Durante mi estancia en el instituto Johann-Philipp-ReisSchule (Weinheim, Alemania) me interesaba especialmente la enseñanza y aprendizaje de Alemán para emigrantes (DAZ) a los jóvenes de este centro. Esta situación es una novedad en este instituto y en todos los de Alemania. Desde el año 2015 este país ha recibido más de dos millones de emigrantes, muchos de ellos refugiados políticos, procedentes de zonas de conflicto y en su mayoría jóvenes adolescentes.
Ha sido muy gratificante comprobar cómo esa generosidad de Alemania, iba acompañada de un esfuerzo por la integración. Es primordial que estos jóvenes puedan formarse y acceder al mercado laboral y así tener oportunidades de incorporarse con normalidad en la sociedad alemana.
He asistido a las clases de DAZ de estos grupos con mucho interés, el aprendizaje para ellos no es fácil: en muchos casos no conocen al alfabeto latino, han estado muy pocos años escolarizados y tienen dificultades para permanecer concentrados durante varias horas como es habitual en los centros de enseñanza europeos.
Tampoco es una tarea sencilla para los profesores encargados de impartir estas clases. Conseguir un progreso equilibrado en una clase con tan diversas nacionalidades y tanta heterogeneidad es muy complicado. Sin embargo, los profesores que las imparten están muy implicados en esta tarea.
Tuve ocasión de dar clases en estos grupos y comprobar las dificultades que ofrece el aprendizaje de alemán (gramaticales y de vocabulario) para alumnos con otras lenguas no latinas (algo que no sucede en mi EOI), sin embargo, muestran mucho interés por todas las explicaciones y demuestran una gran capacidad para el aprendizaje. La situación de inmersión en la que se encuentran facilita la práctica constante del idioma.
La experiencia ha sido enormemente enriquecedora y muy motivadora. Agradezco a los profesores del centro, especialmente al profesor anfitrión, la ayuda que me han brindado y el esfuerzo que han hecho por convertir estos días en una estancia inolvidable.
