Investigaciones educativas intentan medir cómo afectan los compañeros de clase al rendimiento académico del resto de alumnos.
Las líneas que investigan sobre estos efectos apuntan a cómo la composición del aula puede ser un factor determinante en los resultado de los estudiantes. Estos efectos pueden ser tanto negativos como positivos y tienen tanta relevancia como la calidad del profesorado, el tamaño de la clase o las características de la familia.
El investigador Bruce Sacerdote (2011) revisa la evidencia empírica de estos efectos en su artículo Peer Effects in Education: How Might They Work, How Big Are They and How Much Do We Know Thus Far?, donde expone que los efectos son significativos, pudiendo ser positivos y negativos.
Sin embargo, Angrist (2013) señala que existen ejemplos donde los efectos de compañeros arrojan correlaciones espurias y por ende la investigación realizada hasta el momento no ha sido del todo concluyente para explicar la causalidad de dichos efectos.
Ammermueller y Pischke (2009) analizan a nivel europeo los efectos de los compañeros en escuelas primarias en base a los resultados de la evaluación internacional PIRLS del año 2006. Concluyen que al variar la composición de la clase varía también los resultados del alumnado de forma marginalmente significativa.
Las investigaciones aportan algunas conclusiones atendiendo a diferentes aspectos:
- Efectos según sexo: investigaciones que tienen en cuenta la composición del aula según el sexo, sostienen que la mayor presencia femenina en clase afecta positivamente a los compañeros y aumenta los resultados promedio en las pruebas. Además de mejorar el clima de la clase.
- Efectos negativos en aulas indisciplinadas: también se observan importantes efectos negativos de los compañeros cuando hay estudiantes que molestan en clase. Las investigaciones recalcan que es difícil distinguir entre el efecto de los estudiantes que distraen al resto y la selección no aleatoria de los niños en una clase.
- En la educación universitaria: en general, los efectos de los compañeros en el ámbito universitario no son tan consistentes, aunque algunos estudios señalan que los alumnos que acuden a la universidad con compañeros con los que ya han compartido aula en la secundaria, se benefician de este hecho.
El estudio de Ciccone y García-Fontes (2013) analiza los efectos de los compañeros de clase en el rendimiento académico por sexo para el sexto grado de primaria en la Comunidad de Madrid. El resultado más importante de esta investigación es que la presencia de niñas en el aula beneficia a los niños de sexto de primaria y por tanto tienden a obtener mejores resultados académicos.
Entre los principales hallazgos se ha verificado que un aumento de 10 puntos porcentuales en la proporción de niñas mejora los resultados académicos generales y en matemáticas, de niños, entre el 2 y 2,5% de la desviación estándar. En cambio, el efecto de la proporción de niñas sobre los resultados de las niñas no es estadísticamente significativo en ningún caso.
Como conclusiones podemos extraer que:
- Los efectos de los compañeros de clase en el rendimiento académico en la educación universitaria son menos notables que los efectos que se producen en la escuela primaria y secundaria.
- Hay un amplio consenso entre los autores sobre los efectos que genera la presencia de niñas en el aula, asociado con menos interrupción y desorden y mayores niveles de rendimiento académico.
- En el estudio realizado en sexto de primaria en la Comunidad de Madrid la composición por sexo genera efectos muy significativos. Una mayor participación de niñas afecta el aprendizaje en los niños.
- Quedan algunos interrogantes sobre la importancia de los efectos de los compañeros de clase en el rendimiento académico en relación a otros factores como la calidad de los profesores, la escuela, el contexto familiar, etc.
Adaptación del Boletín de educación educaINEE por Ana Aznar Castillo (INEE)
Para más información…
- Boletín de Educación EDUCAINEE
- Peer Effects in Education: How Might They Work, How Big Are They and How Much Do We Know Thus Far?
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Los estudios que se han realizado sobre los efectos de los compañeros de clase en el rendimiento académico me parecen muy interesantes, pues develan cómo influyen positiva o negativamente los demás en los resultados académicos.
A la hora de distribuir a los alumnos en las aulas se debería tener en cuenta la composición del aula, pues tal y como han demostrado: Ammermueller y Pischke (2009), Bruce Sacerdote (2011) y Ciccone García-Fontes (2013) en sus investigaciones. Han llegado a la conclusión que la presencia de las niñas en las aulas de educación primaria y secundaria ejercen en los niños un efecto beneficioso desde el punto de vista académico. Sin embargo dicho efecto no es tan evidente que se produzca en la influencia que puedan ejercer las niñas en los resultados académicos de las niñas y tampoco es significativo dicho efecto en los grupos de estudiantes universitarios.
Quedan sin embargo por estudiar otros efectos que ejercen los compañeros de clase relacionados con el rendimiento, la calidad de la escuela, de los profesores y de la familia.
Siempre me ha llamado la atención la influencia que el grupo genera en el rendimiento de cada estudiante. Al ejercer la docencia me he encontrado con grupos desafiantes, con mala conducta, mala actitud y desinterés y he visto como jóvenes que en otros grupos han funcionado bien son absorbidos por este ambiente. Este artículo me ha ayudado a confirmar lo que yo había sospechado con mi observación. Me parece interesante saber la influencia que las niñas pueden tener sobre el grupo, de niños sobre todo.
La influencia de los compañeros y el ambiente del aula en el rendimiento académico es algo que casi todos los profesores perciben de manera intuitiva. A todos nos toca de vez en cuando un grupo difícil en el que parece que hacer cualquier cosa cuesta un gran esfuerzo. Afortunadamente también existe la experiencia inversa, esa clase en la que las cosas salen solas y son los alumnos los que poco a poco van demandando un ritmo cada vez más intenso.
Se trata de círculos viciosos en un caso y virtuosos en otro que, una vez que se ponen en marcha, es difícil parar. Intentar cuantificar e identificar las características de estos procesos puede ser una herramienta de gran utilidad a la hora de configurar los grupos de alumnos. De manera intuitiva parece que los grupos virtuosos tienen como ingredientes diferentes perfiles en una proporción que no siempre es fácil de concretar. En algunos casos, como es el de la presencia de chicas en el aula, se trata de características de más fácil identificación. En otras situaciones, en las que ya entra en juego una evaluación del carácter de los alumnos, parece más difícil reducir la cuestión a una solución estadística. Se trata de un campo de investigación complejo, pero a la vez con un potencial muy interesante.
Es evidente que el clima de convivencia en clase condiciona los resultados académicos. En los primeros cursos de la ESO, la existencia de grupos bilingües en nuestro sistema educativo hace que se concentre en ellos a los alumnos con mejores resultados académicos que, en general, no ocasionan problemas de indisciplina y el clima de la clase condiciona sus brillantes resultados académicos. Por el contrario, en los grupos no bilingües se concentran los alumnos desmotivados, con bajo rendimiento académico y peor comportamiento en clase, lo que provoca que sus calificaciones sean más bajas y el clima de clase más negativo. Por ello, cada vez abundan más los centros que imparten enseñanzas bilingües en los que se segrega a los alumnos brillantes del resto, creando unas diferencias desde el principio muy difíciles de superar en cursos superiores.
Respecto a este tema me parece muy oportuno tu comentario puesto que se está creando de forma velada, una segregación del alumnado atendiendo a sus resultado académicos, creando mucha diferencia en un mismo centro según la clase que impartas.
Los grupos heterogéneos son enriquecedores y aportan en la escuela, la visión del mundo en el que necesariamente el alumno va a tener que vivir. Es cierto que no es fácil la tarea de llegar a todos y es un reto para el profesorado al que muchas veces, más que motivación, le falta preparación para hacerlo. Éste es un punto clave y en el caso del estudio uno de los temas que quedan pendientes a analizar…
En relación a a influencia de los compañeros y compañeras de un mismo grupo sobre el rendimiento académico me gustaría referirme al documento generado a partir del primer año de investigación del Proyecto INCLUD-ED, «Actuaciones educativas de éxito en las escuelas europeas».
En relación a los efectos del agrupamiento heterogéneo sobre el rendimiento se derivan las siguientes evidencias:
«no existe ninguna evidencia científica que apoye la hipótesis de que la cooperación entre alumnado con diferente nivel de rendimiento haga retrasarse a los más avanzados. Es más, el alumnado con mejor rendimiento se beneficia también del trabajo cooperativo (en comparación con el mismo tipo de alumnado en clases tradicionales) tanto o más que el alumnado con un rendimiento medio bajo» (p. 49).
«La cooperación y el diálogo entre niños y niñas con y sin discapacidades incrementan el rendimiento académico y la autoestima de todo el alumnado» (p. 49).
«En algunos agrupamientos heterogéneos (agrupamientos inclusivos) es posible que tanto el alumnado con rendimiento alto como el de menor rendimiento obtengan resultados positivos» (p. 51).
Muy interesante este estudio por varias razones, la fundamental es que mediante un estudio científico serio se adentra en asuntos educativos:
Otra razón es como de una forma relativamente fácil y económica, en comparación con otras, puede producirse un incremento de los niveles de rendimiento.
Por otra parte, los estudios que muestran una correlación positiva entre el número de alumnas y la mejora del rendimiento sin que ello afecte al rendimiento de la alumnas, supone una evidencia científica decisiva a favor de la educación no diferenciada. Además de abrir una ventana para analizar el diferente rendimiento según el sexo del alumno. ¿Se adaptan mejor las alumnas al sistema educativo? ¿Aprenden más y mejor? ¿O es nuestro sistema educativo el que favorece a las alumnas?
Además señala la importancia del clima de clase para mejorar el aprendizaje y apunta como el aprendizaje cooperativo puede ayudar también en esta mejora.
Es muy necesario que se siga investigando estos tipos de temas para que los docentes y responsable educativos dispongan de los datos para que se tomen las decisiones acertadas.
Un saludo a todos.
Estos estudios que demuestran la correlación entre los compañeros de clase y los rendimientos académicos no hacen más que demostrar el conocimiento que empíricamente tenemos los profesores. En nuestra práctica docente, sobre todo cuando has trabajado varios años en el mismo centro, puedes observar cómo un alumno que está en un grupo difícil rinde mucho mejor al año siguiente cuando cae en un grupo con menor indisciplina, y viceversa
Como ha apuntado otro comentario anterior, los grupos bilingües están sirviendo para seleccionar de forma velada al alumnado con menor índice de indisciplina, concentrándose en los no bilingües el resto; un dato a tener en cuenta a la hora de valorar si el programa de bilingüismo es efectivo o no.
Y luego, añadiría otro factor: el nivel de exigencia del profesorado a veces varía en función del grupo. Por ejemplo: un 6 en un grupo «malo» ¿significa que ese alumno a adquirido las mismas competencias que otro alumno con el mismo 6 en un grupo «bueno»? Food for thought.
Muy interesante ver como afectan los compañeros de clase al rendimiento académico del resto de alumnos.
Como ponen en evidencia estos estudios los efectos pueden ser tanto negativos como positivos y tienen tanta relevancia como la calidad del profesorado, el tamaño de la clase o las características de la familia.
Entre las conclusiones destacar los efectos del sexo que sostienen que la mayor presencia femenina en clase afecta positivamente a los compañeros y aumenta los resultados promedio en las pruebas.Del mismo modo estoy totalmente de acuerdo respecto a la incidencia negativa de los compañeros cuando hay estudiantes que molestan en clase relacionando estos comportamientos negativos con un claro indicativo de un futuro comportamiento indisciplinado. Dejando claro en cualquier caso que un nivel alto en clase favorece el aprendizaje, así como una la riqueza y variedad cultural.
*ha adquirido. Perdón por la errata.
Sobre la influencia del sexo femenino en un buen rendimiento académico hay numerosos estudios que certifican dicha realidad, en todos los niveles educativos, y probablemente en todas las circunstancias escolares (de ventaja o desventaja). Quizá ello se deba a razones sociales, históricas etc, pero debe reconocerse dicha realidad.
Debería señalarse también que el hecho de que haya un reparto de alumnos con habilidades varios grupos de un mismo nivel, puede ayudar-por un lado- a que alumnos con carencias de hábitos de estudio mejoren en su rendimiento; pero el hecho de concentrar adictos alumnos con habilidades en un mismo grupo también puede ser un beneficio para los mismos. Habría que buscar, pues, un equilibrio entre ambas cuestiones, o quizá realizar más estudios sobre este tema, para poder constatar las ventajas y desventajas de cada una de las opciones
Como bien se explica en este artículo, es muy posible que la composición del aula influya en el clima y, en consecuencia, en los resultados académicos de los alumnos, pero, ¿hasta qué punto se puede determinar que, por ejemplo, la presencia de niñas favorezca el aprendizaje en los niños? Y, por otro lado, ¿cómo se tienen que interpretar las conclusiones a las que han llegado estos investigadores? ¿Significa que hay que segregar a los alumnos en función del nivel o del grado de disciplina? Lo cierto es hay varios autores que afirman que la formación de grupos interactivos y heterogéneos, y que el aprendizaje basado en el diálogo no sólo mejora el rendimiento de los alumnos, sino también la convivencia entre ellos. Se ha demostrado que cuando un alumno ayuda a mejorar a otro, aprende muchísimo más que si lo hiciera por otros métodos.
Por tanto, es posible que haya que cambiar los entornos de aprendizaje. Más que políticas compensatorias, hacen falta políticas transformadoras.
Es interesante comprobar a través de una serie de investigaciones educativas, cómo afectan los compañeros de clase al rendimiento académico de los alumnos. Basándome en mi experiencia como docente, puedo corroborar que una mayor presencia femenina en el aula afecta positivamente a mejorar el clima de la clase y a una consecución más efectiva de los objetivos perseguidos durante el curso. Como confirman algunos autores, la presencia de niñas en el aula, va asociado con una menor interrupción y desorden y mayores niveles de rendimiento académico. Sería interesante profundizar en estudios relativos a los efectos de los compañeros de clase en el rendimiento académico en relación a otros factores como la calidad de los profesores, la escuela, el contexto familiar, etc. Para intentar mejorar en la medida de lo posible, aquellos efectos negativos que pudieran resultar.
Muy interesante esta perspectiva de la influencia de los compañeros en el aula. Creo que es un factor de los más descuidados aunque los docentes bien conocemos cómo afecta el movimiento de las personas (alumnos) en el clima general de clase (por ejemplo, incidencias positivas o negativas cuando se marcha un alumno del aula, o cuando llega alguien nuevo). También hace unos años en Irlanda estuve en unas conferencias sobre educación segregada por sexos, parece ser que allí hay bastantes colegios que siguen ese patrón, y los estudios que nos mostraron corroboraban que eran mejores los resultados que en grupos mixtos. Por otro lado yo pienso que es bueno la convivencia entre distintos sexos, que tiene más beneficios que inconvenientes; tal vez, no obstante, se pueda jugar con esa ratio de alguna manera para que beneficie al grupo y su rendimiento.
Me parece muy interesante este artículo, yo trabajo en Infantil y si apreecio que la presencia de niñas me ocasiona menos interrupción y desorden cuando realizamos tareas encomendadas, pero al realizar tareas libres les cuesta menos realizarlas que a los niños en muchas ocasiones sin generalizar.
Estoy totalmente de acuerdo en que el grupo de pares sin que pueden afectar al rendimiento académico en primaria y en secundaria aunque en la universidad ne menos medida pues somos menos vulnerables al entorno y quizás con cierta madurez para tener las cosas mas claras.
El rendimiento académico en muchos casos lo sesgamos desde las propias aulas, dividiendo al alumando por criterios establecidos por los centros . si se cursa bilingüe o no, si hay repetidores en el nivel o no, et, lo que hace que se determinen visualmente los mejores resultados académicos lo que con ello conlleva que los docentes definitivos del centro siempre van a escoger como tutoria el aula donde no hay aparentemente problemas académicos donde no se concentran los alumnos desmotivados, con bajo rendimiento académico, lo que les lleva a dejarse llevar al alumando por esa apatía y dejadez que les hace no salir para delante. Muchas veces deberíamos mirar para el entorno del aula pero no solo del alumnado sino del profesorado, que somos, que hacemos y cómo lo hacemos.
Es cierto, pero para esta evidencia no se si hacía falta un estudio. Soy profesor de secundaria y donde hay alumnos disrruptivos siempre es más difícil avanzar en clase y el resto de alumnos se ven perjudicados. Si me parece intereasante la diferenciación por sexos y por etapas, dado que en secundaria es donde más se acentúan estos comportamientos en clase y pueden venir tanto de chicas como de chicos. Se tendría que tener en cuenta el número de faltas de comportamiento en los ICS de las pruebas de evaluación.