Hoy viernes 11 de abril se publica el estudio de la OCDE Education Policy Outlook – España (Política educativa en perspectiva), un análisis del panorama educativo español en el marco comparativo internacional. Este documento forma parte de la serie Education Policy Outlook, que extrae datos de estudios reconocidos de la OCDE y presenta información de los distintos países de la institución, analizando individual y comparativamente sus políticas y reformas educativas a tres niveles: estudiantes, centros y sistema educativo.
En su análisis del alumnado español, recoge los resultados de PISA 2012, de los que se extrae que: a) el rendimiento de los alumnos españoles se sitúa por debajo de la media de la OCDE en todas las competencias analizadas (tabla 1); y b) no se observan mejoras significativas en los resultados desde 2000 (tabla 2).
Destaca la labor de España en Educación Infantil, con una de las tasas más altas de matrícula de la OCDE, y apunta dos grandes retos: eliminar la repetición de curso y prevenir el abandono temprano de la educación y la formación.
Aproximadamente uno de cada tres alumnos españoles de 15 años (35%) han repetido curso al menos una vez, lo cual – según la OCDE – no contribuye a mejorar resultados y además influye en el abandono temprano. La tasa de abandono temprano de la educación y la formación, que afecta especialmente a alumnos de ámbitos socioeconómicos desfavorecidos, era del 23.5% en 2013, casi el doble de la media de la Unión Europea. En este sentido, la política educativa española se orienta a flexibilizar la Enseñanza Secundaria, incorporando itinerarios profesionales opcionales desde los 15 años y reforzando los vínculos de la educación y la formación con el mercado laboral. Enfatiza como esfuerzo para fortalecer la calidad de la educación y prevenir el absentismo escolar la introducción de la F.P. Básica.
Education Policy Outlook pone de relieve los avances obtenidos por España en enseñanza superior en los últimos años, incidiendo al mismo tiempo en debilidades de nuestro sistema. La puntuación obtenida por la población adulta española (16-64 años) en los estudios realizados por la OCDE es inferior a la media de la organización. El paro, que ha empeorado sustancialmente con la crisis económica, ha golpeado con más dureza a los más jóvenes y a la población con menos formación (26.4% de paro en población sin enseñanza secundaria de segunda etapa, 11.6% en población con enseñanza superior). España tiene además una de las tasas más altas (16.8%) de trabajadores con una cualificación superior a la que requiere el trabajo que realizan.
El informe de la OCDE subraya aspectos positivos de nuestros centros, como el buen ambiente percibido por los alumnos, y pone el énfasis en la labor de profesores y miembros de equipos directivos como punto clave para la mejora de resultados en los centros educativos españoles. El informe recoge también los cambios introducidos por la nueva ley de educación (LOMCE, 2013), que pretende dar respuesta a las indicaciones de los últimos estudios realizados dotando de mayor autonomía a centros y equipos directivos, y fortaleciendo la evaluación, de cara a mejorar el rendimiento académico. En este sentido, se resalta la introducción en la LOMCE de las evaluaciones sin efectos académicos en Educación Primaria, y de las evaluaciones con efectos académicos al finalizar ESO y Bachillerato.
En cuanto a gestión política educativa, Education Policy Outlook se refiere al sistema educativo español como un sistema “relativamente descentralizado” y explica como el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) diseña el marco legal que regula principios, objetivos y organización de los distintos niveles educativos, y las 17 comunidades autónomas lo desarrollan. El reto, desde el punto de vista de la OCDE, está en asegurar la coherencia entre comunidades autónomas para atender las prioridades educativas nacionales y regionales.
El informe se detiene, por último, en la financiación del sistema educativo. En España, el gasto por alumno se sitúa por encima de la media OCDE, si bien se enfatiza la importancia de invertir donde más se necesita, dando como ejemplo el coste que representa la repetición de curso en España, casi un 8% del gasto total en Educación Primaria y Secundaria, y recomendando la revisión de gastos en base a la evidencia de la que disponemos para decidir cómo invertir de modo que los recursos destinados a educación alcancen beneficios en términos de mejora de la enseñanza.
Imagen de cabecera: OCDE Education Policy Outlook
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Ante un panorama educativo español tan poco halagüeño previsto por las expectativas de la OCDE, en base a sus últimos informes y a una de sus pruebas estrella –PISA-, parece que la nueva Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE) pretende seguir el consejo de este órgano y reorientar su camino -pese a las múltiples críticas y consideraciones al respecto generadas- en pos de la mejora del rendimiento escolar. Para ello, apoyada por los dictámenes de la OCDE, la LOMCE implementará la prevención del abandono escolar temprano facilitando itinerarios académicos a partir de los quince años de edad (adelanta en un año esta opción desde la LOE) y creando a su vez –ya por fin- la esperada FP básica. No obstante no modifica, respecto a la LOE, la decisión sobre la promoción de curso del alumnado, que seguirá haciéndolo en Primaria y Secundaria cuando haya superado todas las materias cursadas o tenga evaluación negativa en dos materias como máximo (y sus diferentes salvedades). En este aspecto, nada combate la prevención para la repetición de curso que en España, como señala el artículo, posee una de las tasas más altas de Europa y genera, además, un gasto importante dentro la financiación educativa de nuestro país. Finalmente, las evaluaciones finales de etapa (sin efectos académicos en Primaria y con efectos académicos en Secundaria y Bachillerato) ayudarán, en mi opinión, a aumentar el nivel y las competencias exigidos a nuestros alumnos, pues las diferentes Administraciones educativas podrán tomar como referencia sus resultados para establecer planes de mejora en aquellos centros que lo necesiten.
Hola Ádam, muchas gracias por tu aportación. Como tú, esperamos que esas evaluaciones establezcan planes de mejora allí donde sean más necesarios, porque la evaluación es una herramienta de diagnóstico muy útil para arrojar luz sobre las debilidades del sistema educativo y todos sus agentes.Un saludo
Que España dé menor puntuación a la media en todos los indicadores debe hacer reflexionar sobre cómo estamos atendiendo la realidad de la educación en las aulas. Medidas como una menor ratio de alumnos por clase y profesor, así como la atención ofrecida a alumnos con dificultades como los programas de Compensatoria, Aulas de enlace o Diversificación se sabe que ofrecen resultados muy positivos. Un objetivo claro de la apuesta por una educación de calidad debe ser reducir la masificación en clase. Ese es uno de los principales obstáculos para la buena formación de nuestros alumnos.
Estamos de acuerdo contigo en que para que la educación dé sus frutos ha de ser de calidad y para todos. Te invitamos a leer la entrevista que hicimos en el INEE a Susan Dynarski sobre el impacto a largo plazo del tamaño del aula. Muchas gracias por tu comentario, un saludo.
Efectivamente algo está pasando. En España se invierte mucho en educación por un alumno, que entra desde bien temprano en un sistema educativo gratuito en enseñanzas no universitarias. Muchas horas en la escuela y muchas asignaturas. Para los profesores también, más horas y menos tiempo para preparar sus clases. La nueva ley orgánica sobre Educación propone aún más asignaturas, imponiendo la religión en una escuela pública laica ante que reforzar lo básico: Lengua (castellana y extranjera) y Ciencias (matemáticas y del medio natural). Será que Dios vendrá a cambiar por arte divino los resultados de Pisa y los alumnos tendrán que tener mucha fe en él.
La descentralización de la Educación, como refleja este artículo, de las competencias que tiene otorgada cada comunidad autónoma en materia de Educación, deja ver una mala gestión de los recursos y pone de manifiesto la necesidad de un cambio en este aspecto. Si analizamos los demás sistemas educativos que participan en la prueba Pisa, veremos que la mayoría son centralizados. El sistema español pierde cantidades astronómicas en repartir la Educación a través de las comunidades y el resultado salta a la vista.
Hola Carine, gracias por comentar en este post. El caso de la descentralización ni es aislado ni único para España, pero por supuesto cada país tiene unas características diferentes a las que tiene que hacer frente. Un saludo
Para cambiar los resultados de Pisa y obtener otros más favorables, los recursos deberían repartirse de una manera distinta y se debería tener en cuenta la opinión del profesorado. En muchos centros podemos observar cómo se desaprovechan los recursos, independientemente de la ratio de alumnos por clase o el nivel sociocultural de las familias, de las cuales algunas piensan que la Educación recae enteramente sobre la escuela, y podemos ver un equipo directivo al completo encargándose de un huerto escolar durante toda una mañana, un profesor especialista en el puesto de secretario que no dé ninguna clase de su especialidad y por lo tanto, cobrando como un maestro y haciendo la función de un administrativo, los especialistas de PT y AL perdiendo horas valiosas porque su alumnado suele ser el que más falta y se desaprovecha este recurso de personal.
No tiene desperdicio el asunto del número de horas asignadas a cada materia o asignatura. ¿Cómo puede ser que en un centro público español se dé más horas de religión que de Lenguas extranjeras?
Buenos días Mónica, gracias por tu aportación. Compartimos contigo que en los centros muchas veces se desaprovechan los recursos, incluidos los humanos. La sociedad al completo debería implicarse en la educación, ser parte activa, ya que es un bien común. Un saludo.
Los resultados PISA 2012 aconsejan una reflexión que debería extenderse a los diferentes aspectos que resaltan como debilidades o fortalezas del sistema educativo español: la mejora del rendimiento de todos los alumnos y el mantenimiento de los buenos resultados españoles en equidad, procesos compatibles, como demuestra PISA; el trabajo en el entorno educativo de los alumnos para conseguir contrarrestar el efecto de las diferencias culturales, económicas y sociales de los contextos familiares y de los centros; el estímulo y la promoción de la formación docente para que sea más eficaz el trabajo con los alumnos en la adquisición de las competencias básicas; el esfuerzo educativo y del conjunto de la sociedad por la lectura y la mejora de la comprensión lectora de los alumnos españoles y la decidida actuación a favor de la autonomía de los centros educativos.
Buenos días Isidoro, muchas gracias por este gran ejercicio de síntesis reflexiva. Los resultados que se pueden observar en cualquiera de los informes PISA nos invitan a la mejora pero también nos dicen cuáles son los puntos fuertes que tenemos en nuestro sistema, todos ellos deben ser tenidos en cuenta para mejorar. Un saludo.
Creo que un punto clave para la mejora de estos resultados es valorar la implicación de las familias en los centros educativos.
Los resultados en las distintas ediciones de evaluaciones externas del sistema educativo, PISA por ejemplo, no mejoran. Observamos como vienen y van diferentes leyes educativas pero el problema principal, parece que no se soluciona. Desde mi punto de vista, ratio elevada de alumnos, descentralización de la educación y en muchos casos, escaso o nulo interés e implicación de las familias, sobre todo en los centros con un entorno sociocultural medio bajo. Por último, es necesaria una Ley Educativa consensuada y duradera en el tiempo, fijándonos en modelos de otros países que obtienen unos buenos resultados en la pruebas externas.
No dejo de estar perplejo por los comentarios vertidos aquí que por otra parte a estas alturas no deberían sorprenderme ya que es una constante. Si se dan cuenta, las críticas van en diferentes direcciones (la Administración educativa, el enfoque centralizado o descentralizado, etc., las familias, etc. etc.) pero ninguna toca un tema fundamental: el profesorado. Éste, como siempre, no tiene culpa ni responsabilidad en nada. La responsabilidad es del Estado, de la CCAA, de los alumnos, de las familias, la sociedad y/o los alumnos pero el profesorado, pobrecito, se ve que no interviene en nada, que es perfecto y que simplemente pasaba por allí. Señores/as un poco de rigor y seriedad y mucho menos corporativismo como el que destilan los comentarios de aquí. ¿Creen ustedes seriamente que si el sistema educativo es un fracaso el profesorado no tiene ninguna responsabilidad en ello? ¿Quén forma/instruye a los alumnos, el Estado, la CCAA, los propios alumnos? Mientras el profesorado no se de nunca por aludido y niegue, como niega cualquier responsabilidad en este desaguisado educativo que tenemos no hay nada que hacer. No se puede modificar la película sin la intervención activa, responsable y autocrítica de los actores principales. En fin, siempre es lo mismo. Propongo que en lugar de Santo Tomás de Aquino o San José de Calasanz o cualquier otro se introduzca en el calendario escolar la festividad de “San Profesor” o “Santa Profesora” que además de situarlo en su justo sitio -santos ellos- hará más laica nuestra escuela.
Buenas tardes,
Muchas gracias por tu aportación al debate, es enriquecedor tener distintos puntos de vista.
Debemos destacar que el margen de mejora del sistema educativo español es importante, y esta mejora, requiere esfuerzos y compromisos de todos los actores implicados: profesores, equipos directivos, alumnos, familias, administraciones educativas y, en el fondo, de toda la sociedad, pues si se nos permite la expresión, “educar es tarea de la tribu entera”. La responsabilidad es síntoma de madurez y trabajar de forma responsable, desarrollando el máximo potencial de cada individuo es un reto enorme, así como profundizar en la individualización del aprendizaje y en los aprendizajes significativos, donde el alumno asume un papel activo y es capaz de desarrollar proyectos o tareas en grupo.
Recordarte que estamos a tu disposición para cualquier duda que pueda surgir.
Un saludo