flickr de Juan Carlos Mejía