PISA, además de la evaluación de las competencias tradicionales, a saber, ciencias, lectura y matemáticas, en cada ciclo incorpora una competencia innovadora. En PISA 2015 se introdujo una nueva área, la resolución colaborativa de problemas (CPS por sus siglas en inglés, collaborative problem solving). El 21 de noviembre de 2017 se publicará el quinto y último volumen de PISA 2015, en el que se dará cuenta de la competencia de los estudiantes en resolución colaborativa de problemas.
Hasta 2015 la resolución de problemas aludía únicamente al método utilizado por cada uno de los individuos para alcanzar la respuesta a una situación planteada. De hecho, en PISA 2012 se evaluó la resolución de problemas. Frente a ésta, la resolución colaborativa de problemas plantea numerosas ventajas como: la división efectiva del trabajo, la incorporación de información procedente de múltiples perspectivas, experiencias y fuentes de conocimiento, y una mayor creatividad y calidad de las soluciones aportadas por los diferentes miembros de los grupos de trabajo.
En el marco teórico de PISA se define la resolución colaborativa de problemas como la capacidad de un individuo para involucrarse de manera efectiva en un proceso a través del cual dos o más agentes intentan resolver un problema compartiendo la comprensión y el esfuerzo necesario para llegar a una solución y aunando sus conocimientos, destrezas y esfuerzos para este fin.
La resolución colaborativa de problemas es un mecanismo inherentemente complejo que incorpora componentes de cognición presentes en la resolución individual de problemas y los componentes propios de la colaboración. Los componentes cognitivos de la resolución individual de problemas abordan la comprensión y representación del contenido del problema, la aplicación de estrategias para resolverlos, y la puesta en práctica de procesos de autorregulación y metacognitivos para monitorizar el progreso orientado al objetivo (Funke, 2010; Glaser, Linn and Bohrnstedt, 1997; Hacker, Dunlosky and Graesser, 2009; Mayer, 1998; O’Neil, 1999). Sin embargo, comprometerse con otros miembros del grupo para una tarea colaborativa requiere destrezas cognitivas y sociales más amplias que posibiliten una comprensión mutua, el conocimiento y la circulación de información, la creación de la organización del equipo, y las acciones coordinadas para solucionar problemas (Dillenbourg, 1999; Fiore et al., 2010).
La definición de resolución colaborativa de problemas incorpora tres competencias clave:
- Establecer y mantener una comprensión mutua.
- Adoptar las medidas adecuadas para resolver un problema.
- Establecer y mantener la organización del equipo.
Estas tres competencias provienen de la combinación de los procesos de resolución de problemas de forma individual y colaborativa. Los procesos de resolución individual de problemas ya se definieron en el marco teórico de PISA 2012: explorar y comprender, representar y formular, planificar y ejecutar, y supervisar y reflexionar. Las competencias de CPS se ven influidas también por factores como la tarea, la composición del equipo, el medio en el que se aplica la tarea, así como el contexto global en el que se desarrolla la resolución el problema. En la siguiente tabla, se muestran estos componentes:
OECD (2015). PISA 2015 Assessment and Analytical Framework: Science, Reading, Mathematic, Financial Literacy and Collaborative Problem Solving. Paris: OCDE.
El diagrama que se muestra a continuación esquematiza los factores que influencian la competencia de resolución colaborativa de problemas, así como los procesos cognitivos y sociales que comprenden las destrezas en el marco de los contextos de resolución colaborativa de problemas, como se definen para PISA 2015. En concreto, las destrezas clave del cuadro anterior y más información sobre el papel del contexto del alumno y de la tarea.
OECD (2015). PISA 2015 Assessment and Analytical Framework: Science, Reading, Mathematic, Financial Literacy and Collaborative Problem Solving. Paris: OCDE.
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