Me llamo Pino y acabo de terminar mi estancia profesional docente en el Gymnasium Wandlitz en Alemania del 20 al 31 de marzo. Soy docente de Latín y actualmente ejerzo también como Agente Zonal de Igualdad en el Centro de Profesorado de Puerto del Rosario en Fuerteventura.
Durante estas dos semanas he podido conocer cómo funciona el sistema educativo alemán para la etapa educativa del alumnado que se prepara para la universidad en el estado de Brandemburgo y en Berlín. En el centro educativo hay matriculados 600 discentes y 67 personas ejercen como docentes. Cada docente imparte dos materias. Este hecho hizo que en las clases de Latín no pudiera participar porque el docente responsable de la materia no se encontraba en el centro; y la persona que lo sustituía no impartía la materia de Latín. Aún así, formé parte de la coordinación pedagógica para la materia de Español en niveles muy diversos con alumnado de 7º, 10º, 11º y 12º curso (1º y 4º ESO, y 1º y 2º de Bachillerato).
Mi estancia en el centro estuvo bastante bien organizada desde el primer momento: se me entregó un horario con todo lo previsto para las dos semanas; y el profesorado encargado de impartir la materia de Español me facilitó otro para conocer las horas de docencia de cada miembro. De esta manera era yo la que decidía si quería o no participar en sus clases. Para mí no supuso ningún problema hacerlo, ya que con mi intervención en el aula al alumnado se le brindaba una buena oportunidad de practicar la lengua con una persona nativa.
Asimismo, asistí a reuniones de coordinación de actividades extraescolares y complementarias del departamento; a una sesión de formación de profesorado; y también a un claustro cuya temática principal trató de la coordinación de los exámenes de Abitur (nuestra prueba de acceso a la universidad). Como actividad extraescolar el departamento de Español estaba preparando un viaje a Granada. Por otro lado, la sesión de formación del Plan de Formación del Profesorado trató sobre el aprendizaje invertido, Flipped Classroom, como medidas de motivación para el alumnado y para mejorar los resultados académicos. Y por último, como ya mencioné, tuvo lugar la coordinación de los exámenes de Abitur (nuestra prueba de acceso a la universidad), en la que, materia por materia, se especificó cómo se organizarían las pruebas. Aquí, la diferencia más grande que aprecié con respecto al sistema educativo español y que más me sorprendió, fue que el alumnado se ha de enfrentar a un examen oral de cada una de las materias a las que se presenta. Al respecto, me gustaría aconsejar a las personas que en un futuro realicen este tipo de estancias que participen en el máximo de actividades y reuniones posibles que organice el centro de acogida, ya que son momentos idóneos para compartir experiencias educativas y para proyectar posibles nuevos proyectos o intervenciones en la práctica docente en el aula.
Tengo que añadir también que en todo momento me sentí arropada por el profesorado y la dirección del centro, así como con el alumnado con el que tuve la oportunidad de intervenir. Es más, me organizaron una cena después de la reunión en la que estuvieron el profesorado de español y parte de la directiva.
A todo esto debo añadir la situación de inmersión lingüística que suponen este tipo de estancias, ya que me ha dado una oportunidad única para desarrollar mi competencia lingüística en la lengua alemana. De hecho, la comunicación con el profesorado fue en alemán, incluso con el que impartía español. Fue algo que yo pedí para poder practicar al máximo posible la lengua alemana; y que en todo momento se respetó atendiendo a que mi integración en el centro fuera lo más completa posible.
También he de comentar que mi anfitriona me organizó algunas excursiones interesantísimas por Berlín y sus alrededores, como una visita a la estancia del Reichstag. Además, también me hizo de guía por algunos museos y por la ciudad mostrando y explicando los lugares más emblemáticos de la misma.
Me gustaría terminar agradeciendo, en primer lugar, al Ministerio de Educación y Formación Profesional por la convocatoria de este tipo de estancias. En segundo lugar, al director del centro de acogida y a mi anfitriona Diana Müller-Polzin, que me ha guiado perfectamente en todo el proceso facilitando toda la información necesaria para que todo saliera perfecto, y hospedándome en su casa junto a su familia e introduciéndome de lleno en las costumbres alemanas. Y en tercer lugar, a mi directora del IES La Oliva de Fuerteventura, que me ha animado en todo momento a realizar la estancia formativa.
