Focus on: ¿Qué nos ha enseñado la crisis del COVID-19 sobre el aprendizaje y la enseñanza en la educación superior?

Ofrecemos la traducción de un nuevo artículo de la serie Focus on de Eurydice, la red de información sobre educación de la Comisión Europea:

« La pedagogía como motivador y la tecnología como acelerador«. Michael Fullan

La rápida transición del aprendizaje presencial al aprendizaje a distancia y el cierre de escuelas debido a la crisis de salud mundial han afectado enormemente a todos los niveles educativos, incluida la educación superior. Según la monitorización global de la UNESCO respecto al impacto del COVID-19 en la educación, alrededor del 84% del alumnado, en todos los niveles educativos, se vio afectado en marzo y abril de 2020. Hoy, a mediados de 2021, todavía hay alrededor de 174 millones de estudiantes en educación a distancia como resultado de la pandemia. En el mundo académico, el aprendizaje en línea existía desde mucho antes del estallido de la pandemia del COVID-19, pero se utilizaba con mucha menos intensidad. ¿Hemos aprendido cómo mejorar el aprendizaje en línea durante la pandemia?

En un momento en que la experiencia del alumnado depende en gran medida de la tecnología, quienes asesoran en tecnologías de aprendizaje (LTA, por sus siglas en inglés) han estado desempeñando un papel crucial en algunos sistemas. Eurydice entrevistó a la asesora de tecnologías de aprendizaje Christina Perouli, quien trabaja en el Centro para la Excelencia en el Aprendizaje y la Enseñanza de la Universidad de East London. Sus responsabilidades incluyen capacitar y asesorar al personal docente universitario en tecnologías y diseño del aprendizaje.

¿Cuál es el papel de los asesores en tecnologías de aprendizaje?

Para empezar, sería bueno señalar que los títulos específicos de las profesiones pueden variar de una institución a otra: ‘tecnólogos del aprendizaje’, ‘especialistas en aprendizaje mejorado por la tecnología’, ‘coordinadores de e-learning’, ‘diseñadores de aprendizaje digital’, etc. Pero cualquiera que sea el título, todos hacen muchas cosas: brindar consultoría, soporte de primera línea, formación a medida, contribuir a la investigación y, en general, liderar proyectos que combinan una pedagogía sólida con tecnologías de vanguardia.

No puedo enfatizar lo suficiente que siempre ponemos a nuestro alumnado en el centro de nuestra estrategia de enseñanza y aprendizaje con el objetivo final de acelerar su aprendizaje y su carrera. Hacemos nuestro mejor esfuerzo por potenciar las cualidades, el conocimiento y las habilidades de nuestro alumnado del siglo XXI para que respondan de forma creativa, emocional, social, intelectual y cultural con el fin de prosperar en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, por sus siglas en inglés).

¿Cómo ha estado apoyando al personal universitario y al alumnado para adaptarse a la nueva realidad y alcanzar su máximo potencial?

Creo que todo el mundo estaría de acuerdo en que la transición del aprendizaje presencial al aprendizaje en línea y/o mixto fue una empinada curva de aprendizaje tanto para el personal universitario como para el alumnado. La pandemia obligó a la comunidad académica mundial a explorar nuevas formas de enseñar y aprender a medida que se cerraban las clases presenciales. Estas nuevas formas incluyen el formato HiFlex, que combina los términos «híbrido» y «flexible». Los términos sinónimos son «modo de transmisión múltiple» y «dual». Estos formatos brindan al alumnado la flexibilidad de decidir cómo desean asistir a sus clases e interactuar con el material en el modo que mejor les funcione; ya sea en persona, sincrónicamente en línea y/o de forma asincrónica en línea. Un modo HiFlex, dual o múltiple hace que las sesiones de clase y los materiales estén disponibles para que cada estudiante pueda acceder a ellos en línea o en persona, durante o después de las sesiones de clase.

Con el fin de facilitar esta transición, creamos un curso de aprendizaje mixto a su propio ritmo para mejorar las habilidades de nuestro personal en los primeros meses del cambio hacia la enseñanza en línea. La evaluación alternativa, los principios del diseño del aprendizaje y los sistemas habilitados por la tecnología fueron solo algunas de las secciones incluidas.

Aportamos al personal académico oportunidades de aprendizaje a su propio ritmo sobre las herramientas y la enseñanza en línea, junto con más actividades centradas en el trabajo en equipo. Específicamente, ofrecimos seminarios web intensivos para equipos de personal académico y de departamentos, sesiones diarias que no requerían registro previo, y cualquier tipo de orientación, ya fuera en formato de vídeo o como pdf e infografías de tipo interactivo. También se creó una página de SharePoint con las últimas actualizaciones y los mejores consejos para incluir todo bajo un mismo techo, una «ventanilla única» para eliminar la confusión y ahorrar tiempo.

Aportamos a nuestro alumnado distintas oportunidades de formación sobre cómo apoyar a sus compañeros y compañeras mediante habilidades digitales básicas cuando fuera necesario. Recibieron formación para actuar como «primeros auxilios digitales» con el propósito de ayudar a sus iguales, y especialmente a estudiantes con edades más avanzadas, con habilidades digitales esenciales como el uso de Office365, el acceso a libros electrónicos y mucho más.

¿Se consideraron de un modo adecuado todas las necesidades del alumnado y del personal durante este proceso de cambio rápido?

Ante la prisa por hacer frente al cambio hacia la enseñanza en línea, las necesidades del alumnado con discapacidad podrían haberse pasado por alto fácilmente. Sin embargo, las sinergias entre las universidades y las y los profesionales de la visión, la audición y otros campos han desempeñado un papel crucial a la hora de proporcionar materiales de aprendizaje accesibles a estudiantes con discapacidad y mitigar el impacto del fuerte cambio hacia la enseñanza en línea. Sin lugar a dudas, todavía queda mucho trabajo por hacer sobre la accesibilidad de los materiales de aprendizaje en línea y debería ser una de las principales prioridades del sector de la educación superior.

¿Cuáles fueron los principales desafíos durante la transición hacia la enseñanza en línea? ¿Cómo ha afrontado estos desafíos?

Todo el mundo aprendió rápidamente sobre los desafíos del aprendizaje remoto. El personal encontró difícil motivar e involucrar a su alumnado en línea, a menudo sintiendo que estaban enseñando en un vacío con las cámaras apagadas y sin comentarios visuales.

Mientras tanto, una gran cantidad de estudiantes sufría la falta de portátiles, además de tener un ancho de banda deficiente, así como dificultades para concentrarse en la enseñanza que no se había adaptado suficientemente al entorno en línea. Como si esto fuera poco, tanto el personal como el alumnado ejercían como progenitores en la educación en casa, y muchos carecían de las habilidades digitales que ahora eran esenciales.

¿Cómo respondieron las universidades a la escasez de portátiles?

Muchas universidades ofrecieron generosamente portátiles al alumnado y a su personal, junto con una oferta de formación y apoyo constante. Trabajamos con docentes universitarios y seguimos añadiendo interactividad a los cursos mientras intentamos aumentar la participación estudiantil. La creación de Comunidades de Práctica (CoP, por sus siglas en inglés) permitió que se llevaran a cabo prácticas y actividades de aprendizaje entre pares. CoP tiene muchas caras y comenzó compartiendo las mejores prácticas a través de los canales de Microsoft Teams, y continuó fomentando sistemas de «colegas» y «amistades críticas» en el mismo o diferentes departamentos. Los «almuerzos de aprendizaje» fueron otro lugar seguro para que la gente intercambiara opiniones sobre lo que funcionaba mejor. Estas acciones facilitaron la reflexión colectiva y ahorraron un tiempo considerable en sus cargadas agendas.

¿Tiene algún consejo para los asesores de tecnologías de aprendizaje que trabajan en instituciones de educación superior en este momento sin precedentes?

Creo que es de suma importancia que su trabajo sea reconocido y publicado. Todo este arduo trabajo y los experimentos individuales que se han llevado a cabo deben compartirse con la comunidad académica en general, centrándose especialmente en las lecciones aprendidas y los aspectos de los modelos aplicados que han demostrado ser fructíferos o que han causado un menor impacto.

La Red Europea de Aprendizaje a Distancia y en Línea (EDEN, por sus siglas en inglés) lleva a cabo un programa completo de eventos que incluye conferencias, talleres y seminarios web sobre cómo ofrecer de manera efectiva el aprendizaje en línea, y comparte las mejores prácticas. Además del EDEN, el Centro de Educación a Distancia (CDE, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Londres también organiza eventos sobre temas como prácticas inclusivas en línea, evaluación digital, reflexiones de profesionales sobre el año 2020, etc.

¿Cuál fue el principal impacto de este cambio en línea en las instituciones de educación superior?

El cambio hacia la educación en línea definitivamente ha revelado debilidades y fortalezas en el sector de la educación superior. Entre otras cosas, ha destacado la importancia vital de tener un deber legal en cuanto a disponer de materiales de aprendizaje en línea accesibles, incluyendo a las instituciones de educación superior. Esta obligación asegura que el contenido digital, los sistemas de transmisión y las tecnologías sean accesibles para el alumnado con discapacidad. La Directiva de Accesibilidad Web (Directiva (UE) 2016/2102) permite que todo el mundo, incluidas las personas con discapacidad, perciba, comprenda e interactúe con Internet. El cambio hacia la enseñanza en línea también ha exacerbado las desigualdades socioeconómicas, ya que más estudiantes desfavorecidos han tenido mayores dificultades para acceder a la educación digital.

Antes numeroso profesorado era relativamente escéptico a la hora de trabajar con especialistas en tecnología educativa, sintiendo que ya tenían la experiencia y el conocimiento para trabajar de forma autónoma e independiente. Sin embargo, la enseñanza tiene que ver con el trabajo en equipo, y la crisis sanitaria mundial ha demostrado que es necesario fortalecer las complicadas relaciones entre el personal académico y quienes son especialistas en tecnología educativa. El personal académico y los y las especialistas en tecnología educativa han ganado confianza entre sí al enfrentarse a desafíos comunes y compartir su experiencia. Estoy muy segura de que esto nos dará la oportunidad de mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en una época posterior a la pandemia.

Muchas gracias por compartir estas reflexiones.

Autoría: Christina Perouli, Nicole Vasiliou y David Crosier.

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