¿Y si en realidad el aventurero Arcadio no era más que
una invención de un gris funcionario del Estado, hijo de la señora
Eustaquia y tío de quien esto escribe? ¿Y si permaneció
todo aquel tiempo de asueto sin salir de España, recluido en
una barata pensión de provincias leyendo y leyendo libros, enciclopedias,
revistas de agencias de viajes, acumulando, en fin, los más variopintos
saberes, mientras fantaseaba con su otro yo cosmopolita, con el hombre
de acción que le hubiera gustado ser?
Velas y vientos
Velas y vientos cumplan mi deseo
harán caminos por la mar dudosos
contra el maestre y el poniente veo
levante y el xaloque muy furiosos,
con griego y tramontana, que bien creo
le ayudarán con ruegos amorosos
porque estos cinco soplen de manera
que vuelva yo donde siempre estar quisiera.
Ausias March
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