Las nuevas necesidades y demandas que plantea la Sociedad de la Información y el Conocimiento han impulsado una revisión y reorganización de las prioridades educativas para el siglo XXI. Como manifiestan distintas instituciones, el papel y la responsabilidad del docente es clave para ayudar a los estudiantes a adquirir y desarrollar las competencias del siglo XXI por lo que es necesario que los docentes estén preparados para proporcionar tales oportunidades.
Desde las facultades de educación es imprescindible replantearse los procesos de formación inicial teniendo en cuenta nuevas formas de relación, de uso y generación de recursos y de evaluación más cercanos a la realidad escolar y social, y con un mayor aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
El proyecto ETeach3D pretende incidir en esta realidad promoviendo un aprendizaje: (1) práctico, con actividades didácticas que permitan poner en acción los conocimientos, habilidades y actitudes docentes; (2) contextualizado, enfrentando la complejidad, la incertidumbre y la tensión de la vida real del aula en escenarios similares a los de su futura realidad profesional; y (3) colaborativo y en red, utilizando espacios flexibles e interactivos que permitan eliminar las barreras espacio-temporales y trabajar de manera cooperativa.
Este proyecto está desarrollado con la tecnología de código abierto OpenSim, y presenta un escenario 3D que simula una escuela real, con su patio, sus aulas, la sala de profesores, etc. El objetivo principal es crear un entorno virtual 3D para el desarrollo y la evaluación de la competencia digital en estudiantes del grado en educación infantil, primaria y pedagogía.
Tras la conceptualización de la competencia a desarrollar, la digital, se diseñaron los escenarios siguiendo ejemplos reales de centros de la misma región y se definieron las posibles tareas a realizar por parte de los estudiantes, vinculadas a los indicadores de la competencia y alineadas con los estándares de la International Society for Technology in Education (ISTE). Cada uno de los escenarios del ETeach3D cuenta con una serie de instrucciones precisas que indican al estudiante qué debe realizar en ellos.
Se trata de un interesante “sandbox” o entorno de pruebas, similar a otros proyectos internacionales, como por ejemplo el VirtualPREX australiano (Gregory et al., 2013) , el americano simSchool (Christensen et al., 2011) o el proyecto asiático 3DVW (Chau et al., 2013). Un entorno de evaluación alimentado de experiencias, situaciones y casos contextualizados, obtenidos de centros reales y que empezó a diseñarse a finales de 2013. Forma parte de la investigación doctoral del profesor Francesc Esteve, del grupo de investigación ARGET de la Universitat Rovira i Virgili, con el apoyo de la Generalitat de Catalunya y que actualmente se encuentra en fases de aplicación y validación, por lo que se espera obtener próximamente resultados y que éstos contribuyan a orientar la formación de los futuros docentes.
Para más información…
Francesc Esteve
Imagen de cabecera: Proyecto ETeach3D
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A nadie se nos escapa la necesidad de seguir investigando, innovando y apostando por la formación inicial del profesorado, así que iniciativas como esta son bienvenidas.
Como docente y apasionado de la simulación en diferentes ámbitos considero, sin embargo, que debemos tener cuidado con el ‘recorrido’ que damos a las interacciones virtuales. El crear un ‘mundo 3D’ que simule un entorno escolar me recuerda a esas escenas de películas de acción en la que los policías o los cuerpos de élite se entrenan para disparar a blancos móviles… ya se sabe… dispara al enmascarado pero no al niño que pasea a su perrito.
Veo un cierto riesgo de crear ‘retos artificiales’ mientras que perdemos gran parte de la riqueza de las interacciones humanas que se dan en un centro educativo. Todavía falta muchísimo para que la inteligencia artificial pueda acercarse a simular los comportamientos humanos… ¡así que no te digo nada si trata de imitar a un niño o a un adolescente en su ambiente escolar!
En definitiva, tendrá aspectos interesantes (y podrá ser mejorado indefinidamente en las próximas décadas) pero, por favor, que nunca llegue a sustituir a las prácticas en el aula.
Hola Daniel,
Soy Francesc, el autor de esta investigación, encantado de saludarte.
Por supuesto, te doy toda la razón. Las simulaciones se utilizan bastante para el «entrenamiento» de habilidades técnicas (entrenamiento militar, aviación, medicina, etc). Y el campo de las ciencias sociales es diferente. Mucho más poliédrico, complejo, con matices, e implicaciones sociales/culturales/ideológicas, etc. De hecho, la simulación es siempre una simplificación de la realidad, y evidentemente nunca podremos «replicar» realidades tan complejas como las escolares.
Sin embargo, a nosotros (y a experiencias parecidas) nos sirve como un espacio de pruebas para «simular» experiencias reales que se han dado en las aulas. Intentamos trabajar en contacto con los colegios reales de la zona para «nutrirnos» de experiencias, y luego representarlas en el entorno 3D. Y sobre todo, para una vez los estudiantes han tratado de dar respuesta a la situación, debatir con ellos qué ha pasado, cómo lo han visto, por qué han reaccionado así, qué cambiarían, etc. En definitiva, es una experiencia complementaria a la del aula (que por supuesto, es la auténtica y no puede ser substituida). Pero no siempre pueden pasar el tiempo que deberían de prácticas en las escuelas, y muchas veces durante esos periodos, tampoco se dan situaciones todas las situaciones formativas que a ti te gustaría que experimentaran. No sé si me explico. Pero por supuesto, esto no puede ni debe sustituir la práctica real.
Un saludo!,
Sin duda un artículo muy interesante y de gran contenido tecnológico. A mi entender, se trata de un «simulador» de aula en toda regla, pero desde mi punto de vista no creo que sea viable.
Hay tantas variables que tener en cuenta dentro del aula, que no creo que una «máquina» sea capaz de tenerlas todas en cuenta. Como formación inicial del profesorado, es un idea que ahí está y que se podrá ir perfeccionando con el tiempo, pero nunca sustituir a las prácticas en el aula con alumnos y alumnas de verdad. Al igual que cuando vas a la autoescuela y te sientan a los mandos del simulador antes de sentarte al volante de un coche, como primer contacto puede llegar a ser productivo, pero creo que estos dos escenarios no son comparables y mucho tendrá que avanzar la tecnología (o la ciencia ficción) para lograr un buen «simulador» de aula en una galaxia muy muy lejana…
La situación de las aulas, siempre compleja, nos lleva a plantearnos nuevas vías de formación. Un entorno virtual, simulado, enriquecido con el tiempo y experiencia de docentes » en vivo» pueden generar un amplio abanico de situaciones que insten al análisis y reflexión por parte de los futuros docentes. Vivir dichas situaciones y contextos, en centros y alumnado diferente puede ser sino el escenario en el que plasmar de modo práctico el conocimiento que debiera ser adquirido, al menos a nivel teórico, en la formación inicial del profesorado. No obstante, tal situación viene de la mano de una reestructuración profunda de la enseñanza superior que a fecha de hoy, en mi opinión, sigue inmersa en estudios departamentales que configuran los planes de estudio que se alejan de las necesidades formativas reales necesarias para abordar y gestionar un aula, dar respuesta eficiente a las necesidades educativas de nuestro alumnado. Una recreación 3D de aulas sin los recursos para su adecuada interpretación… no dejan de ser «un video juego». Considero que el magnífico potencial y aspectos positivos del planteamiento que este artículo nos aporta, sólo es posible como complemento a una mejora en la formación inicial del profesorado.