8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer

Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres.

La relación entre la educación y la igualdad de género ya viene marcada por el objetivo cuarto de la Agenda 2030 de la Asamblea General de las Naciones Unidas bajo el título: “Objetivo 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.

Sin embargo, la brecha de género aparece reflejada en los resultados educativos de los alumnos. Los niveles de escolaridad, el rendimiento en las diferentes evaluaciones de competencias y la selección de estudios en las diferentes etapas educativas, así como el paso al mundo laboral, son algunos de los aspectos en los que se muestran diferencias significativas entre chicos y chicas.

«En el Día Internacional de la Mujer, debemos comprometernos a hacer todo lo posible para superar los prejuicios arraigados, apoyar la participación y el activismo y promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer». — António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

Desde el INEE queremos aportar algunos apuntes sobre la situación de las mujeres dentro del sistema educativo y cómo estos resultados se traducen después en el ámbito laboral. Por ello, aquí se van a aportar los datos más recientes de los que se disponen sobre la situación de las mujeres y las niñas en el sistema educativo. Desde las tasas de escolaridad, pasando por los resultados de los informes internacionales, la selección de estudios superiores en sus diferentes áreas de estudio y la distribución por niveles de las profesoras, piezas fundamentales de la educación en España.

A nivel educativo, según la UNESCO, el número de países que ha conseguido la paridad de género, tanto en Educación Primaria como Secundaria, se ha incrementado de 36 (2000) a 62 (2015). Aunque es algo positivo, la evolución lograda resulta insuficiente, ya que solo uno de cada tres países del mundo ha alcanzado la Educación para Todos en la totalidad de los objetivos.

En el caso de España, la tasa neta de escolarización de 16 a 18 años en el curso 2015/16 fue de un 95,4%, lo cual nos sitúa en el tercer puesto dentro de Europa. Si desglosamos estos datos por género, se observa que la tasa de escolarización femenina en España  es superior a la masculina en la enseñanza obligatoria y post obligatoria.

Fuente: Datos y cifras. Curso 2017-2018. MECD

Esta diferencia se refleja también en la tasa de abandono educativo temprano. Aunque tiene una tendencia descendente en ambos casos, las mujeres tienen una tasa de abandono bastante inferior a la de los hombres, con un 14,5% frente a un 21,8% en el año 2017.

Fuente: Datos y cifras. Curso 2017-2018. MECD

En cuanto a su paso por el sistema educativo, la Educación Primaria y Secundaria Obligatoria muestran que las diferencias de género son patentes en los resultados de las diferentes evaluaciones internacionales. Así, PISA, TIMSS y PIRLS demuestran que sigue existiendo una brecha educativa en cuanto a resultados en competencias se refiere: los chicos siguen siendo mejores en matemáticas, aunque con una diferencia menor que la que se muestra en la competencia de lectura, donde las chicas siguen a la cabeza. En ciencias, aunque las diferencias son menores, todavía son los chicos quienes mejores resultados obtienen. Sin embargo, podemos encontrar casos, como el finlandés, donde son las chicas las que obtienen mejores resultados que sus compañeros. Analizados en más detalle, encontramos los siguientes resultados:

PISA 2015.

Es un resultado recurrente en las evaluaciones comparativas internacionales la diferencia de género existente en matemáticas, a favor de los chicos, y en lectura, a favor de las chicas, estas últimas por un margen aún mayor. En ciencias las diferencias por género no aparecen tan acentuadas.

PISA, el Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, de la OCDE, evalúa cada tres años las competencias matemática, lectora y científica de la población de 15 años de los países y regiones participantes, 70 en 2015. El dominio troncal en PISA 2015 fue la competencia científica. En ciencias, la diferencia entre las puntuaciones de alumnos y alumnas (495, chicos; 491, chicas) alcanzó 4 puntos en el promedio de los países de la OCDE  y 6 puntos a favor de los chicos en el valor total de la UE (498, chicos; 492, chicas), ambas estadísticamente significativas.

En PISA 2015, en España, la diferencia en ciencias a favor de los chicos (496, chicos,  489, chicas) es de7 puntos, mayor, por tanto, que la del promedio de los países de la OCDE  y que el total de la Unión Europea. En cuanto a las comunidades autónomas, en 2015 todas ampliaron muestra, y  en todas ellas, los chicos siempre alcanzan mejores resultados en ciencias que las chicas.

Si se observan estos datos a nivel internacional, esta diferencia a favor de los chicos es muy superior en países como Austria (19 puntos de diferencia a favor de los chicos), Italia (17), Chile (15), Japón (14) y Bélgica (12). La diferencia a favor de las chicas se observa en países como Finlandia (19), Bulgaria (15), Malta (11) y Letonia (11).

En lectura, el rendimiento de las chicas es significativamente más alto que el de los chicos. No hay ninguna excepción. En el conjunto de países de la OCDE, la diferencia a favor de las chicas es de 27 puntos (506, chicas; 479, chicos) y de 24 puntos en el valor total de la UE (507, chicos; 483, chicas). En España, la diferencia por género es inferior al promedio de la OCDE. En España,  las chicas alcanzan una media de 506 puntos y los chicos, de 485, diferencia 21 puntos a favor de las alumnas, aunque todavía 6 puntos menor que el promedio de la OCDE.

En el contexto internacional, Bulgaria presenta la brecha de género más amplia, 47 puntos a favor de las chicas, mientras que Chile e Irlanda son los países que presentan menores diferencias entre las puntuaciones medias de ambos sexos en comparación con el resto de los países de la OCDE (12 puntos a favor de las alumnas en los dos países).

En matemáticas, a diferencia de lectura, los chicos consiguen mejores resultados que las chicas .aunque las diferencias son menores. La diferencia entre los resultados de alumnos y alumnas alcanza 8 puntos en el promedio de los países de la OCDE (494 chicos; 486 chicas) y 11 puntos en el total UE, a favor de los chicos (498 chicos; 487 chicas).

En España, la diferencia a favor de los chicos es de 16 puntos (494 chicos; 478 chicas), brecha mayor que la del promedio de los países de la OCDE.

A nivel internacional, las mayores diferencias se observan en Austria, Italia y Chile, con 27, 20 y 18 puntos respectivamente. En Singapur, donde se establecen los mejores resultados, no se observan diferencias entre chicos y chicas: ambos grupos consiguen el primer puesto en sus respectivas categorías con 564 puntos. Únicamente en Finlandia, las chicas obtienen resultados significativamente mejores que los chicos en matemáticas.

TIMSS 2015

TIMSS es el estudio de la IEA que cada cuatro años evalúa las competencias matemática y científica en alumnos de 4º grado de los países y regiones participantes. En TIMSS 2015 participaron 49. En TIMSS 2015, el rendimiento de los alumnos españoles fue significativamente mayor que el de las alumnas tanto en matemáticas como en ciencias, con diferencias más amplias que las medias internacionales.

En matemáticas, la media obtenida fue de 511 para los alumnos y 499 para las alumnas, con una diferencia de 12 puntos, mayor que la diferencia en el promedio OCDE‐24 (6 puntos: 528 chicos; 522 chicas) y el total UE (7 puntos: 523 chicos, 516 chicas). En ciencias las medias fueron de 521 y 515 para alumnos y alumnas respectivamente, una diferencia de 6 puntos, también mayor que la diferencia en el promedio OCDE‐24 (2 puntos: 529 chicos; 527 chicas) y el total UE (2 puntos: 523 chicos; 521 chicas).

En general, las puntuaciones de los alumnos superan a las de las alumnas en media, tanto en los promedios internacionales como en cada país. Hay que señalar que solo en Finlandia la diferencia es significativa a favor de las alumnas.

PIRLS 2016

PIRLS es el estudio de la IEA que cada cinco años evalúa la comprensión lectora en alumnos de 4º grado de los países y regiones participantes. En PIRLS 2016 participaron 60. En la práctica totalidad de los países, se da una diferencia significativa a favor de las alumnas, en línea con el resto de evaluaciones internacionales, lo cual pone de manifiesto que las diferencias por sexo aparecen a edades tempranas, aunque estas sean más acusadas cuando los alumnos alcanzan los 15 años, como evidencia PISA.

En PIRLS 2016 la diferencia entre chicos y chicas es de 8 puntos en el caso de los alumnos españoles (532 chicas; 524 chicos), menor que los 10 puntos de los países OCDE (547 chicas; 537 chicas) y los 11 de los países UE (546 chicas; 535 chicos).

A pesar de que la diferencia en España es significativa, es de las más bajas de todos los sistemas objeto del estudio, únicamente menor o igual en Estados Unidos, Francia, Italia, Austria y Portugal. Las diferencias significativas varían desde los 6 puntos de Austria a los 22 de Finlandia.

Si nos centramos en los niveles post-obligatorios, podemos comprobar que las diferencias comienzan a acusarse en la selección de estudios.

A la hora de elegir la modalidad de Bachillerato comienzan a notarse las diferencias. Según los datos de 2015/2016, el 44,6% de los chicos elige la opción de Humanidades y Ciencias Sociales, frente al 51,1% de las chicas. En el caso del Bachillerato de Artes, el 4% de los chicos elige esta opción, frente al 6,7% de las chicas. En cambio en el 50,6% de los chicos eligen el de Ciencias y Tecnología, mientras que sólo el 42,2% de las chicas opta por esta modalidad. Por tanto, existe una diferencia clara en la orientación de los hombres y mujeres a la hora de elegir la modalidad del bachillerato, lo que claramente marcará sus futuras opciones laborales.

Fuente: Datos y cifras. Curso 2017-2018. MECD

En cuanto a los niveles superiores, encontramos que los datos de las mujeres matriculadas en la universidad, por rama de conocimiento, han seguido la evolución que se observa en la siguiente tabla:
Las mujeres se han incorporado de manera progresiva a la universidad desde que en 1910 se publicase una Real Orden del Ministerio de la Instrucción Pública, que permitió la matriculación de alumnas en todas las universidades, hasta llegar a superar en porcentaje a los varones. Sin embargo, si nos detenemos a analizar las ramas de estudio, podemos observar que existen grandes desequilibrios. Mientras que las mujeres son una abrumadora mayoría en los campos de ciencias sociales y ciencias de la salud, la infrarrepresentación de mujeres en los estudios de ingeniería y arquitectura demuestra que los roles de género y sus expectativas siguen afectando de manera muy marcada en qué proyectos de vida se fraguan ya desde la selección de carrera.

Fuente: Evolución de los estudiantes matriculados y egresados por titulación. Cursos 2008 a 2016. MECD.

Comparándonos con el resto de la Unión Europea, el porcentaje de población de 30-34 años que ha alcanzado el nivel de formación superior en el año 2016 nos sitúa ligeramente por encima que la media, siendo esta de un 39,1% y la de España un 40,1%. La población española de entre 25-34 años en el año 2016, tienen educación secundaria de segunda etapa un 23,2% de los hombres frente a un 21,4% de las mujeres, existiendo por tanto poca diferencia entre sexos. Pero en cuanto a la educación superior se encuentra un 38,1% de hombres frente a al 53,25 de las mujeres. Todo ello quiere decir que de la población que se encuentra dentro de esta franja de edad, las mujeres tienen un nivel de formación superior al de los hombres.

Finalmente, destaca la labor de las profesoras que según los datos para el curso 2015-2016 suponen un 71,6% del total de docentes. No obstante, las diferencias de género también se pueden apreciar y la desigual presencia de ambos en los diferentes niveles educativos: ellas son amplia mayoría hasta que llegamos a los niveles superiores de educación. Mientras que el porcentaje de maestras (Educación Primaria) supera el 80%, la proporción de mujeres en la universidad es claramente inferior: son el 39,9 de las titulares en universidades públicas y sólo 20,8% del total de catedráticos según datos del curso 2015-2016.

Fuente: Datos y cifras. Curso 2017-2018. MECD