Richard Gerver es uno de los principales exponentes de la corriente que aboga por la transformación del sistema educativo actual. Destacó por su trabajo como director de la Grange Primary School, escuela del Reino Unido en la que consiguió implicar a alumnos, docentes y personal no docente para trabajar juntos en un proyecto innovador y motivante que le supuso el premio al Mejor Director del Año en los British National Teaching Awards. Continuó su trayectoria profesional como asesor de política educativa en el gobierno de Tony Blair, y plasmó sus experiencias y su filosofía educativa en su primer libro: Crear hoy la escuela del mañana. Actualmente, viaja por todo el mundo compartiendo sus ideas con el resto de la comunidad educativa.
INEE – Usted habla de transformar la educación, ¿cuáles son en su opinión los aspectos prioritarios de esa transformación?
R.G. – En primer lugar y lo más importante, debemos desarrollar un punto de vista claro sobre nuestros niños y su futuro. Demasiado de lo que sucede en y alrededor de la educación está dirigido por el pensamiento industrial; políticas, sistemas y estrategias a corto plazo. Debemos dedicar más tiempo a hablar y trabajar en equipo. El antiguo proverbio africano que dice que se necesita todo un pueblo para educar a un niño nunca ha sido tan relevante como ahora. Debemos darnos cuenta de que el futuro de la educación se apoya en el trabajo conjunto y en una colaboración más estrecha de todos los sectores de la sociedad para primero crear una estrategia y, a continuación, trabajar duro para poder llevarla a cabo. Por tanto, la primera pregunta debería ser: ¿qué tipo de personas tienen que ser nuestros niños no solo para sobrevivir, sino también para desarrollarse en un mundo que cambia de manera exponencial? Deberíamos hacer esas preguntas a los educadores, a los líderes del mundo empresarial, a organizaciones sociales y benéficas, a las deportivas, a la comunidad artística, científica y al resto de actores participantes en la sociedad. Y deberíamos decir: ¿y qué vas a hacer para ayudar? En este sentido se debería alentar especialmente a los padres a adoptar un papel más activo en la preparación de sus hijos para este futuro global. Por cierto, ¡no olvidemos que muchos de los niños nacidos hoy van a ser ciudadanos no solo del siglo XXI sino también del XXII!
INEE – ¿Qué opinión tiene de las evaluaciones externas internacionales? ¿Pueden contribuir de algún modo a la reflexión y a la toma de decisiones en política educativa?
R.G. – Los sistemas de pruebas internacionales están diseñados para medir el sistema tal y como es; las pruebas están diseñadas para evaluar la práctica tradicional que se sigue hoy en día y ejercen una influencia demasiado poderosa en el modo en que los políticos desarrollan medidas educativas. Lo que ha ocurrido es que hemos convertido las pruebas en munición política, y la política educativa ahora reacciona a los resultados obtenidos en las pruebas y busca desesperadamente escalar posiciones.
Las pruebas internacionales como PISA no son herramientas para la innovación, sino para medir el status quo. Tristemente, sin embargo, algunos de los informes de la OCDE son interesantes y estimulantes, pero los medios de comunicación y los políticos tienden a quedarse con los titulares fáciles. Por lo tanto, terminamos con una maraña de intervenciones a corto plazo diseñadas para perfeccionar un sistema desactualizado. Por ejemplo, en la tabla del ranking PISA 2012, Shanghai quedó en lo más alto. China ya se ha dado cuenta de que el sistema académico dominante que les ayudó a llegar ya no es apto para la cultura más innovadora que el país necesita si quiere impulsar su próxima fase de desarrollo económico. Por eso se están tomando medidas drásticas para alejarse del modelo y avanzar hacia un plan de estudios más holístico, que proporcione espacio y tiempo para que sus jóvenes puedan crecer como individuos.
Del mismo modo, el ODCE Skills Outlook 2013, publicado en octubre de 2013, señala claramente que los jóvenes de los países que más se obsesionaron por las notas académicas eran los que estaban menos preparados para el mercado de trabajo actual.
INEE – ¿Hasta qué punto se puede implementar una educación no competitiva en una sociedad como la actual?
R.G. – El mundo de hoy y el de mañana va más allá de la competición, depende más que nunca de la colaboración. El futuro mismo del mundo depende de que nosotros seamos capaces de reconsiderar el modo en que vivimos y de encontrar soluciones a los problemas creados por generaciones anteriores. Si no podemos encontrar una manera de resolver los retos ambientales, económicos y socio-étnicos que se nos presentan, no tenemos futuro y todo eso requiere una nueva forma de pensar y de actuar, que a su vez requiere un nuevo sistema educativo.
INEE – PISA 2015 va a incorporar la evaluación de habilidades de trabajo colaborativo (collaborative problem solving skills), ¿qué opinión le merece este nuevo enfoque?
R.G. – Es un desarrollo interesante y muy necesario, ¡siempre y cuando los medios de comunicación y, a su vez, los políticos lean y entiendan esas evaluaciones!
INEE – Estudios como TALIS demuestran la importancia de la motivación del profesor. Usted también pone el énfasis en la importancia de la pasión por enseñar. ¿Cómo podemos mantener esa pasión en el contexto actual?
R.G. – Los profesores deberían actuar y ser tratados como profesionales. Son los expertos en diseñar y desarrollar el aprendizaje. La enseñanza es una vocación y los estudiantes aprenden mejor cuando sienten la pasión y la sinceridad del maestro. Tenemos que trabajar más duro para desarrollar un sistema en el que sean los profesores los que impulsen la educación, no los políticos. La razón por la que muchos profesores están tan desmotivados es porque sienten que han perdido la capacidad de actuar, ¡cualquier persona que se siente impotente se desilusiona! Siempre me ha llamado la atención que un político nunca le diría a un cirujano cómo hacer su trabajo, pero sí se lo dice a un profesor. Esto sin embargo es un argumento de doble dirección, necesitamos profesores que se pongan en pie, compartan su propia visión, se comprometan con la investigación-acción y desarrollo continuo, y estén en primera línea de la voluntad de transformar el sistema. Como profesión, tendemos a sentarnos y esperar a que alguien nos diga cómo o qué. Tenemos que ser más innovadores, más emprendedores, si queremos ayudar a desarrollar un sistema de educación que se adecúe al futuro y sea digno de nuestros niños.
INEE – Agradecemos mucho a la profesor Gerver su amabilidad a la hora de responder a esta entrevista, realizada a través del correo electrónico a mediados de marzo de 2014.
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- No te pierdas otra de las entrevistas realizadas en este blog a investigadores de prestigio: Susan Dynarski.
- Información sobre el congreso de PISA Evaluación por ordenador y resolución de problemas.
- Versión original (en inglés) de la entrevista con Richard Gerver
Imagen de cabecera: Flickr de Lígia Renata Delgado
Hola, me parece muy productiva la entrevista con el profesor Gerver puesto que da a entender la problemática que hay entre profesorado y clase política y la diferente visión del sistema educativo que tienen los políticos por un lado, y los profesores por otro. Este es uno de los problemas que hoy día están más de manifiesto y es que si la clase política no comprende las necesidades de los profesores el sistema educativo no puede ir en buena dirección, las decisiones deben ser conjuntas y consensuadas por todos los agentes de la sociedad cuando se trata de un elemento tan importante como es la educación.
Hola Edgar. A nosotros también nos ha gustado la entrevista con Richard Gerver. Ha puesto el énfasis en muchos elementos fundamentales del sistema educativo actual. Te invitamos a que sigas aportando comentarios en el blog y generando debate. Gracias
Richard Gerver utiliza las palabras innovar, emprender, transformar como un mantra, pero sin darles ningún contenido. Hablar de plan de estudios holístico es tan poco concreto que permite enfocarlo de mil maneras diferentes con lo que podría todo el mundo estar de acuerdo, naturalmente con él.
Richard Gerver, como Ken Robinson, son grandes comunicadores, que perciben el caos y el sinsentido en los que está inmersa la educación, pero sus discursos no aclaran. Dan ideas generales que parecen revolucionarias, pero son cortinas de humo que impiden un tratamiento más a fondo de los problemas de la educación, como son el tiempo necesario de los profesores, las ratios más reducidas, las programaciones más coherentes, las funciones de la inspección educativa menos burocráticas.
Pasando a un ejemplo muy concreto, no costaría mucho analizar los exámenes llevados a cabo en los centros de enseñanza para darnos cuenta del inmenso papel que tiene la memoria en ellos, el poco interés en la reflexión o en la aportación personal del alumno, y a partir de aquí marcar directrices para potenciar los aspectos necesarios.
La evaluación es fundamental si se quiere transformar la educación. Para ello se tendrá que decir a los profesores lo que se les pide y cada uno a realizar su tarea, evaluable según unos parámetros, no según filias y fobias.
Innovar por innovar, transformar por transformar, crear por crear… nos puede llevar a otro caos educativo mucho peor.
Hola Montse. Muchas gracias por tu reflexión sobre la entrevista a Richard Gerver. Sin duda, la evaluación es fundamental y una herramienta de diagnóstico esencial para mostrar las debilidades de nuestro sistema educativo y fomentar políticas educativas que nos ayuden a mejorar y preparar mejores ciudadanos para la sociedad futura. Ahora bien, hacerlo es más complicado que decirlo, como tú planteas. Esperemos que el debate educativo ayude en este sentido y consigamos implicar a todos los elementos que afectan a la educación.
Me quedo con dos ideas de esta entrevista:
1º. Los padres deberían adoptar un papel más activo en la educación de sus hijos: es cierto, y esto lo estamos viviendo todos los días, con padres que delegan la educación de sus hijos en otras personas.
2º El tratar como profesionales a los profesores: si bien las últimas encuestas indican que tenemos unas de las profesiones mejor valoradas, lo cierto es que no lo sentimos así, sobre todo cuando las administraciones educativas toman decisiones de carácter político sin contar con los profesionales.
Hola David. Por un lado, te invitamos a la lectura del PISA in Focus 10 sobre posibles acciones de los padres para que sus hijos tengan éxito en el centro educativo. En cuanto a la profesionalidad de nuestros profesores, eso es algo que nadie pone en duda hoy en día. Pero sí es cierto que la autonomía de los centros educativos se ha visto que puede ser beneficiosa para mejorar el rendimiento del alumnado, luego debe ser fometnada desde las instituciones.
Muy propositiva y productiva la entrevista. Es muy importante educar en conocimientos, mas es super importantísimo crear competencias y sobre todo habilidades en nuestros alumnos. Hacer de ellos emprendedores y creadores de sus propios empleos, en función, obviamente de su contexto económico y social, logrando que ellos que ellos sean los protagonistas de una nueva revolución educativa.
Hola Selene. Nos alegra que te haya parecido tan productiva esta entrevista. Y compartimos muchas de las ideas que destacas. Debemos fomentar mucho las nuevas competencias que ayuden a los estudiantes a rendir con éxito en la sociedad actual. Te invitamos a seguir aportando comentarios en los diferentes posts del blog. Aquí puedes ver los resultados del último informe PISA sobre resolución de problemas de la vida diaria, que puede parecerte igualmente interesante.
La entrevista está repleta de comentarios valiosos. De todos ellos, me gustaría hacer énfasis en un punto que, aunque es mencionado por Richard Gerver, no es abordado en profundidad: la necesidad de dedicar más tiempo a hablar y a «trabajar en equipo». Se trata ésta, sin duda, de una de las carencias más significativas que he observado en el alumnado desde que comenzó mi carrera docente en el año 2004. La capacidad de trabajar en equipo implica la adquisición y el desarrollo de una serie de competencias emocionales tales como la empatía, la confianza, la responsabilidad, el rigor, la escucha activa y el «jugar a ganar-ganar», entre otras. Por ello, el hecho de organizar la práctica educativa en torno a proyectos colaborativos sería una manera de desarrollar en el alumnado estas habilidades básicas, no sólo para sobrevivir, sino para «vivir con mayúsculas» en una sociedad como la actual.
Coincido con el autor en sus consideraciones acerca de la valoración mediática y política que se hace acerca de los resultados de las distintas evaluaciones internacionales o nacionales del sistema educativo. Informes como PISA se han convertido en arma arrojadiza entre los distintos grupos políticos y en disculpa para realizar cambios en el sistema educativo poco meditados y consensuados entre los distintos sectores que forman parte de la comunidad educativa y de la sociedad en general.
Parecemos estar, como sociedad, más preocupados por las listas, las clasificaciones y los resultados a corto plazo que en la valoración crítica de unos indicadores que nos permitirían reflexionar sobre las reformas necesarias a largo plazo de nuestro sistema educativo.
En esa errónea valoración influye una clase política y unos medios de comunicación más preocupados por el titular, la consigna fácil y el parche que por la reflexión y la resolución real de problemas. El fin parece ser la posición en la clasificación y no el aprendizaje y la formación.
Entrevista interesante pues incide en algunos aspectos que resultan vitales en el ámbito educativo. A saber:
Entrevista interesante pues incide en cuestiones vitales que afectan al ámbito educativo hoy; a saber:
La certeza de que la perspectiva sobre el hecho educativo varía según sea considerada por políticos (arquitectos mediocres) o profesionales (constructores del hecho docente). Y si teoría y práctica no coincide, admitamos el desajuste.
Certeza de la importancia de la evaluación, a todos los niveles, en todos los niveles, de cada uno de los agentes implicados. Creo que se evalúa poco, sin apenas trascendencia, sin apenas consecuencias. Y la evaluación y sus resultados son una toma de conciencia, un punto cero, un anclaje, un aquí y ahora, un deíctico que apunta con dedo señalador dónde nos hallamos; sólo conociendo este estadio se puede caminar, avanzar, en la dirección correcta, si acaso sólo existe un camino certero: aquel que apunta hacia la mejora, innovación, calidad y profesionalidad.
Certeza de que sería mejor trabajar en equipo, dentro de proyectos involucradores que afectasen » a todo un pueblo»; eso es una evidencia; pero aún más una utopía. En cualquier caso asumir siempre una perspectiva ética en educación; y eso sí es posible. La sensación( o también instinto) me dice, en la realidad que yo conozco, que trabajamos aislados, en privado, apartados, extraídos, abstractos de todo y todos; y si cabe con alevosía y nocturnidad; y siempre desde nuestro particular torreón de marfil, aquel en el que nos sentimos a salvo de las inclemencias externas, de las voces críticas, de las acciones inoperantes, de las malas prácticas; allí, en ese torreón, se mantiene intacta nuestra vocación; allí mismo, se generan nuestras ilusiones, que como ave fénix, renacen y renacen una y otra vez.
Certeza de que innovación no sólo apunta a la búsqueda de una fórmula original, novedosa y efímera; innovar es también dar consistencia y fuerza a lo que ya funciona; porque de tanto estirar el suceso se deforma y entonces ya no se mejora; que se lo digan a los románticos.
En definitiva, que en enseñanza vale el sentido común; y el otro; y la ética.
Me gustaría comentar dos aspectos de la entrevista de Richard Gerver.
Por un lado sobre el papel de las evaluaciones internacionales en los sistemas educativos. Coincido con él en que si bien nos puede dar una panorámica general no es suficiente para tomar decisiones sobre la práctica desde las políticas educativas. Y menos son los usos (mal uso) y abusos de estas pruebas a nivel político, que puede tener consecuencias no deseables para el sistema quiere mejorar, para el profesorado y el alumnado (riesgo de reducir la enseñanza a lo que miden las pruebas), principalmente al más vulnerable.
Por otro lado, destacar por encima de todo el papel protagonista del profesorado en la educación, la necesidad de que “sienta” entusiasmo por la enseñanza. Para ello, considero como un elemento básico la confianza en los docentes, en su trabajo y en su capacidad para resolver y afrontar los retos que se le presenta de forma creativa e innovadora. Proporcionarles los recursos y ayudas necesarias para ello.
quisiera abundar en el reply de montse en lo referente a que nos encanta escucharles (a los popes) y asentir, pero falta desde ya hace algun tiempo, concretar… Si tod@s estamos de acuerdo en la obsolescencia de la educacion, que mata la creatividad, que ya no ha de formar para trabajo futuro, etc, etc. ¿A que estamos (estan) esperando? ¿Quien le pone el cascabel…? De cualquier forma muy acertado el simil del cirujano
«En este sentido se debería alentar especialmente a los padres a adoptar un papel más activo en la preparación de sus hijos para este futuro global. Por cierto, ¡no olvidemos que muchos de los niños nacidos hoy van a ser ciudadanos no solo del siglo XXI sino también del XXII.» Richard Gerver.
El papel más activo y la solución para la preparación de los hijos es y ha sido el Home Schooling…
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios, muy buenas reflexiones ante la entrevista.
De Reforma a Neoforma Educacional Omar Villanueva Olmedo http://g80.cl/noticias/columna_completa.php?varid=19811
Felicidades y gracias por la información que le das muchísima importancia a la educación, considero que se trata el tema de manera objetivo y se aborda con profesionalismo.
Me parece que la información del articulo es muy útil.
Aun que esta información es muy tocado en la red, la forma cómo se aborda permite una comprensión más claro que otros artículos que he leído sobre el mismo tema.
En hora buena! al autor. muy agradecida por la información
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