¿Cómo ha cambiado la movilidad de estudiantes en educación superior? Eurydice actualiza su panel de indicadores

Para muchas personas jóvenes estudiar en el extranjero supone un gran impulso en sus vidas. Por un lado, conocer lugares nuevos y gentes diversas posibilita la ampliación de horizontes. Por otro lado, esta experiencia fomenta el aprecio hacia otras culturas, el aprendizaje de idiomas y la adquisición de una perspectiva más amplia y global. A su vez, vivir y estudiar en otro país implica afrontar una serie de retos. Su superación permite crecer personal y académicamente. Además, la movilidad transnacional permite a las personas jóvenes ensanchar sus redes sociales, construir habilidades relevantes para sus futuras carreras y acceder a nuevas oportunidades, a veces inimaginables.

En 2011, el Consejo de la Unión Europea invitó a los Estados miembros a aplicar reformas estructurales con la intención de crear un entorno positivo que apoyara la movilidad en la formación de las personas jóvenes. Esa Recomendación, Juventud en Movimiento, ha servido como base para la elaboración del informe que la Red de información sobre educación Eurydice ha presentado recientemente.

El Panel de Indicadores de Movilidad: informe sobre la situación de la educación superior ofrece una visión general de lo fácil -o difícil- que resulta emprender estudios en el extranjero en el contexto europeo, cubriendo seis áreas clave. Esta tercera edición del informe es la última que se realiza en el marco de la Recomendación de 2011, que estableció este documento como herramienta de seguimiento de los progresos realizados por los países europeos para facilitar la movilidad en la formación. Cabe destacar que incluye una herramienta interactiva en línea que permite la comparación en tres momentos: 2016, 2019 y 2023.

El análisis se basa en datos cualitativos recogidos por la Red Eurydice sobre políticas y medidas al más alto nivel, principalmente en la educación superior. Se incluyen los 27 Estados miembros de la UE, así como Albania, Bosnia y Herzegovina, Suiza, Islandia, Liechtenstein, Montenegro, Macedonia del Norte, Noruega, Serbia y Turquía.

Algunas conclusiones clave

  1. Información y orientación al estudiantado de educación superior sobre la movilidad saliente:
    • Aproximadamente la mitad de los sistemas educativos aún no disponen de un sitio web que reúna toda la información clave relativa a la movilidad hacia el exterior.
    • A pesar de la generalización de los servicios personalizados en los centros de enseñanza superior, sólo diez sistemas educativos realizan un seguimiento sistemático de la calidad de estos servicios; entre ellos, España.
    • Sólo alrededor de la mitad de los sistemas educativos utilizan agentes multiplicadores (estudiantes o personas tituladas que han estudiado en el extranjero) en iniciativas a gran escala con apoyo público.
  2. Duración del aprendizaje obligatorio de lenguas extranjeras por parte de todo el alumnado de enseñanzas a tiempo completo, tanto en la educación general como en la formación profesional:
    • El aprendizaje de una lengua extranjera es obligatorio en casi todos los sistemas educativos europeos. Normalmente, el alumnado debe aprender una lengua extranjera durante 10 o 12 años. El aprendizaje simultáneo de dos lenguas extranjeras es obligatorio para todo el alumnado en la mayoría de los países europeos durante un periodo más corto, normalmente 6 años.
    • Diez sistemas educativos de Europa han ampliado el aprendizaje obligatorio de lenguas extranjeras en la última década.
    • En muchos países europeos, la duración de la enseñanza obligatoria de lenguas extranjeras tiende a ser menor en los programas de formación profesional que en los programas generales. Es el caso de España. A su vez, las diferencias entre ambos programas (generales y de formación profesional) afectan especialmente al aprendizaje obligatorio de una segunda lengua extranjera.
  3. Portabilidad de becas y préstamos nacionales para las movilidades salientes:
    • Varios países situados en el sureste de Europa (Bulgaria, Albania, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte y Serbia) aplican las políticas más restrictivas en cuanto a la portabilidad de las becas.
    • Un tercio de todos los sistemas de educación superior analizados limitan la portabilidad de las becas a la movilidad por créditos (cursar un semestre o un curso, no la titulación completa).
    • Los préstamos estudiantiles garantizados por el Estado están disponibles en menos de dos tercios de todos los sistemas de enseñanza superior estudiados. En los casos en que los préstamos son habituales, entendiendo por ello que más del 10 % del estudiantado los solicita, suelen ser transferibles para cualquier tipo de estudios en el extranjero.
  4. Apoyo a estudiantes desfavorecidos, entendidos por tales sobre todo quienes proceden de entornos socioeconómicos bajos o tienen diagnosticada alguna discapacidad:
    • La gran mayoría de los países europeos ofrecen ayudas económicas a la movilidad de estudiantes desfavorecidos, principalmente en forma de becas transferibles basadas en las necesidades que presentan.
    • Muy pocos sistemas educativos supervisan la participación de estudiantes desfavorecidos en los programas de movilidad.
    • Menos de una cuarta parte de los sistemas educativos animan a sus instituciones de educación superior a prestar especial atención a la participación en movilidades de estudiantes desfavorecidos.
    • El indicador sobre el apoyo a la participación de estudiantes desfavorecidos revela una mayor necesidad de progreso. En la mayoría de los países europeos, sigue faltando un compromiso político claro para facilitar la participación de estudiantes desfavorecidos en movilidades durante su formación.
  5. Reconocimiento de los resultados de aprendizaje a través del Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos (ECTS):
    • El reconocimiento de los resultados de aprendizaje obtenidos durante los periodos de estudio en el extranjero es esencial para cualquier estudiante que participa en una experiencia de movilidad de corta o larga duración. El ECTS se creó para facilitar la transferencia y el reconocimiento de créditos de un país a otro. Sin embargo, aún no se ha alcanzado plenamente la ambición de que la transferencia de créditos con arreglo al ECTS sea automática en toda Europa.
  6. Reconocimiento de las calificaciones:
    • En la mayoría de los casos, las decisiones sobre el reconocimiento se dejan en manos de la institución de educación superior a la que pertenece cada estudiante. Como las prácticas institucionales varían, a menudo es difícil determinar si la práctica de reconocimiento es, de hecho, automática.
    • En la actualidad, 13 sistemas de educación superior practican el reconocimiento automático a nivel de sistema de las calificaciones de todos los países del EEES. Otros 15 sistemas informan de que tienen reconocimiento automático para algunos países europeos.
    • Entre el grupo de países que aplican el reconocimiento automático a nivel de sistema, Dinamarca, Grecia y Noruega son los únicos en los que las instituciones de educación superior no tienen responsabilidad alguna en las decisiones de reconocimiento.

Localización del informe

Esta publicación se encuentra a disposición de cualquier persona interesada en la página web de Eurydice España – REDIE o en la de Eurydice Europa.

Para estar al día de las novedades de Eurydice, suscríbete a nuestro boletín informativo o visita las páginas web de la red Eurydice en España y en la Comisión Europea:

Otros boletines o artículos relacionados: