Estancia profesional en Jyväskylän Lyseon lukio, Jyväskylä (Finlandia)

Finlandia y su sistema educativo, una estancia inolvidable.
Dos semanas en el Jyväskylän Lyseon lukio, situado en la Jyväskylä permiten al docente que las visita hacerse una idea de cómo funciona el mejor sistema educativo del mundo, según los informes internacionales. Situado en la zona central de Finlandia, se trata de una ciudad con una gran impronta educativa, ya desde su nacimiento pues fue allí donde nació la primera escuela en impartir la docencia en su lengua materna, sin duda, una característica que enorgullece a sus ciudadanos. La estructura organizativa del centro visitado resulta compleja y tan diferente a la del sistema educativo español que requiere de una descripción detallada. Gradia recibe el nombre del consorcio entre el sistema educativo en la región central de Finlandia y sus empresas. Hoy en día, esta empresa cuenta con tres tipos de enseñanza: el bachillerato con tres centros diferentes, el Lyseon donde se ha realizado la estancia, también enseñanza para adultos y el Schildt; dos centros de ciclos formativos, una parte localizada en otra localidad más pequeña y una parte mayor que comparte las instalaciones con el Lyseon, cuenta con unas 25 familias muy variadas (estética, economía, informática, etc.); el tercer tipo de enseñanza se denomina Service for partners, que se encarga de gestionar y desarrollar la formación dentro de las empresas (esta ya es considerado fuera del sistema educativo finlandés).
Sin lugar a dudas, lo que más destaca es la inversión económica tanto en las instalaciones como en la informatización del alumnado. Todo el alumnado cuenta con su propio ordenador portátil con el que trabaja, atrás quedaron las clases donde se escribía a mano, algo que como docente de lengua castellana sorprende de manera casi inquietante; por su parte, cada docente también tiene su portátil con el que trabajar tanto en el centro como en sus clases.
El alumnado de bachillerato está siendo educado desde el respeto a su independencia, se entiende que ya son suficientemente mayores para realizar sus tareas, seguir las clases o no, e incluso diseñar su propio itinerario educativo que puede alargar hasta cuatro años, con un sistema de evaluación final que puede también dividir y seleccionar en fases. La independencia, la autonomía parecen elementos claves para este sistema educativo que, sorprendentemente, cuenta con unas ratios similares a las de España, unos treinta estudiantes por grupo.
Las instalaciones no pueden dejar a nadie indiferente. Caminas por los pasillos y encuentras instrumentos para ser tocados (guitarras, pianos…), juegos diferentes, incluso puzles para ir haciendo entre todo el mundo en sus ratos libres. Unas aulas con una variedad increíble de mesas con ruedas en su mayoría para poder disponer del aula segu´n las necesidades de las actividades programadas, cómodos sillones, sofás, sillas ergonómicas y pelotas de pilates. No solo las aulas, en la sala de docentes, además de contar con una cocina, pueden descansar en cómodos sofás, trabajar en una especie de cápsulas-estudio aislados de cualquier sonido, o pequeños micro espacios para trabajar en equipo…
El sistema de bachillerato está más ligado al sistema educativo universitario español que a las etapas anteriores. Un curso escolar no se reparte en tres trimestres, sino que se divide en 5 periodos con una duración de unas 6 semanas donde se suele impartir una media de dos unidades didácticas. No se trata de superar materias o cursos como en el sistema español, al final del bachillerato cualquier estudiante debe haber cursado 150 de estas unidades didácticas que se imparten en los periodos para poder obtener el título. Inglés, por ejemplo, cuenta con 3 módulos para cada curso de bachillerato, la única asignatura que sí tiene los 5 módulos por curso son las matemáticas avanzadas. De este modo, se potencia la autonomía del alumnado que puede ir trazando su futuro matriculándose en diferentes módulos, incluso eligiendo a un docente u otro, siempre dependiendo del horario.
Especial mención merece el equipo de orientación, el Lyseon cuenta dos psicólogas, tres trabajadoras sociales, cuatro especialistas en pedagogía terapéutica y ocho councelers o orientadores. La tarea de las psicólogas se centra en los problemas de salud mental y la de los orientadores pasa por acompañar a todo el alumnado en su periplo estudiantil. De hecho, imparten dos de estos periodos educativos de carácter obligatorio a todo el alumnado debe cursar en bachillerato: al principio en 1º, para que aprendan cómo organizar su bachillerato, en 2º curso, en primavera, donde se centra ya en la orientación del futuro universitario de cada estudiante; también ayudan en la gestión de las dos semanas que cada estudiante debe realizar vinculadas a su futuro profesional. En el primer año, hacen una semana de prueba del trabajo que ellos eligen modo de jobshadowing¸ de esta gestión debe encargarse el mismo alumnado, sin embargo, en caso de no encontrarlo, lo facilita el orientador, cuyo equipo cuenta con hasta cinco sectores laborales en el campo de la economía, la política, la salud… En el 2º curso, cada estudiante debe pasar una semana de prueba asistiendo a las clases de la carrera universitaria que les gustaría estudiar. Estas dos semanas, no se realizan en toda Finlandia, se trata de una propuesta particular de Gradia con carácter obligatorio.
Tanto en lengua inglesa como en la enseñanza de su lengua materna, tanto en el bachillerato ordinario como en el internacional, el alumnado debe leer alrededor de 10 lecturas por lengua, algo que supera en demasía la media habitual en España, que normalmente hace leer en tan solo 3 o 4 lectura de la lengua o lenguas maternas, según la comunidad. Sin embargo, cabe destacar que, en Finlandia, para las dos lenguas no solo leen obras originales, sino que también ofreces obras traducidas, algo menos habitual en el bachillerato español. Al igual que el portátil, los libros de lectura son facilitados por el centro educativo, sin embargo, no se hace a través de la biblioteca porque esta es inexistente. No cuentan con personal bibliotecario, por tanto, a pesar de tener libros y biblioteca física, esta no se halla en funcionamiento en ninguno de los centros visitados. A diferencia del sistema educativo español donde la mayor parte de centros cuenta con una biblioteca escolar más o menos funcional gracias al esfuerzo y dedicación de un profesorado al que no se le valora suficiente esta labor.
A modo de conclusión, señalaré que salir de casa y vivir dos semanas completas en un país tan diferente, el otro extremo de Europa literalmente, permite ampliar la visión de mundo, conocerse a uno mismo más y descubrir lo que nos parecemos y diferenciamos con vecinos europeos. Los aspectos positivos de la estancia pasan por la posibilidad de viajar durante el curso escolar a otros países a descubrir nuevos sistemas educativos y conocer a nuevos docentes con quien trabajar, poder desarrollar nuevos proyectos, etc. Quizás, el aspecto que podría mejorarse pasa por la cuestión económica, dado que un país como Finlandia resulta tan caro que aunque se obtenga el presupuesto máximo, dará para pagar la residencia y poco más. El mayor consejo práctico que puedo ofrecer a quien esté pensando en optar por esta beca es que lea con atención las bases de la beca. Más allá de esto, recomiendo a cualquier docente en activo que se anime a vivir esta experiencia pues resulta tan motivadora como satisfactoria.