Suele decirse que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra, pero se repara poco en que la escuela es la única institución que, además, obliga a hacerlo: en la misma piedra y de la misma manera, o sea, a repetir curso.
El asunto es especialmente relevante para España, pues aquí se da una de las tasas de repetición más altas de Europa y la OCDE. Digamos, para ser justos, que el invento es foráneo (el mal francés, se lo llamaba), pero aquí ha sido perfeccionado hasta el sadismo. El informe de Eurydice La repetición de curso en la educación obligatoria en Europa: normativa y estadísticas indica que, entre 34 sistemas educativos europeos, el español arroja la quinta mayor tasa de repetición en Primaria (tras Portugal, Lituania, Bélgica-Walonia y Francia) y la segunda en Secundaria Obligatoria (tras Luxemburgo). Recientemente, la circular Pisa in Focus nº 6 llamaba también la atención sobre los altos costes de la repetición y su asociación aparente con peores resultados al comparar sistemas escolares.
La repetición no es algo nuevo, sino una fórmula muy arraigada en los sistemas educativos y en la profesión docente. De hecho no solo los profesores y las autoridades educativas, sino también las familias tienden a confiar en ella como una forma de recuperación, por lo que la investigación ha venido ocupándose del tema desde hace tiempo. Desgraciadamente para esta no hay manera de comparar qué habría pasado con los estudiantes que repiten si no lo hubieran hecho, ni viceversa. Pero sí que hay muchas maneras de aproximarse al problema, comparando grandes poblaciones objeto de políticas distintas o siguiendo en el tiempo a grupos de estudiantes con características similares a los que se deriva o no se deriva a repetir, entre otros enfoques.
Un reciente trabajo de A.P. Huddlestone, «Achievement at whose expense? A literature review of test-based grade retention policies in US schools», revisa las evaluaciones de las políticas de siete estados de la Unión que en los últimos años han propiciado la repetición a partir de las puntuaciones en pruebas objetivas, el llamado high-stakes testing, para concluir que no hay evidencia alguna de influencia positiva (aunque tampoco la tiene per se la promoción automática, allí llamada social). Media docena de otros meta-análisis y revisiones realizados en las dos últimas décadas del siglo pasado y la primera de este sobre la repetición por Holmes; Holmes y Matthews; Jimerson; Jimerson, Anderson y Whiple y, sobre todo, el mastodóntico informe de N. Xia y S.N. Kirby para la RAND Corporation, Retaining students in grade: A literature review… han llegado a similares resultados: el rendimiento no mejora. incluso empeora, y las probabilidades de abandono prematuro aumentan. Solo Allen et al. han cuestionado algunos de esos efectos negativos, aunque sin encontrarlos tampoco positivos.
Pero quizá el diagnóstico más demoledor sea el de John Hattie, un profesor neozelandés que ha dedicado su carrera académica a medir y comparar los efectos estimados de muy diversas intervenciones educativas sobre el rendimiento de los alumnos, entre las que la repetición sería solo una más. En su descomunal Visible learning. A synthesis of over 800 meta-analyses relating achievement, Hattie clasifica la repetición de curso en el puesto 136 de las 138 intervenciones que analiza, como causante -en la media de los estudios- de un 16% de descenso en los resultados de los alumnos, daño solo superable por la televisión en casa y por el cambio de una escuela a otra. En una presentación pública anterior (con solo más de 700 meta-análisis, pero disponible en la red) le asignaba ya el mismo efecto medido y la colocaba en el segundo puesto de los desastres, precedida apenas por el cambio de escuela, sobre la base de 207 estudios. Lo que se dice una perla.
Mariano Fernández Enguita
Catedrático de Sociología, UCM
Imagen de cabecera: flckr.com (Conectar Igualdad en José C. Paz) https://www.flickr.com/photos/ansesgob/8193404660/in/photostream/
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La repetición de curso es en parte una forma de castigo. ¿Cuántos de los presos se «corrigen» en la carcel? ¿Cúal es el grado de eficacia de esa forma de castigo? Sospecho que su eficacia es baja pero sería muy difícil quitar las cárceles porque generaría alarma social.
Con la repetición de curso pasa algo parecido. Si no hacemos repetir al que lo ha hecho mal, ¿qué debemos hacer con él? La LOGSE decía (cito de memoria) que la repetición de curso no debería ser volver a hacer lo mismo con lo que el alumno ya ha fracasado, pero para cumplir tal frase faltarían más recursos y mucha más flexibilidad por parte de la administración
Muchas gracias Guillem por su visión del documento y su aportación, incitando al repensar de nuestras políticas desde las diferentes esferas de la educación. Le recomendamos la lectura de los link relacionados en el documento para el aumento de perspectiva.
Un saludo y reiteramos las gracias por la colaboración.
Se decide que un alumno repita cuando se considera que no está lo suficientemente preparado para pasar al siguiente curso con unas mínimas garantías de éxito, bien por madurez, bien por falta de conocimientos. La repetición sería un mecanismo de ajuste que otorga el tiempo necesario para adquirir lo que no se incorporó en su momento.
Pero no solo es cuestión de tiempo, sino de despejar o resolver las dificultades que condujeron a la repetición. La falta de rendimiento escolar no depende exclusivamente de la madurez y el esfuerzo del alumno, sino también de todo aquello que facilita o dificulta que una y otro se produzcan. Además de las peculiaridades genéticas, biológicas y psicológicas de cada cual, hay muchos otros factores que condicionan el éxito académico. Las situaciones familiares, el lugar donde se vive, el colegio al que se asiste, los profesores y compañeros que a uno le han tocado son tan determinantes, o más, que las supuestas capacidades con las que nacemos.
Y ahí reside la clave de la ineficacia de la mayoría de las repeticiones: que las circunstancias y los comportamientos que las provocaron se mantienen en su mayoría, salvo el paso del tiempo, que es inevitable. Repetir suele consistir en volver a hacer lo mismo que se ha hecho. Y cuando algo se vuelve a hacer de la misma manera lo esperable es que el resultado conseguido sea el mismo.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/repetidores
Es un tema bastante complejo pues muchas veces se hace repetir a un alumno porque se considera beneficioso para él, es decir, se considera que no ha alcanzado ese grado de madurez. El problema radica cuando nos encontramos que estos alumnos, repitiendo curso, no logran superar el nivel. Me pregunto: ¿Por qué repetimos con dichos alumnos las mismas técnicas que le hicieron fracasar?. Deberíamos plantearnos un cambio u plantear nuevas estrategias para que estos alumnos alcancen el resultado adecuado.
Es cierto que no debemos dejar a un lado el entorno que rodea al alumno, pues muchas veces se ven sobrepasados por las circunstancias que les ha tocado vivir
Es cierto, Mª Isabel Remedios. Los profesores debemos tratar de innovar y complementar la medida de la repetición con otras adicionales.
Muchas gracias por el comentario. Esperamos que sigas leyendo nuestro blog en el que tratamos de mostrar temas de interés en educación.
Ciertamente la repetición por si sola no garantiza la mejora de los alumnos con dificultades; repetir sin ninguna otra medida adicional, adecuada a las dificultades del alumno, no servirá más que para prolongar una situación de fracaso académico en la mayoría de los casos. No obstante, en ocasiones, es una medida necesaria para facilitar las posibilidades de poner a un alumno en situación de éxito académico; algo que se complica cuando se promociona a un estudiante del cual se sabe con certeza que no posee los mínimos conocimientos y/o aptitudes para cursar un nivel determinado.
Yo no tengo unos estudios exhaustivos como los que propones tú aquí, pero en mis años de docente he visto a algunos alumnos salvados por la repetición: crios inmaduros que al curso siguiente llegan con su cambio a cuestas, chavales que han superado una situación vital difícil y el curso siguiente pueden ponerse en el puesto que les interesa. También es cierto que he visto a alguno que no ha salido adelante, pero tengo que decir que la mayor parte de ellos son chavales que tampoco hubieran salido pasándoles de curso porque su trayectoria familiar y vital es inmodificable, o aparentemente lo es. En fin, creo que no es la panacea universal, pero creo, honestamente que considerar la repetición como un castigo es del todo injusto e irreal.
También hay que tener en cuenta a los que realmente trabajan y tienen interés, que acaban observando que su trabajo no es tan importante. Argumentan: ¿Y para qué voy a esforzarme si mis compañeros pasan de curso e incluso le dan el título sin hacer nada?