Focus on: ¿Qué cualificaciones necesita la ciudadanía europea?

Ofrecemos la traducción de un nuevo artículo de la serie Focus on de Eurydice, la red de información sobre educación de la Comisión Europea:

«Es posible volar sin motores, pero no sin conocimiento y habilidad». Wilbur Wright

La educación es una actividad global que debe articularse a través de muchas metas y objetivos diferentes. En los años ochenta, la Comisión Delors ya formuló esta idea identificando cuatro pilares educativos, concretamente los de aprender a conocer, a hacer, a ser y a vivir juntos. Estas misiones diferentes pero relacionadas de nuestros sistemas educativos pretenden potenciar las capacidades, las posibilidades y el desarrollo humano de la ciudadanía en las distintas etapas de su vida.

Un aspecto clave para ello es construir un sistema educativo que pueda proporcionar a todo el mundo el conjunto adecuado de cualificaciones para el mercado laboral. El desarrollo de nuevas competencias para un mercado laboral cambiante es cada vez más prioritario en Europa y en todo el mundo. Según McKinsey, «casi nueve de cada diez personas en puestos ejecutivos y directivos afirman que sus organizaciones ya se enfrentan a lagunas de cualificación o esperan que se produzcan en los próximos cinco años». Por supuesto, esta situación se ve agravada por la velocidad de transición a la que asistimos en la sociedad global. Por ejemplo, el sector emergente de la inteligencia artificial (IA) está especialmente expuesto, con Europa a la zaga de China y EE.UU. en su capacidad para atraer talento en este campo y capitalizar las oportunidades que ofrece.

La brecha de cualificaciones -la diferencia entre las cualificaciones que desea el empresariado y las que poseen las personas empleadas reales o potenciales- está relacionada con la brecha digital. Sin embargo, hay que hacer frente a una serie de retos a veces contradictorios. De hecho, si bien la reducción de la brecha es un motor clave de la inclusión y la cohesión a nivel europeo, la promoción de las industrias de alta y profunda tecnología como punta de lanza de una nueva economía europea corre el riesgo de dejar atrás a quienes carecen de las cualificaciones adecuadas. Encontrar el equilibrio adecuado entre el fomento de la innovación tecnológica, la garantía del desarrollo continuo de otros sectores y la garantía de que todo el mundo pueda cosechar los beneficios requiere importantes inversiones en la mejora de las cualificaciones, junto con un profundo replanteamiento de la infraestructura educativa en los países de la UE.

La Red Eurydice ha estado muy ocupada informando sobre algunas de las tendencias en Europa en este campo. Señalando la importancia de la educación en una perspectiva de aprendizaje permanente, el estudio del año pasado sobre Educación y formación de personas adultas en Europa investigó los enfoques actuales para promover el aprendizaje permanente, con especial énfasis en las políticas y medidas de apoyo a personas adultas con bajos niveles de competencias y cualificaciones para que accedan a las oportunidades de aprendizaje. La situación no es ideal, ya que una de cada cinco personas adultas de la UE no ha completado la educación secundaria superior. Además, según el informe, las personas adultas poco cualificadas participan menos en la educación y la formación que quienes tienen un mayor nivel educativo. Por tanto, aún queda trabajo por hacer en este ámbito.

Más recientemente, la atención se ha centrado en los centros escolares y en cómo están preparando a las nuevas generaciones con el conjunto de competencias adecuadas para esta época. Del informe Eurydice sobre el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias en la educación escolar se desprende un panorama desigual: la enseñanza de las ciencias va a la zaga de la de las matemáticas. Al mismo tiempo, la investigación del proyecto descubrió que la integración de cuestiones sociocientíficas en el plan de estudios aumenta el rendimiento del alumnado.

Del mismo modo, Eurydice también ha presentado un estudio sobre la informática en la educación escolar, según el cual, en 23 países europeos, el alumnado de primaria ya asiste a una clase separada de informática. Mientras tanto, dos tercios de los países se proponen introducir reformas para impulsar la presencia de la informática en los planes de estudio.

Todo ello no debe empañar la importancia de la equidad y la igualdad de oportunidades, requisitos fundamentales de una sociedad justa. Eurydice ha abordado esta cuestión en una serie de informes dedicados a la enseñanza escolar y superior, en los que examina el modo en que los países abordan las disparidades y fomentan la inclusión en todo el sistema educativo.

2023 ha sido declarado Año Europeo de las Capacidades, y es crucial implicar a todas las partes interesadas en este impulso hacia una estrategia más justa y eficaz. Mediante la cartografía y el seguimiento de diversos enfoques en toda Europa, la Red Eurydice ha demostrado la necesidad de una integración más estrecha e innovadora entre las habilidades, la formación y la educación a todos los niveles. La cooperación y el intercambio de ideas y enfoques entre las instituciones educativas y las autoridades públicas, tanto a escala nacional como europea, desempeñarán un papel cada vez más importante para responder con éxito a los grandes cambios que está experimentando la sociedad en la actualidad.

Autoría: Niccolò Fantini y David Crosier.

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Sobre el autor

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