¿Cómo se puede proporcionar oportunidades de aprendizaje a todo el alumnado, independientemente de su entorno, para que puedan desarrollar todo su potencial? En el boletín de PISA in Focus n.º 117 (PIF 117) de la OCDE se proponen algunas pautas para lograrlo.

El punto de partida del boletín citado se basa en que, con demasiada frecuencia, las oportunidades del alumnado para tener éxito, orientarse hacia sus intereses o desarrollar de forma adecuada su potencial, no son suficientes. Las circunstancias personales debidas a su contexto socioeconómico, sobre las que no tienen ningún control, influyen mucho tanto en la calidad de la educación que reciben, como en su rendimiento y a la trayectoria educativa que eligen. También se ve afectado el desarrollo de las actitudes y disposiciones del alumnado hacia el aprendizaje, aspecto que dificulta que puedan conformar de forma óptima sus expectativas futuras.

Nivel socioeconómico y rendimiento

Un aspecto que preocupa es que estudios recientes, como el de El estado Global de la Educación tras 18 Meses de Pandemia de la OCDE, han demostrado que la pérdida de aprendizaje durante la pandemia fue más pronunciada entre el alumnado y los centros educativos desfavorecidos.

El propio boletín indica que, si bien está demostrado que el nivel socioeconómico del alumnado predice los resultados de PISA, esta relación no es igual en todos los países o economías que participan en el Estudio. La pobreza o el contexto no siempre suponen un impedimento para el rendimiento del alumnado, de hecho, PISA constata que es posible lograr tanto un buen rendimiento como una mayor equidad en la educación, como es el caso de los sistemas educativos de Australia, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Hong Kong (China), Japón, Corea, Macao (China), Noruega y Reino Unido (Figura 1); y para ello la forma en que se organizan los centros educativos es importante.

Figura 1. Relación entre el contexto socioeconómico y rendimiento en lectura

Fuente: PISA in Focus n.º 117

Acciones para trabajar hacia la igualdad de oportunidades

Entre los aspectos para alcanzar una igualdad de oportunidades, que se detallan en el estudio citado previamente, destacan las acciones que deben tenerse en cuenta por las personas responsables de las políticas educativas, el personal directivo y el profesorado, máxime en la situación actual de pandemia, en la que es probable que se hayan ampliado las diferencias de rendimiento en relación al índice socioeconómico. En concreto se señalan los siguientes puntos para garantizar que todo el alumnado tenga las oportunidades necesarias para desarrollar su potencial:

• Implantar mecanismos para que se consolide el aprendizaje temprano para toda la población infantil, prestando especial atención a la calidad y la duración de esta etapa, así como facilitando y propiciando el acceso a los niños y niñas de distintos entornos.
• Educar para la consecución del máximo potencial de todo el alumnado, proporcionando el apoyo necesario para ello. Con esa finalidad es importante reducir el posible impacto negativo que puede tener una excesiva estratificación del alumnado en diferentes itinerarios educativos o niveles a una edad muy temprana.
• Proveer de recursos adecuados, tanto humanos como materiales, a todos los centros educativos según sus necesidades, independientemente del nivel socioeconómico de su alumnado, y trabajar para conseguir que los recursos asignados se utilicen de manera eficaz en todos los centros. Esto puede llevarse a cabo con una adecuada formación tanto de los equipos directivos como del profesorado, a la par que de las familias.
• Dar autonomía a los centros educativos para que puedan implementar proyectos adecuados a su entorno y a las necesidades de aprendizaje de su alumnado y, al mismo tiempo, establecer mecanismos para que haya transparencia, se evalúen las actuaciones de los centros y haya una rendición de cuentas. Todo este proceso debería ser revisado de forma centralizada para evitar que determinados centros se queden atrás y se pueda ajustar el proceso de mejora de forma continua. Debe haber un equilibro entre la autonomía y la rendición de cuentas.

Estas medidas pueden lograr, sin duda, que los países o economías consigan un buen rendimiento general y, al mismo tiempo, garanticen una mayor igualdad de oportunidades para todo el alumnado, independientemente de su entorno socioeconómico.

En resumen, son muchos los retos que deben afrontar tanto las personas responsables de las políticas educativas de la Administración Educativa, como los equipos directivos de los centros escolares y el profesorado, para lograr una educación más equitativa que consiga igualdad de oportunidades al alumnado que proviene de múltiples tipologías de contextos. Este boletín proporciona algunas actuaciones que han funcionado en varios países y que pueden ser un ejemplo a seguir por el resto.

Más información en: PISA in Focus n.º 117

Créditos fotográficos: Imagen destacada © Pixabay

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