El espacio europeo de educación superior en 2020: informe sobre la implementación del proceso Bolonia

El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), compuesto por 48 países, ha evolucionado durante 20 años y en el presente se enfrenta a un hito sin precedentes: una pandemia de salud mundial que afecta a todos y está teniendo un gran impacto, no solo en nuestra salud, sino también en cómo enseñamos, aprendemos y hacemos investigación.

¿Hacia dónde se ha estado dirigiendo el Espacio Europeo de Educación Superior desde la Conferencia de París de 2018? El nuevo informe ‘The European Higher Education Area in 2020: Bologna Process Implementation Report‘ da respuesta a esta pregunta en sus seis capítulos, presentando una imagen detallada de este proceso.

La nueva edición del informe muestra todos los avances realizados durante las dos últimas décadas en movilidad, garantía de calidad y reconocimiento. En el documento se describe cómo los sistemas de educación superior europeos han avanzado con reformas nacionales, pero no todos lo han hecho al mismo ritmo. Como consecuencia, se han alcanzado diferentes niveles de implementación, por lo que las bases del EEES aún necesitan ser reforzadas. La colaboración demuestra que la implementación en un determinado país funciona mejor cuando se tiene en cuenta la experiencia en otros países. Esto último se pone de manifiesto al observar cómo las actividades de apoyo entre países, implementadas después de la última Conferencia Ministerial de Bolonia en París, están dando sus frutos para potenciar la consecución de los compromisos clave de Bolonia, gracias, entre otras cosas, a las movilidades Erasmus+.

En esta publicación se describe cómo se han conseguido logros sin precedentes en el desarrollo de estructuras de titulaciones para el proceso de convergencia europea de estudios universitarios. Hoy en día, el número total de estudiantes en educación superior ha llegado a más de 38 millones. El informe también señala el trabajo que necesitamos para el futuro en algunas áreas como la dimensión social y la inclusión de grupos subrepresentados, ya que la idea de que la educación superior debe reflejar la diversidad de las poblaciones está lejos de ser alcanzada.

Ahondando en el contenido de cada capítulo, el capítulo 1 presenta una descripción actual sobre las condiciones de la educación superior en los diferentes países: la población de estudiantes, el personal académico, las instituciones y el gasto en educación superior. En cuanto al capítulo 2, se hace una revisión sobre el progreso en las reformas en educación terciaria y se describen indicadores cualitativos como carga de trabajo en los diferentes ciclos o los marcos nacionales de cualificaciones. Por su parte, en el capítulo 3 se pone de manifiesto que el incremento en la garantía de calidad en educación superior es uno de los logros más destacables de las últimas dos décadas y que su mejora supone un reto para los próximos años. En lo que respecta al reconocimiento de estudios, se describe el grado de aplicación en los diferentes países del EEES del marco que se estableció en la Convención para el Reconocimiento de Lisboa. En el capítulo 4 se examina la dimensión social desde una perspectiva histórica, para después hacer una descripción de la situación actual con indicadores estadísticos sobre varios aspectos, con especial atención en la participación de los grupos subrepresentados. A continuación, en el capítulo 5 se analizan algunos aspectos sobre la internacionalización y la movilidad. Por último, en el capítulo 6 se hace propuesta de cómo el EEES y sus países miembros, las instituciones de educación superior, los estudiantes y todos los agentes involucrados deben evolucionar y qué políticas se deberían llevar a cabo.

Ejemplo de análisis del capítulo 1. En 2017, Turquía, Grecia, Dinamarca, los Países Bajos, España y Finlandia tenían unas tasas de escolarización en educación superior, para edades entre 18 y 34 años, superiores al 20 %

Este informe se ha preparado para la Conferencia Ministerial que se va a llevar a cabo el 19 y el 20 de noviembre de 2020 en Roma. Se va a garantizar que la cooperación europea en educación superior se cumpla plenamente. Las recientes Comunicaciones de la Comisión sobre el Espacio Europeo de Educación, la Educación Digital, el Plan de Acción y el Espacio Europeo de Investigación proporcionan una visión para trabajar hacia un área de conocimiento que implica la importancia de las universidades en la educación superior, la investigación, la innovación y el servicio a la sociedad. Las iniciativas propuestas mejorarán, a través de políticas y programas de la UE, un sistema de educación superior inclusivo, innovador, interconectado y preparado digitalmente como clave para colaborar con el Pacto Verde Europeo y los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. La inclusión de estudiantes de entornos desfavorecidos debe convertirse en una realidad y no simplemente en una aspiración común, ya que todos los ciudadanos deben poder desarrollar todo su potencial para que los países del EEES puedan cumplir el suyo. Tras la conferencia, se pretende reforzar el papel de la educación superior en el aprendizaje permanente. Por su parte, las alianzas de universidades europeas, con el apoyo de los programas Erasmus + y Horizonte Europa, actuarán como modelos a seguir a través de formas de aprendizaje más flexibles y modulares. Por último, el nuevo programa Erasmus + 2021-2027 proporcionará un apoyo concreto a la comunidad de educación superior en general para alcanzar los objetivos marcados, y a la iniciativa europea de una tarjeta de estudiante que facilitará el intercambio completo de datos institucionales y de estudiantes respetando la privacidad y la seguridad.

Se pretende que el Espacio Europeo del Conocimiento actúe como motor del Proceso de Bolonia, inspirando y apoyando a otros países miembros del Espacio Europeo de Educación Superior para que se beneficien de este camino.

Este informe es resultado de la estrecha colaboración entre el Grupo de Seguimiento de Bolonia (BFUG), Eurostat, Eurostudent y Eurydice, y en su preparación también han participado la Asociación Europea de Universidades, el Sindicato Europeo de Estudiantes y el Registro Europeo para el Control de Calidad en la Educación Superior.