Los docentes de lengua extranjera: embajadores del multilingüismo e intercambio internacional

El conocimiento de lenguas extranjeras es una habilidad que a día de hoy se presenta vital para cualquier persona que aspire a participar activamente en la vida de nuestro mundo globalizado. El aumento de los contactos e intercambios entre culturas que ha traído consigo este fenómeno en las últimas décadas requiere disponer de conocimientos lingüísticos más allá de la propia lengua materna. Además de la ventaja económica y laboral que trae consigo el conocer otros idiomas proporciona asombrosas ventajas intelectuales según nos cuentan algunos neurocientíficos destacados. Así por ejemplo, ser plurilingüe proporciona una mejor flexibilidad cognitiva, agilidad mental durante más tiempo, una capacidad de razonamiento más elaborada e incluso puede llegar a retrasar la aparición de enfermedades como el Alzheimer.

Aunque en los sistemas educativos occidentales ya se venía ofreciendo, al menos desde el primer tercio del siglo XX, la asignatura de lengua extranjera no es hasta hace relativamente poco que los diferentes gobiernos han apostado de manera decidida por fomentar el conocimiento de, al menos, una lengua extranjera. Por esta razón en los diferentes sistemas educativos la figura del docente de lengua extranjera se hace más presente que nunca llegando a ser estos el 18 % de todo el profesorado de los países que participaron en el estudio TALIS 2018.

Como ya hemos señalado un poco más arriba, la naturaleza de esta asignatura y su conexión con el mundo globalizado requiere que los docentes que imparten este aprendizaje tengan una formación enfocada a asumir y lidiar con los retos que impone esta interconexión cultural a nivel global. Por ello, cuando nos acercamos a este profesorado podemos descubrir que reciben una mejor formación enfocada a lidiar con el multiculturalismo y el multilingüismo que podemos encontrar en muchas de nuestras aulas a la que acude un alumnado de orígenes y antecedentes culturales y étnicos muy diversos.

Otra de las cualidades de este profesorado es que disponen de una experiencia en movilidad internacional mucho más amplia y diversa que el resto de docentes. Es bien sabido que una de las mejores maneras de aprender una lengua es realizar una inmersión cultural lo más profunda e intensa posible en el nuevo idioma por lo que es recomendable realizar estancias en los lugares en los que se utiliza esa lengua para entrar en contacto con sus hablantes y la cultura asociada. De esta manera no es de extrañar que los datos arrojados por TALIS 2018 señalen que el profesorado de lengua extranjera ha tenido experiencias de movilidad a otros países y culturas de hasta un 10 % superior al resto de docentes. La Figura 1 muestra el porcentaje de docentes de lengua extranjera y otros docentes que han estado en el extranjero por motivos profesionales según el motivo.

Figura 1. Profesorado de lengua extranjera y otros docentes que han estado en el extranjero por motivos profesionales según el motivo.

Fuente: Teaching in Focus 33

El uso de las TIC es otra de las cualidades que podemos analizar en el profesorado de lengua extranjera y los datos que nos ofrece TALIS 2018 nos indica que tanto la formación en su manejo y su uso en el aula es sensiblemente superior al del resto de docentes, hasta un 6 % en los países y economías donde se llevó a cabo el estudio.  La naturaleza de su materia permite que las ventajas que ofrecen las TIC puedan ser muy bien aprovechadas por los docentes para exponer y enseñar todos los conocimientos que hacen posible una completa asimilación del idioma como diferentes materiales culturales a los que se accede a través de internet.

Por último, y no por ello menos importante, debemos hacer hincapié en cómo las características particulares de este profesorado, en una situación extraordinaria como la actual crisis de la COVID-19, marcada por un escenario de confinamiento de la población y cierre de los centros educativos hacen a este profesorado específico más vulnerable que a sus compañeros de otras asignaturas pero a la vez su naturaleza les proporciona una ventaja. Su vulnerabilidad es que el cierre de fronteras y la restricción de los viajes internacionales les afectan directamente pues limita sus experiencias formativas y laborales pudiendo afectar al desarrollo de sus máximas capacidades como educadores. Por otro lado, cuentan con la ventaja de que su formación, más experimentada en el uso de las TIC, les hace estar mejor preparados en un escenario de confinamiento y cierre de centros donde las clases en línea se han multiplicado y disponer de un bagaje en su manejo y uso otorga a día de hoy una ventaja incontestable.

Para saber más sobre este asunto os recomendamos que consultéis el número 33 de Teaching in Focus en nuestra página web: https://www.educacionyfp.gob.es/inee/publicaciones/publicaciones-periodicas/teaching-in-focus.html

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