El último informe de la red Eurydice es un análisis profundo, detallado y comparado de la equidad en los sistemas educativos de Europa. Dado que la educación juega un papel fundamental en la integración de los jóvenes en la sociedad y el mercado laboral, siendo además un medio por el cual las sociedades europeas pueden ser más justas e inclusivas, los sistemas educativos deben ser equitativos, asegurando que todo joven pueda desarrollar su talento y potencial plenamente. El informe se publica oportunamente en mitad de la crisis derivada de la COVID-19, que afecta directamente a la equidad pues el cambio a la educación a distancia y la pérdida de tiempo de enseñanza traen consigo mayores desafíos para los estudiantes desfavorecidos y es probable que se agraven las desigualdades existentes.
El informe analiza una variedad de estructuras y políticas educativas y evalúa cómo afecta a los niveles de equidad de los sistemas educativos. Se aborda la equidad desde dos dimensiones, la inclusión, entendida como que todo el alumnado adquiere y recibe un mínimo de educación de calidad, y la justicia, es decir, que el rendimiento del estudiante es independiente de su contexto socioeconómico. Uno de los principales valores añadidos de esta publicación es la variedad de fuentes que utiliza. Por un lado se basa en las políticas originales que recogen las diferentes unidades nacionales que forman la red Eurydice y, por otro, en la información cuantitativa que ofrecen las evaluaciones internacionales de la educación (PISA, PIRLS y TIMSS) y los datos estadísticos recogidos por Eurostat. Utilizando métodos de análisis estadístico bivariados y multivariados, el informe evalúa el impacto de estas características a nivel de sistema en la equidad educativa, individualmente y combinados. Se analizan 42 sistemas educativos de 37 países europeos.
La primera parte de este informe se centra en la situación general en términos de equidad según las dos dimensiones antes referidas. Entre las principales conclusiones que ofrece el informe destaca que la equidad se aborda en documentos políticos de primer nivel en la mayoría de los sistemas educativos aunque varía significativamente entre países y según la dimensión que se considera. En términos de inclusión, España aparece entre los sistemas educativos más equitativos, con una baja proporción de alumnado de bajo rendimiento y una brecha de rendimiento relativamente baja entre el grupo de alumnado de mayor y menor rendimiento. En cuanto a la dimensión de la justicia, España presenta también una posición relativa favorable, sobre todo en educación primaria.
A continuación, en una segunda parte, el informe repasa las políticas y estructuras que se vinculan con la equidad, clasificadas dentro de un marco más amplio que aborda medidas de estratificación, estandarización y apoyo educativo. La estratificación se refiere a cómo los estudiantes se agrupan dentro de las clases, centros o programas educativos según sus habilidades, intereses u otras características. La estandarización se centra en cómo la educación presenta unos mismos estándares de calidad dentro de un sistema educativo. Las medidas de apoyo, por su parte, tienen como objetivo promover la equidad y mitigar las desventajas.
Concretamente, se profundiza en las barreras para el acceso a una educación infantil de calidad, se vincula la financiación a la equidad que es especialmente relevante en la educación primaria y se estudia como la diversidad de centros educativos puede incrementar la segregación académica e ir contra la equidad educativa. Por otro lado, se analiza cómo las políticas de elección de centro, los criterios de admisión y la diferenciación temprana en itinerarios educativos pueden tener un impacto negativo en la equidad. La repetición también destaca como una de las prácticas que mayor influencia negativa tiene en términos de equidad. El informe también profundiza en la autonomía de los centros, la rendición de cuentas y las medidas de apoyo a los centros desaventajados y alumnado de bajo rendimiento, como la presencia de profesorado especializado o la oferta de actividades fuera del horario escolar.
La última parte de este informe analiza conjuntamente todas las medidas y su influencia en la equidad desde el punto de vista de la inclusión y la justicia. Se concluye que la segregación académica es el único predictor con una influencia significativa en la inclusión en educación primaria y es uno de los más importantes en educación secundaria. Por otro lado, el contexto socioeconómico demuestra ser más determinante en sistemas que introducen los itinerarios educativos a edades más tempranas, con alto grado de repetición y tipos de escuela según las políticas de elección de centro y admisión. Son algunos de los factores con mayor influencia negativa en la equidad de los sistemas educativos. Por otro lado, se muestra que la correlación de la asociación del contexto socioeconómico y el rendimiento de los estudiantes de educación primaria y secundaria es alta, aunque los factores que determinan la brecha en el rendimiento de los estudiantes no tienen que por qué ser los mismos en ambos niveles educativos. Finalmente se concluye que dado que la segregación académica se relaciona con los niveles de equidad en educación primaria y secundaria, se debe favorecer la financiación pública a edades tempranas que ha demostrado reducir esta segregación y tener un impacto duradero.
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