Estancia profesional en Olva College Assebroek

Participar durante quince días en la vida del centro OLVA constituye una experiencia única, tanto por lo que nos ha permitido aprender y compartir como por lo que hemos descubierto que ya compartíamos.

Desde un punto de vista docente, constatamos que no hay tantas diferencias: los libros de texto no son exactamente iguales, pero los temas y el tipo de ejercicios coinciden; el enfoque metodológico es similar; los recursos y herramientas informáticas también son iguales, aunque en OLVA utilizan la tecnología con mucha más frecuencia; los sistemas de evaluación son un poco distintos, y la estancia nos ha permitido intercambiar material y técnicas que puedan mejorar nuestra práctica docente.

La atmósfera en el centro es muy distinta. Los alumnos acuden al centro en bicicleta (las rutas para bicicletas son magníficas, seguras y accesibles); las clases cuentan con enormes ventanales a ambos lados, lo que permite que tanto aulas como pasillos tengan mucha luz, y es posible observar la marcha de las clases en cualquier momento; mochilas y abrigos pueden permanecer en los estantes, taquillas y percheros habilitados para su uso sin desaparecer (aunque se recomienda no dejar móviles y aparatos electrónicos). Y sobre todo, el silencio: uno puede pasear por el centro y ver cómo las clases se desarrollan con normalidad y el ambiente es tranquilo. Incluso si tenemos en cuenta que en OLVA son los alumnos los que se desplazan de aula para las distintas clases.

Un punto en común adicional es el interés en ambas partes de establecer un contacto de trabajo entre los alumnos que contribuya a su formación. En el presente se ha empezado a trabajar en esta línea con un pequeño grupo de alumnos y en breve ampliaremos la experiencia a otros grupos.

 

Carmen de Soignie Fernández

IES Alonso de Ercilla (Ocaña)