Hola, me llamo Rosa Ezquerra y soy maestra y directora de un centro público de educación infantil y primaria en Logroño, La Rioja.
Del 2 al 13 de julio he realizado una estancia profesional en el Reino Unido, en el colegio Grasmere Academy de la localidad de killingworth, cercana a Newcastle.
El colegio cuenta con 95 alumnos y alumnas que proceden, en una mayoría, de familias vulnerables con problemas de desempleo y adaptación social.
De entre todo lo que he visto y vivido durante esta quincena, quiero comentar el tema de la evaluación y el ranking de centros que lleva a cabo la OFSTED, The Office for Standards in Education, Children’s services and skills, encargada de inspeccionar los servicios educativos y las destrezas que adquieren los estudiantes a lo largo de su trayectoria escolar. Las calificaciones, que la oficina de evaluación puede otorgar a un centro educativo, de menor a mayor puntuación son las siguientes: Inadequate, Required improvement, Good y Outstanding. Grasmere Academy fue calificada como “inadecuada” en el año 2013. En la inspección del curso 2017 ha obtenido la calificación de “buena”.
En el curso 2015, y tras un año muy duro para el centro con cambios a muchos niveles, organizativos y de recursos tanto humanos como materiales, comenzaron REAL PROJECT LEARNING una metodología basada en el aprendizaje por proyectos con la que querían dar un cambio al centro, apostando por un enfoque más acorde a la realidad de su alumnado y que está obteniendo muy buenos resultados. Se han implicado en una educación que trabaja la inteligencia emocional como eje prioritario de todas las actuaciones. El colegio lo han transformado en un lugar seguro para el alumnado y muy acogedor. Tienen un aula que llaman ZEN DEN donde los niños y niñas pueden acudir siempre que se sientan intranquilos, nerviosos, inseguros… Sus programas estimulan los hábitos de vida saludable y de equilibrio personal para conseguir que el éxito no venga condicionado por el nivel social de las familias. Al menos no exclusivamente.
Ha sido una experiencia personal y profesional muy enriquecedora. Recomiendo a los docentes participar en estas convocatorias que nos hacen tener otra mirada y abrir nuestra mente a distintas propuestas educativas. Gracias al programa de estancias profesionales por permitirnos esta experiencia. Y enhorabuena por la iniciativa.
