Mi nombre es Vanesa y tuve la oportunidad de visitar el colegio público Kennemerpoort en la ciudad de Alkmaar, en el norte de Holanda durante 2 semanas en marzo de 2023. Ojo, se imparte la enseñanza en holandés.
Este colegio era de 1 línea y 2 líneas en algunos niveles. Pude ver todos los niveles desde infantil (solo hay 4 y 5 años y están mezclados, lo cual es muy enriquecedor).
La primera diferencia que encontramos con respecto al sistema español es el horario y la organización de las asignaturas.
Los docentes no trabajan todos los días de la semana. Con lo cual, cada clase tiene 2 profesores, normalmente.
Por otro lado, no hay profes especialistas o un horario con especialidades, sino que es el docente de ese día quien está toda la mañana con el grupo. Dentro de la mañana sí tienen rutinas diarias de matemáticas, lengua y ciencias. Una vez a la semana hay deporte, música y a partir de 5º, inglés. Lo imparten los propios tutores.
Mi apreciación en cuanto a que no haya especialidades como en España es que pierden esa parte técnica de la música y la educación física, por ejemplo.
El profesorado entra a las 8 y el alumnado a las 8:30, con lo cual todas las mañanas hay una reunión, muy interesante este punto. La mayoría de colegios en Países Bajos tiene horario de 08:30 a 14:00, pero este mantiene el horario tradicional, que es de 08:30 a 15:15 con una pausa para comer (pueden ir a casa o comer su propia comida en un espacio polivalente, no hay un comedor como tal). Además, bien temprano, hacen una pausa de 30 minutos para jugar en el recreo por turnos, ya que los patios no son muy grandes. Otros 15 minutos son para tomar el desayuno en clase, mientras ven un programa de noticias muy interesante.
Una vez se van a casa a las 15:15, el profesorado debe quedarse hasta las 16:30 o 17:00.
Se trata de una enseñanza muy tradicional y metódica en cuanto a las matemáticas y la lengua. Todos los días hay rutinas para estos bloques y siempre se usa libro para rellenar. Aun así, algunas actividades que éste propone, dentro de estar descontextualizadas, son bastante competenciales.
El libro de matemáticas se basa en los bloques básicos. Y el de lengua es pura gramática, vocabulario y conocimiento de la lengua. Como veis, no hay material manipulativo y la lengua no se aplica de forma oral o escrita, a no ser que el docente lo tenga en cuenta e incluya actividades del tipo exposición de trabajos, oratoria, etc.
Para las ciencias cuentan con un libro y con distintos programas digitales de calidad. El libro no es un libro informativo como en España, sino que ofrece temas interesantes y para pensar, aunque también es de rellenar y ya. Esto lo complementan con la realización de manualidades, proyectos más integradores, etc.
Pedagógicamente, son muy respetuosos y están relajados con el aprendizaje, no pasa nada si no se rellena algún ejercicio del libro. El alumnado es muy autónomo en su trabajo, responsabilidades de clase, limpieza de clase, no hay deberes. Y todo el colegio trabaja en la misma línea, no es que no haya Libertad de cátedra, sino que se organizan muy bien (el libro y todo el material digital lo facilita, claro).
Como la mayoría del trabajo es con el libro, tienen una dinámica de auto corregirse muy eficaz, con pequeñas diferencias entre profes. Pero se puede revisar lo que no se ha entendido más tarde con el profesor. Esto lo permite el hecho de estar toda la mañana con la clase.
También son muy flexibles en los agrupamientos, ya que quienes van mejor en algún área pueden salir del aula a la zona polivalente y trabajar allí. O pueden salir para que un alumno les explique algo. Otras personas se reagrupan en una mesa de trabajo dentro de clase y otras pueden consultar al maestro tutor o a un maestro que está disponible para ello, algo así como un maestro de apoyo que hay en otra aula (hay un horario fijo para eso).
La atención a la diversidad, desde mi punto de vista, no está muy integrada, sino que se asume que el alumno debe estar fuera. Además hay pocos alumnos con necesidades, probablemente porque es un colegio que está en el centro de la ciudad.
Algo sorprendente es que el inglés como lengua extranjera lo aprenden una vez a la semana a través de canciones. Todo el profesorado coincide en que el éxito de su conocimiento es no traducir los programas de televisión y películas.
No hay religión dentro de la escuela, pero sí se conoce sobre todas ellas.
Una vez a la semana, tienen una sesión con una pedagoga con la que tratan temas de valores humanos.
Eché en falta la creatividad y metodologías innovadoras como robótica, y el uso de la TIC más allá de completar juegos y rellenar huecos.
He cogido muchas ideas pedagógicas y de la propia labor del docente, así como de la gestión del aula, que podré tener en cuenta para un futuro. Además de ser consiente de que el gobierno valora mucho más al profesorado y alumnado y a la escuela en general, aportando material de calidad que en España. Quizá las editoriales deban mejorar también, porque tener material de calidad hace que no vayamos tan cargados de trabajo, como en mi caso que hacemos ABP.
Además, he podido crear contactos para futuros intercambios de internacionalización.
