¿Por qué hay más mujeres que hombres en Educación Terciaria?

Education Indicators in Focus n.º 79 marzo 2021

En España, como en la mayoría de los países de la OCDE, el porcentaje de mujeres con estudios de Educación Terciaria ha crecido de manera constante, cerrando la histórica brecha de género a favor de los hombres. En 2019, el 52,4 % de las mujeres entre 25 y 34 años de España tenían estudios de Educación Terciaria, mientras que el porcentaje de hombres con Educación Terciaria, en este grupo de edad, era del 40,6 %. Una situación similar se daba en la media de la OCDE (51,3 % de mujeres frente al 38,9 % de hombres) y la media Unión Europea-23 (51,4 % de mujeres frente al 37,5 % de hombres). Las dinámicas que han provocado esta transformación son variadas, pero, entre otros factores, destacan dos: el mejor desempeño durante la Educación Secundaria postobligatoria (Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio en España) y las expectativas profesionales tras completar los estudios de Educación Terciaria.

La segunda etapa de Educación Secundaria es un periodo decisivo en la trayectoria educativa de los jóvenes y desempeña un papel importante en sus elecciones, una vez finalizado este periodo de escolarización. Además, permite empezar a comprender la interacción de los factores que afectan a la transición del alumnado a la Educación Terciaria.

En el promedio de los países de la OCDE, se da prácticamente la paridad de género entre quienes se gradúan en la segunda etapa de Educación Secundaria, pues, en 2018, el 51 % eran mujeres. Sin embargo, hay diferencias importantes entre países, desde el 47 % de mujeres graduadas en Hungría a más del 55 % de Finlandia y Nueva Zelanda. En España, las graduadas eran el 52 %, con importantes diferencias entre las vías de Bachillerato y de Formación Profesional.

La brecha de género aumenta cuando se analiza el porcentaje de mujeres entre quienes acceden por primera vez a Educación Terciaria. En la media de la OCDE, las mujeres representan el 54 % y en España, son el 53 %. En prácticamente todos los países aumenta el porcentaje respecto al de graduadas en segundo ciclo de Educación Secundaria. En República Checa, Islandia y Suecia este aumento es de más de ocho puntos porcentuales y solo disminuye en Colombia, Finlandia y México. (Figura 1)

Figura 1. Porcentaje de mujeres entre los graduados por primera vez en Educación Secundaria y acceso por primera vez a Educación Terciaria

Las diferencias de género en los programas de orientación profesional y perfiles educativos elegidos durante la segunda etapa de Educación Secundaria ofrecen más oportunidades a las chicas respecto a los chicos en el acceso a la Educación Terciaria.

En España las mujeres son mayoría en Bachillerato y representan el 53 % del total. Las chicas son mayoría en el Bachillerato de Artes (70,2 %), Humanidades (63,6 %) y Ciencias Sociales (55,3 %) y casi la mitad en el de Ciencias (47,3 %). Después de los dos años, el 63,1 % de las chicas se gradúan cuando, en el caso de los chicos, son el 47,6 %. En Formación Profesional, las mujeres representan el 29,3 % del alumnado de FP Básica, el 43,7 % en Grado Medio y el 47,7 % en Grado Superior

El incremento en la variedad de cursos universitarios y los cambios en las cualificaciones que requiere el mercado de trabajo pueden explicar el crecimiento de las mujeres en Educación Terciaria. Por ejemplo, son mayoritarias en estudios relacionados con la educación, la salud o el bienestar. Además, las actitudes sociales positivas hacia la expansión de la Educación Terciaria entre las mujeres y el cambio de estatus que les supone la adquisición de estudios superiores han tenido influencia en el incremento de las mujeres en educación superior.

La gran variedad de programas de Educación Terciaria y el cambio de la percepción en el rol de las mujeres en la sociedad está motivando a las mujeres a elegir Educación Terciaria

Figura 2. Porcentaje de mujeres entre el alumnado de los grados universitarios de Educación Terciaria en España 

Conseguir una titulación de Educación Terciaria supone también un mayor beneficio en el mercado de trabajo para las mujeres que para los hombres, tanto a nivel de empleabilidad como en retribuciones salariales.

En todos los países de la OCDE, tener una cualificación de Educación Terciaria reduce el riesgo de desempleo en comparación con quienes solo alcanzan el nivel de segunda etapa de Educación Secundaria, pero las mujeres se benefician relativamente más que los hombres. La tasa de desempleo para ellas disminuía en 2018 desde el 9 %, cuando se posee el nivel de segunda etapa de Educación Secundaria, al 6 %, para las que tienen Educación Terciaria. Para los hombres, pasaba del 6 % al 5 %. En España, en el año 2019, la tasa de desempleo disminuía del 19,5 %, para las mujeres con nivel de segundo ciclo de Educación Secundaria, al 12,5 %, para aquellas con Educación Terciaria. En los hombres, el descenso era menor, al pasar del 13,9 % al 10,8 %, cuando aumenta el nivel educativo.

Figura 3. Tasa de paro en adultos entre 25 y 34 años, según el nivel educativo y género (2018)

En conclusión, entender las dinámicas asociadas al género en la transición entre etapas educativas puede ayudar a establecer objetivos que apoyen el acceso igualitario a la educación, así como la calidad y la efectividad en el acceso al mercado de trabajo. Las diferencias en la orientación de los programas y el perfil educativo de las mujeres en los centros de Educación Secundaria puede estar favoreciendo su acceso a la Educación Terciaria más que el de los hombres. Los cambios que se producen en la oferta educativa de educación superior y el valor social de la educación universitaria para las mujeres también pueden estar influyendo en su elección. Además, suelen obtener una ventaja relativa mayor que los hombres al completar estudios terciarios, tanto a nivel de empleo como de ingresos, lo que está haciendo que la educación superior sea todavía más atractiva para las mujeres.

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