Focus on: ¿Ser más joven es siempre mejor a la hora de aprender una lengua extranjera?

Ofrecemos la traducción de un nuevo artículo de la serie Focus on de Eurydice, la red de información sobre educación de la Comisión Europea:

 “La conquista del aprendizaje se logra a través del conocimiento de los idiomas.” -Roger Bacon

La edad en la que el alumnado en Europa estudia una lengua extranjera es cada vez menor. En 2002, el Consejo Europeo de Barcelona hizo una llamada a tomar más medidas para “enseñar al menos dos lenguas extranjeras desde una edad muy temprana” para mejorar el dominio de las habilidades básicas en la educación. La edición de 2023 de Cifras clave de la enseñanza de lenguas en los centros escolares de Europa muestra que, desde entonces, alrededor de dos tercios de los sistemas educativos para los que hay datos han reducido la edad a la que el alumnado comienza a estudiar una lengua extranjera. Ahora, estudiar al menos una lengua extranjera es obligatorio antes de los ocho años en la mayoría de los sistemas educativos, e incluso antes de los seis años en seis sistemas educativos.

Una creencia común es que cuando se trata de aprender una lengua extranjera, empezar de más joven es mejor. Pero, ¿es esto cierto en el contexto de la educación escolar europea?

Si bien los niños y niñas más más pequeños tienen ciertas ventajas cognitivas ligadas a su edad, como una mayor plasticidad cerebral, existen otros factores que también facilitan la adquisición de una lengua extranjera. Esto se debe a que el alumnado más joven aprende de una manera completamente diferente a los mayores. Aprende implícitamente, a través de la interacción, las canciones y el juego, escuchando e imitando sonidos como con su lengua materna. Los niños y niñas de mayor edad también tienen menos inhibiciones y es más probable que corran riesgos sin preocuparse por ser corregidos. Por lo tanto, están motivados por el deseo de comunicarse e interactuar con las personas que los rodean.

Aprender idiomas a una edad temprana no solo trae beneficios lingüísticos. También puede mejorar las habilidades cognitivas básicas, incluido el razonamiento, la resolución de problemas y la memoria, además de mejorar la comunicación y las habilidades interculturales. Es importante destacar que las canciones y los juegos que forman parte del aprendizaje temprano de lenguas hacen que las clases sean divertidas, lo que puede cultivar un interés duradero por las lenguas extranjeras y motivar a los niños y niñas a seguir aprendiendo a medida que crecen.

Sin embargo, los niños y niñas mayores tienen sus propias ventajas cognitivas. Tienen mayor experiencia lingüística y habilidades metalingüísticas que el alumnado de menor edad no posee. Esto significa que son aprendices más eficientes de vocabulario y aspectos de la estructura del lenguaje.

En el contexto del aula, con enseñanza explícita de las reglas de una lengua, el alumnado de mayor edad tiene más ventajas. La investigación lingüística ha demostrado que los niños y niñas mayores de 11 años pueden superar a los niños y niñas mayores de los ocho años cuando reciben instrucción en una nueva lengua extranjera durante la misma cantidad de tiempo. Aunque el alumnado más joven finalmente se pone al día y alcanza un nivel de competencia aún más alto, esto sugiere que la mayor madurez cognitiva con la que cuentan los niños y niñas de más edad les ayuda a hacer uso de la información limitada y la instrucción explícita.

A medida que los más pequeños aprenden a través de medios más implícitos, se requiere una cantidad mucho mayor de exposición de calidad. De hecho, los niños y niñas que se observa que aprenden una nueva lengua en un corto período de tiempo suelen ser aquellos y aquellas con inmersión en la nueva lengua, como en las familias que migran a un nuevo país. Esto no suele ser posible en un contexto escolar, con un número limitado de horas dedicadas a la enseñanza de lenguas extranjeras. Por lo tanto, puede que no sea sencillo implementar una política de este tipo en todos los sistemas educativos europeos.

Esto cuestiona, en primer lugar, las competencias de los docentes de educación primaria. Si se hace obligatorio que el alumnado aprenda una lengua a una edad más temprana y, por lo tanto, en un grado inferior en el centro educativo, debe haber suficiente profesorado de lenguas cualificado para estas horas adicionales. Esto es especialmente difícil cuando muchos países ya se enfrentan a una escasez de docentes.

En países donde también se espera que el profesorado generalista, es decir, aquel cualificado para enseñar todas (o casi todas las materias), enseñen lenguas, el desafío puede ser que adquieran un alto nivel de competencia en una lengua extranjera. No se puede garantizar un input de alta calidad si el docente no es un hablante competente de la lengua o carece de las habilidades docentes para enseñar lenguas extranjeras.

La continuidad en la lengua de estudio también es importante. Muchos alumnos pueden encontrarse con interrupciones en su aprendizaje de lenguas extranjeras a medida que crecen y hacen la transición entre los niveles educativos. Esto puede ser, principalmente, el resultado de la estructura de los sistemas educativos nacionales, que difieren mucho en toda Europa en la educación general obligatoria a tiempo completo. En los sistemas que siguen una estructura única, como en Dinamarca, no hay transición entre la educación primaria y la primera etapa de la educación secundaria. Esto significa que el alumnado danés, que debe estudiar inglés como lengua extranjera, puede hacerlo de forma continua sin interrupciones. En cambio, otros sistemas educativos, como en Francia, tienen varias transiciones entre niveles educativos. El alumnado francés, que puede elegir la lengua, asiste a dos centros diferentes para la educación primaria y la primera etapa de la educación secundaria. Esta discontinuidad podría ser un problema si el alumnado no recibe el mismo nivel de enseñanza, o si se le exige que comience una nueva lengua desde cero.

Cuando se trata de aprender lenguas extranjeras en la escuela, comenzar a diferentes edades tiene diferentes ventajas. El aprendizaje desde una edad muy temprana tiene un papel fundamental en la enseñanza de lenguas extranjeras, pero aún existen condiciones de éxito que deben tenerse en cuenta. En vista de esto, la Comisión Europea aboga por un enfoque más integral para la enseñanza y el aprendizaje de lenguas, que incluye, en particular, la continuidad en la enseñanza de lenguas y el apoyo al profesorado en su movilidad y formación.

Autoras: Aislinn Curran and Nathalie Baidak

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Sobre el autor

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