Estancia profesional en Liceo Classico Linguistico Musicale «Antonio Pigafetta» en Vicenza (Italia)

Cuando se llevan muchos años en la profesión, un poco se pierde esa magnífica sensación que es la capacidad de sorprenderse, de experimentar emociones por nuevas maneras de hacer y de aprender. Por suerte, a veces la vida te ofrece algunas experiencias que te despiertan de nuevo la curiosidad, las ganas de saber más sobre maneras de enseñar y de aprender, de acercarte a nuevos conocimientos y sensibilidades. Si además cuando llegas a ese centro, tienes la suerte de encontrar personas fantásticas que te reciben y te acompañan en el proceso, entonces ya te puedes considerar completamente afortunado/a. Y esto es lo que me ha pasado en esta genial Estancia Profesional: partí con la idea de ya saberlo todo y he vuelto con la idea de lo mucho que me queda por aprender.

La sensación de encontrar jóvenes interesados por la cultura clásica, las lenguas y la música, el ver que lo hacen todo y que lo hacen bien, que te admiran por lo que les puedas aportar, te provoca una gran envidia y te empequeñeces delante de tal avidez de conocimientos. En ese momento recuerdas el por qué te hiciste profesor/a y no quieres que esa emoción se acabe.

Desgraciadamente esta no es la realidad que se vive en la mayoría de los centros de secundaria, pero a veces estas experiencias ocurren y yo, gracias a esta Estancia Profesional, lo he podido vivir.

Núria Picola Sancerni