Buscando respuestas a nuestros resultados en PISA

El principal objetivo de este trabajo es proporcionar un estudio más exhaustivo de los factores que influyen en el decaimiento del rendimiento de los estudiantes españoles siguiendo una metodología similar a la empleada por los economistas Borghans y Schils. Balart y Cabrales estudian el decaimiento del rendimiento de los estudiantes españoles en la prueba Pisa 2009 con tres objetivos: 1. Determinar qué características personales y familiares afectan al decaimiento en el rendimiento y las habilidades no cognitivas; 2. llevar a cabo una primera aproximación sobre la incidencia que pueden tener algunas decisiones en política educativa sobre las habilidades no cognitivas y, 3. estudiar si existen diferencias relevantes en el decaimiento entre comunidades autónomas y ver si esto contribuye a explicar las notables disparidades en los resultados PISA que se observan entre autonomías.

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Figura 1 . Porcentaje de respuestas correctas de los estudiantes a medida que avanza la prueba PISA. Elaboración propia a partir de los microdatos de la muestra española PISA 2009.

Los autores comienzan distinguiendo entre los conceptos de “habilidades cognitivas” y “no cognitivas”. El primero se refiere a aquellos conocimientos evaluados en las pruebas de competencias, como la habilidad lectora o los conocimientos en ciencias y matemáticas de los estudiantes, mientras que las habilidades no cognitivas inciden en aspectos relacionados con la personalidad de los estudiantes, como su motivación intrínseca o perseverancia. Sin embargo, dada la no observabilidad directa de las habilidades cognitivas y no cognitivas, existe un complejo problema de identificación que constituye el principal obstáculo en este campo de estudio.

Sin embargo, existen algunas estrategias para diferenciar entre estos dos tipos de habilidades. Como apuntan Borghans y Schils (2012), en pruebas estandarizadas como PISA, generalmente los estudiantes responden peor a las últimas preguntas que a las primeras. Estos autores llaman a este fenómeno el decaimiento en el rendimiento y muestran como su correlación con el resultado de la prueba es baja. Esta baja correlación significa que el decaimiento en el rendimiento no está relacionado con las habilidades de lectura, ciencias o matemáticas evaluadas en el test. Los conocimientos adquiridos no son susceptibles de variar durante el desarrollo de la prueba, por lo que los autores defienden que otros factores, como la motivación intrínseca, la perseverancia o la concentración son susceptibles de manifestarse a través de un mayor decaimiento. Es preciso señalar además en este punto que los estudiantes que participan en PISA realizan las preguntas en órdenes aleatorios y diferentes entre ellos, por lo que el decaimiento no puede atribuirse tampoco a que las preguntas más complejas se realicen al final. Por tanto Borghans y Schils vinculan el decaimiento del rendimiento a la influencia de las habilidades no cognitivas y muestran como el decaimiento esta correlacionado con algunas medidas de la personalidad. También muestran que el decaimiento del rendimiento tiene poder explicativo sobre indicadores futuros de desarrollo personal y profesional de los individuos.

Los resultados del estudio de Balart y Cabrales muestran que muchas de las variables que afectan al resultado en las pruebas PISA de los estudiantes no afectan necesariamente al decaimiento de su rendimiento, como por ejemplo las interrupciones en clase, el mes de nacimiento, el número de libros en casa o cursar más de un año de educación infantil. Por otro lado, el estatus socioeconómico índice positivamente en experimentar un menor decaimiento en el rendimiento, aunque su relación con la puntuación al inicio de la prueba es significativamente mayor.

Gracias al estudio, se puede analizar las características susceptibles de ser modificadas a través de política educativa. Así, el gusto por la lectura está correlacionado con un menor decaimiento en el rendimiento. Esto sugiere que el fomento de la lectura podría ser una buena medida para fomentar las habilidades no cognitivas que se reflejan en un menor decaimiento. En segundo lugar, una mayor proporción de chicas en el aula reduce el decaimiento en el rendimiento experimentado por los chicos. Este resultado sugiere que parte de los efectos de pares positivos documentados en la literatura que reciben los chicos mediante la coeducación se transmiten a través de las habilidades no cognitivas.

El uso de tecnologías de la información, parece tener un efecto negativo sobre el decaimiento en el resultado, lo cual va en la línea de algunas advertencias recientes sobre los posibles problemas de atención que provoca un (mal) uso de la tecnología.

Finalmente, se pueden apreciar diferencias en el decaimiento del rendimiento en las distintas comunidades autónomas, pero estas desaparecen una vez que se tiene en cuenta el estatus socioeconómico de sus habitantes. Por tanto, el alto nivel del decaimiento en el rendimiento es un problema generalizado en el conjunto del país que deberá ser tenido en cuenta para conseguir el objetivo de mejorar el rendimiento educativo de los alumnos.

En resumen, las habilidades no cognitivas, como la perseverancia y la motivación, son un factor explicativo de gran valor a la hora de entender los resultados en las pruebas competencia.

Rafael López-Meseguer. Fundación Europea Sociedad y Educación

 

Imagen de portada:  Flickr Universidad EAFIT

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