Fuente: Ocupaciones de los padres y PISA 2012: el caso de las CC.AA. (INED21)
Equidad se debe traducir en soluciones eficaces y eficientes que no lastren el devenir del alumno; es por ello que ante los resultados PISA 2012 “los hijos con al menos uno de los padres en ocupaciones cualificadas obtienen en todas las comunidades autónomas mejores resultados que los otros estudiantes.” que subrayan una preocupante distancia entre el alumnado de con padres profesionales y el de padres con ocupaciones básicas (Ver boletín nº2 Especial Autonomías), nos preguntamos ¿está el sistema educativo compensando las diferencias sociales que se traducen de estos resultados?
Los datos muestran que la asociación a nivel individual entre la ocupación del padre y de la madre y el rendimiento del estudiante, tiene una traducción territorial inmediata: desde las comunidades mejor situadas (Navarra, Castilla y León, País Vasco) a las que ocupan puestos inferiores en este indicador (Extremadura, Murcia, Andalucía), al tener en cuenta la correlación entre los tipos de economía productiva y los resultados educativos. Así, se subraya que la educación está interrelacionada con el tejido socioeconómico del que forma parte esencial, siendo a su vez elemento principal de transformación del mismo, por lo que lograr que este círculo vicioso se convierta en virtuoso es una tarea política y social urgente.
En conclusión, “Los resultados de PISA 2012 no parecen indicar la existencia de incompatibilidad entre el objetivo de la igualdad de oportunidades educativas y la obtención de mejores resultados del conjunto del sistema. A menor desigualdad (menos coeficiente de variación) en las puntuaciones respecto de las ocupaciones de los padres, mejores resultados.”, es decir: en aquellas comunidades donde se registran las mejores desigualdades relativas por ocupación de los padres, mantendrán las puntuaciones medias más altas, por lo que se marca una grave división territorial en nuestro país que debe ser elemento central de cualquier política de gobierno, más allá de la orientación política. Este realismo debe ser asumido, lo contrario será eternizar el laberinto educativo español.
Como idea final, desde INED21 se destaca como tarea en educación para la toma de medidas que aseguren la equidad que abre el texto, crear un “espacio de debate, más allá de la demagogia y la afirmación gratuita o aparentemente brillante. Una tarea de todos, plural. Podemos hacerlo, pero requiere esfuerzo.”
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Pues desde Extremadura no sé si alegrarme o no de que los datos reflejen una menor equidad. En cierto modo es un consuelo el saber que ese punto representa un valor promedio que no es un reflejo directo del nivel de competencia de todos nuestros alumnos.
Por eso es tan importante hablar de la equidad asociada siempre a la calidad.
En nuestro caso, al estar PISA centrada en los alumnos de 15 años (independientemente del curso en el que están matriculados), los malos resultados nos hablan del fracaso escolar y del abandono temprano. Qué duda cabe que los factores socioeconómicos y demográficos influyen fuertemente… pero no todo está perdido. También tenemos alumnos en los niveles de excelencia (aunque sin duda muchos menos de los que desearíamos).
El verdadero reto, como dice el artículo, es romper el círculo vicioso. Para eso está la educación y es necesario introducir mecanismos de compensación educativa y de discriminación positiva hacia el alumnado que parte de situaciones menos favorables.
Me ha resultado muy ilustrativo pues, ante estos resultados, se puede deducir que tienen más oportunidades los estudiantes que tienen uno de sus progenitores en trabajos cualificados. Esto pone en peligro la educación equitativa y la igualdad de oportunidades, ya que no todos parten de la misma base, algunos salen con un futuro más esperanzador.
Muchas gracias por el comentario, Pilar. Esperamos que sigas leyendo nuestro blog en el que tratamos de mostrar temas de interés.
Si la familia es el ámbito vital por excelencia, también lo es para enseñar a trabajar. Es la mejor escuela de trabajo. Tengo la convicción de que muchos de los problemas que los adultos encuentran en la realización de su trabajo, vienen de mucho más atrás de lo que suponen. De la primera infancia y la adolescencia, y en gran parte a través del ejemplo recibido en su propia familia, en primer término, y de la escuela, en segundo.
Por eso aquellas escuelas que tratan y trabajan con las familias y no solo con los alumnos deberían exigir en los miembros de la familia unos hábitos de trabajo, de responsabilidad, de confianza, hacer las cosas bien hechas, etc que ellos a su vez lo transmitirán a sus hijos. Aquellos alumnos los cuales su autoestima sea mayor a causa del trabajo hecho en casa, sus resultados serán más óptimos que no e un alumno que no respire ese ambiente familiar.
Estos datos apuntan a una espiral de malos resultados realmente preocupante. Desde el ámbito de la educación se debe hacer un esfuerzo máximo para compensar la falta de oportunidades de aquellos más desfavorecidos. Sin embargo, creo que para abordar el problema desde un enfoque más global, sería muy interesante poder tener acceso a estos datos respecto a veinte o treinta antes. Es posiblemente mi percepción personal, pero en esos tiempos tengo la idea de que los datos que ahora tenemos estarían invertidos. En mi entorno la inmensa mayoría terminamos estudios superiores teniendo progenitores con un nivel de estudios muy inferior. Sería importante ver que es lo que ha cambiado no sólo en la educación, también en la sociedad.
Me parece muy interesante el tema de la equidad. Trabajo en centros que reciben alumnado de entornos muy rurales, donde se aprecia día a día que los alumnos con padres con ocupaciones de menor cuantificación profesional normalmente están más desmotivados para estudiar ciertas asignaturas. Si un alumno no considera que una asignatura tenga relación con su vida cotidiana, ni con la que puede tener en un futuro, y en casa no encuentra ese aporte extra de interés y motivación, pues muchas veces los padres no se las transmiten porque ellos tampoco necesitan esos conocimientos, es más difícil que explote su potencial talento hacia ciertas asignaturas.
Considero que sería deseable encontrar un consenso a la hora de diseñar las leyes educativas, así como la administración de la misma. Las reducciones de las partidas presupuestarias de becas y partidas sociales anticipan un negro futuro en la búsqueda de la equidad real.
No es sorprendente que exista una relación directa entre la cualificación de los padres y los resultados de los estudiantes: padres cualificados implican mejores resultados.
Una vez conocida la relación, lo importante, como dice el artículo, es romper esta asociación. La cuestión es ¿CÓMO? ¿Cómo conseguir una mayor equidad educativa e intentar desligar la cualificación de los padres de los resultados del alumnado?
La causa de esta relación radica en la importancia que le dan los padres a la educación, y, esto se lo transmiten a los hijos que lo van interiorizando a lo largo de la vida. No es difícil encontrar un alumno de 15 años decir que él puede ir a trabajar con su padre, que le paga y que no necesita estudiar. Evidentemente él sabe que está sin asegurar y que está haciendo algo que no es legal.
¿Cómo conseguir que esto revierta? Pues trabajando con los padres desde el inicio de la escolarización y, transmitiendo la importancia de su colaboración en la educación y formación de sus hijos, proporcionando mayores recursos al profesorado en los que se detecte esta circunstancia
Siempre se ha dicho que la familia es el elemento clave en el desarrollo de los hijos. Con este estudio esa idea se afianza ya que nos muestra que la relación entre los niveles ocupacionales del padre y la madre y el rendimiento escolar de los hijos existe.
Para mejorar el rendimiento escolar, ¿qué es más importante entonces? ¿Centrar los esfuerzos en la escuela o en mejorar el mundo laboral? Díficil respuesta tiene esto.
El nivel socioeconómico de la familia influye en los resultados ya que se traducen en mayores oportunidades, no es lo mismo que tu familia pueda costearte unas clases particulares a que no, no es lo mismo vivir en un entorno rural, dónde tan sólo para desplazarte al centro te pases una hora en el autocar a vivir en un entorno urbano en el que se da mayor concentración de recursos a todos los niveles.
Estas desigualdades, creo se pueden compensar con aspectos como: Inculcar en la familia y en la escuela el valor del esfuerzo, con políticas o medidas que compensen dificultades o doten de oportunidades, por ejemplo el programa PROA, dotación de becas en la zona rural, etc.
No cabe duda de que el entorno socioeconómico donde se sitúa un centro escolar y, por lo tanto, en el que viven los alumnos, está directamente ligado a los resultado académicos por diferentes motivos. El primero y principal es que aquellos padres que gozan de un nivel económico más alto podrán ofrecer a sus hijos una formación académica extraescolar más variada y de mejor calidad; por ejemplo: academias, cursos de idiomas en el extranjero, etc. Otro motivo puede ser que estos padres, que gracias a su formación académica han encontrado una ocupación que les permite tener ese nivel socioeconómico, den más importancia a los estudios y la transmitan en mayor grado a sus hijos.
Sea por los motivos que sea, nos encontramos ante una realidad preocupante ya que, si no ponemos instrumentos para cambiarla, cada vez será más evidente y directa la relación el nivel de estudios de los padres y el de los hijos.
Efectivamente, en el día a día suele apreciarse esta relación. Y no se trata sólo de una cuestión económica, como la posibilidad de acceder a unas clases particulares u otros recursos; sino también -sobre todo- del bagaje cultural que reciben en casa: hábitos de lectura de la familia, temas de conversación, alternativas de ocio que se proponen, cultivo de aficiones, programas de televisión…
Existen bastantes medidas que buscan paliar las carencias económicas: programas de refuerzo y apoyo escolar, becas, bibliotecas escolares… pero creo que ahí terminan las posibilidades de compensación de la institución educativa. La familia es insustituible. Sin embargo, el origen no es determinante: la escuela ofrece oportunidades a todos; pero cada cual debe recorrer el camino -más largo o más corto- personalmente.
Estimada Eva. Primeramente, agradecer tus comentarios sobre el tema.
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Totalmente de acuerdo con las opiniones anteriores. Personalmente, creo que el sistema educativo debe analizar estos resultados comparativos, y tomar medidas, no solo en el ámbito escolar, sino a nivel de las familias que, por sus circunstancias socioeconómicas y culturales no pueden, ni se pantean que su prosperidad vaya a depender de la formación de sus hijos. No sé hasta qué punto sería aventurado recomendar algún aliciente, como por ejemplo, ayudas económicas para padres dispuestos a formarse e implicarse en la educación de sus hijos. España, y más concretamente, algunas comunidades, necesitan una actuación de choque para acabar con ese desequilibrio, que , por otra parte, también es fruto del la falta de alfabetización, todavía reciente.
No cabe duda que el triángulo formado por: Educación- Sociedad – Familia, los tres componentes están relacionados entre sí, influyendo en un componente los posibles cambios o variaciones que en los otros dos puedan surgir. El nivel socio-económico, el puesto de trabajo del padre o la madre, o tal vez de ambos, la situación en el entorno más cercano al niño influye claramente en las posibilidades educativas que los padres pueden ofrecer a sus hijos. Es una realidad triste, ya que tendría que haber las mismas oportunidades educativas para todos los alumnos. Pienso que todos tendríamos que » sumar» para que esta realidad poco a poco vaya cambiando, no es una tarea fácil, pero tampoco imposible. Empezando por los órganos competentes, pasando por la familia y acabando por los maestros. La adquisición de hábitos de lectura, debates, argumentaciones de opiniones, etc.. pueden ser un buen comienzo para ir cambiando la realidad.
Buenos días Fausto. Muchas gracias por tus comentarios y por tu opinión. Siempre valoramos las opiniones que nos llegan por parte de docentes o personas relacionadas directa o indirectamente con el mundo de la educación.
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Un saludo
Según el artículo, el rendimiento de los estudiantes varía en función del tipo de trabajo de los padres y son las comunidades autónomas con mayor proporción de padres con trabajos cualificados las que obtienen mejores resultados. Queda evidenciada, por tanto, la necesidad de mejora de una educación que garantice la equidad de nuestro sistema educativo en todas las comunidades autónomas.
Nuestra comunidad, Navarra, destaca, entre otras, porque con un porcentaje de padres con trabajos cualificados alrededor de la media, obtiene uno de los mejores resultados. Por tanto, ¿podremos esperar que nuestros estudiantes salgan al mercado laboral mejor preparados que los de otras comunidades?