Cuanto más preparado se está, más probabilidades hay de éxito. Esto mismo pasa en educación, los niños pequeños que han aprendido a comportarse en un grupo y han sido introducidos a los elementos básicos de las letras y los números tienden a estar más abiertos y preparados para la experiencia escolar que los niños que no lo han hecho. La educación infantil consigue bien este objetivo; y si todos los niños, con independencia de su estado socioeconómico, tuvieran acceso a programas de educación infantil de alta calidad, dichos programas servirían también para reducir la desigualdad en la preparación para la escuela relacionada con el entorno familiar de los estudiantes. Pero los resultados de PISA 2012 muestran que los estudiantes desfavorecidos se están perdiendo de manera desproporcionada esta oportunidad educativa formativa, ya que los que han asistido a educación infantil primaria (primer ciclo) muestran mejor rendimiento que aquellos que no lo han hecho, incluso después de tener en cuenta el estado socioeconómico de los estudiantes.
La asistencia a educación infantil ha crecido sustancialmente en la última década. En 2003, el 69% de los jóvenes de 15 años en todos los países de la OCDE con datos comparables de 2003 y 2012 refirieron haber asistido a educación infantil durante más de un año; en 2012, el 75% de los estudiantes lo hizo. Si bien los estudiantes de PISA 2012 tenían más probabilidades que los de 2003 de haber asistido al menos a un año de educación infantil, la matriculación en este nivel de educación es mayor entre los estudiantes favorecidos que entre los desfavorecidos, y mayor entre los estudiantes que asisten a centros educativos favorecidos que entre aquellos que asisten a centros desfavorecidos. Por ejemplo, en 2012, una media del 67% de los estudiantes desfavorecidos habían asistido a educación infantil durante más de un año, mientras que el 82% de los estudiantes favorecidos lo habían hecho. La diferencia en la matriculación de estudiantes favorecidos y desfavorecidos se observa en casi todos los países y economías participantes en PISA.
Al mismo tiempo, la diferencia de rendimiento entre los estudiantes que habían asistido a educación infantil y aquellos que no también creció entre 2003 y 2012. En 2003, los estudiantes que habían asistido a educación infantil consiguieron 40 puntos más en matemáticas, como media, que los estudiantes que no lo habían hecho; en 2012, esa diferencia había aumentado a 51 puntos. Esta
diferencia en rendimiento en matemáticas creció más de 25 puntos en España, Finlandia, Grecia,
Islandia, Italia, Luxemburgo, República Checa, República Eslovaca y Tailandia. En todos estos
países, las tasas de matriculación en educación infantil aumentaron significativamente durante
ese periodo; en Finlandia, Luxemburgo y Portugal, crecieron más de cinco puntos porcentuales.
Un motivo del incremento en la brecha de rendimiento es que los estudiantes de 15 años que no habían asistido a educación infantil tienden a estar más desfavorecidos socioeconómicamente.
Dado el crecimiento global en las tasas de participación, es posible que los estudiantes que en 2012 refirieron no haber asistido a educación infantil pertenezcan a entornos especialmente desfavorecidos. En conjunto, estos resultados muestran una fuerte relación entre la asistencia a educación infantil y una puntuación mayor en matemáticas más adelante.
Como conclusión, podemos subrayar que un estudiante de 15 años – con independencia de su entorno – que haya cursado educación infantil durante al menos un año, rinde mejor en matemáticas que un estudiante que no lo haya hecho; por este motivo, los países deben trabajar más para garantizar que todas las familias, especialmente las desfavorecidas, tengan acceso a una educación infantil de alta calidad y a la información sobre dichos programas, cerca de donde vivan. Una inversión en la educación infantil, tanto por parte de los padres como de los gobiernos, da frutos más adelante en la vida.
Para más información…
- PISA in Focus nº 40: ¿Llega la educación infantil a aquellos que más la necesitan?
- Sistema Estatal de Indicadores de la Educación
- Education Indicators in Focus nº11: ¿Cómo difieren las políticas, los sistemas y la calidad de la educación infantil entre los países de la OCDE?
Imagen de cabecera: Mass Communication Specialist Seaman Apprentice Terah L. Harns
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Un estudio interesante que muestra la importancia de la toma de medidas encaminadas a compensar las desigualdades, carencias debidas a la falta de una formación inicial. Considero que se ha detectado en la competencia matemática; pero que seguro que otras competencias también se ven afectadas. En mi opinión se debería estudiar no solo el acceso a la etapa educativa de Infantil, si no como he indicado con anterioridad el estudio,detección y toma de medidas encaminadas a compensar esas carencias de tal manera que los resultados en etapas posteriores no se vean afectados.
Cabe reseñar que comparar el rendimiento de los estudiantes en función de su edad de acceso al sistema educativo es quizá una de las vertientes menos conocidas del informe PISA. El informe PISA 2013, pone de manifiesto que un estudiante de 4º de la ESO – con independencia de su entorno – que haya cursado educación infantil durante al menos un año, rinde mejor en matemáticas que un estudiante que no lo haya hecho.
Otro indicador en el que ahonda el informe PISA se refiere a las diferencias socioeconómicas del alumnado y a la relación que existe entre éstas y las tasas de matriculación en educación infantil. El informe concluyendo que, durante los últimos 9 años, las matriculaciones en esta etapa educativa han crecido más rápidamente entre los estudiantes favorecidos que entre los desfavorecidos.
Consecuentemente, parece imprescindible que las autoridades educativas nacionales garanticen que todas las familias, especialmente las desfavorecidas, tengan acceso a una educación infantil de alta calidad, y a la información sobre dichos programas. Por tanto, opino que las partidas presupuestarias destinadas a la educación infantil deberían incrementarse por su impacto beneficioso en etapas educativos posteriores.
A la vista de los resultados de este estudio y de otros, que arrojarán conclusiones en el mismo sentido, deberían tomarse medidas encaminadas a asegurar la asistencia o, al menos, la posibilidad de hacerlo, de todos los niños a los centros de Educación Infantil. Entiendo que sería un rasgo de progreso ampliar la educación obligatoria incluyendo la Educación infantil.
Hoy día sabemos que los niños/as de E.I son personas con derechos sociales y entre ellos esta el derecho a la educación, algo que debe ser garantizado por los poderes públicos. Una E.I coherente supone asentar los cimientos del sistema educativo y la inversión en dicha etapa va a ayudar a prevenir problemas posteriores.
Este artículo muestra un estudio bastante interesante sobre unas mediadas que resultan idóneas sobre todo para la compensación de desigualdades de tipo social. Además los alumnos/as que acuden a dicha enseñanza suelen obtener mejores resultados. En mi opinión deben ponerse todos los medios necesarios para asegurar la asistencia de los niños/as a dicha etapa e incluso extender la obligatoriedad, ya que, considero que es una etapa única y no algo transitorio o que sirva de preparación para etapa posteriores.