Soy Mercedes Fernández, profesora de secundaria FP en la especialidad de Hostelería y Turismo. El ITT Marco Polo de Florencia me ha recibido durante dos semanas de abril, donde he tenido una experiencia altamente positiva, enriquecedora y aprovechada al máximo.
Aunque mi intención era observar las clases de turismo, he podido participar en otras clases y actividades, donde he aprendido la dinámica diaria del centro y los métodos utilizados por los docentes.
Este instituto ofrece estudios de lenguas y de turismo, por tanto, hemos hecho actividades conjuntas los dos departamentos, siendo esto un valor añadido para mi formación. He podido constatar que los estudios de lenguas extranjeras en Italia ocupan un lugar preferente, sobre todo en la formación profesional para el turismo, donde se estudian 3 lenguas extranjeras en los 5 años que dura esta formación y, casi siempre una de ellas es el español. Además, esta formación se completa con otras actividades como salidas o intercambios entre países. Esta es la primera diferencia que he encontrado con nuestro sistema de FP, donde solo se estudian dos lenguas y cada una en un año diferente dentro de los dos años de formación de los ciclos. Además, los estudios de hostelería no entran en la misma familia profesional como pasa en Galicia.
Por otro lado, y centrándome en las diferencias entre el sistema español y gallego, la gestión italiana es compartida entre ayuntamiento, gestión propia y otras entidades privadas, y los recursos son diferentes según provengan de una parte o de otra. De hecho, existen actividades que llevan a cabo organizaciones externas como LIBERA, que organiza charlas para el alumnado o también las clases de italiano para extranjeros en el propio instituto, en las que participan alumnado y profesorado como voluntarios.
Otra de las grandes diferencias es el seguimiento del alumnado a través de reuniones semanales, donde se habla de la situación de cada alumno y las medidas a adoptar, además de otros encuentros con los padres que se prolongan a lo largo de tardes enteras. En este sentido el seguimiento del alumnado es mucho más exhaustivo que el nuestro y por tanto, implica un mayor número de horas de trabajo para los docentes.
Una de las cosas sobre las que más he aprendido ha sido la organización de actividades para docentes y alumnado fuera del horario lectivo. He podido comprobar cómo enriquece a la comunidad escolar, tanto en conocimientos como en la mejora para la comunicación entre los grupos de estudiantes y profesores y por tanto, he recopilado ideas para poder implementar en mi propio centro. Un ejemplo de ello es la participación con el grupo de alumnados de la foto en las visitas guiadas que realizaron durante una mañana a los turistas del museo Bargello, una experiencia en el mundo real de los guías de turismo.
Los intercambios son una experiencia extremadamente enriquecedora para el profesorado y recomiendo a todos los docentes que tengan la oportunidad de llevarla a cabo, no duden en intentarlo y aprovechar la experiencia al máximo.
