Estancia profesional docente en el Lycée Jacques Decours de París (Francia)

Me llamo Eduard Mor y soy profesor de ciencias y director del Centro Público de Formación de Personas Adultas  Historiador Viciana de Borriana (Castelló) y realizada en el  Lycée Jacques Decours desde el día 1 al 14 del pasado mes de abril.

El centro Lycée Jacques Decours es uno de los institutos más grandes del Paris, y, por ende, de Francia. Ubicado en el «9 ème arrondissement» a escasos 400 metros del Sacre Coeur, está ubicado en un edificio histórico, de finales del s. XVIII, que está siendo remodelado de manera integral en estos momentos.

La ubicación del centro en  un barrio multicultural pero de un elevado nivel socioeconómico condiciona la tipología del alumnado, aunque los más de 1200 alumnos matriculados son de las más variadas procedencias raciales y culturales.

La heterogeneidad del alumnado es la que cabe esperar de una sociedad occidental urbana de principios del siglo XXI.

Otra de las peculiaridades es que se imparten clases de lo que se denomina en nuestro país vecino la «préparatoire». Esto merece una breve explicación. En Francia, una vez completado el baccalauréat, los alumnos deben afrontar un examen que les permitirá el acceso  a la universidad. No obstante, un reducido número de centros universitarios, en su mayoría, aunque no exclusivamente, escuelas de ingeniería  exigen una prueba específica de acceso. La dificultad de estas pruebas hace que se requiera entre dos y tres años de preparación para superarlas. Pues bien, el Jacques Decours imparte estos cursos. Se trata, esencialmente, de contenidos de ciencias y matemáticas de nivel universitario y que conduce a la superación de estas pruebas.

Ni que decir tiene que los alumnos que acceden a las mismas han sido seleccionados entre aquellos que tienen un mejor expediente  académico y están altamente motivados. He de decir que en  estas clases también estaban representadas las minorías raciales y culturales de que se ha hablado con anterioridad y la presencia de chicas era equivalente a la de chicos, cosa a tener en cuenta, dada la escasa presencia de mujeres en los estudios de naturaleza científica en nuestro país.

Los que conozcáis  algo del sistema educativo francés recordareis  que la escuela pública, laica, gratuita y con vocación integradora es uno de los pilares del modelo de ciudadanía nacional y republicana que tiene su origen en la Revolución Francesa. Estoy convencido, tras 15 días en sus aulas, de que este centro se ajusta muy bien a este ideal.

Mis actividades en el centro giran en torno a tres áreas de interés:

  • Organización administrativa del centro y funcionamiento.
  • Actividades académicas, preferiblemente del área de ciencias.
  • Actividades complementarias planificadas en el centro.

No obstante, la mayor parte del tiempo lo dediqué a asistir a clases y convivir con profesores y alumnos.

Participé en clases de matemáticas y de física de los cursos de secundaria y bachillerato, pero también de química y de SVT (sciences de la vie et de la Tèrre) y a alguna clase de español y de italiano.

En general los currículos del área de ciencias son similares a los nuestros.

El aspecto que me produjo una mayor impresión fue la extraordinaria buena educación de los alumnos, que contrasta fuertemente con mi experiencia personal. Exquisita corrección al dirigirse al profesor, silencio en los pasillos, etc.

Al margen de las actividades reseñadas he de decir que pude organizarme, por las tardes, un plan de visitas a los museos de París: el Louvre, el Orsay, museo nacional de ciencias naturales, el hombre y la evolución, museo de las ideas y de la francmasonería, etc, etc. Ventajas de visitar un centro ubicado en la capital.

Quisiera  reseñar que mi estancia profesional ha estado  fuertemente condicionada por el ambiente de protestas sociales que han convulsionado nuestro país vecino en estos últimos tiempos.  El seguimiento de las protestas era muy masivo tanto por profesores como por alumnos lo que provocaba fuertes alteraciones del funcionamiento del centro. Por lo que hace a las motivaciones, a las protestas por la ampliación de la edad de jubilación de 62 a 64 años promovida por el gobierno Macron, se añade la puesta en marcha de una reforma del bachillerato, la llamada ley Blanquer, nombre del ministro francés de educación.

He de decir que los inconvenientes de las mobilizaciones se han visto compensados, por lo que a mí respecta, por la oportunidad que he tenido de tomar el pulso del estado de ánimo del sector educativo.

Quizás sea este el momento de reconocer que el éxito de mi estancia no hubiese sido posible sin la tarea de Dña. Elisa Moros Moratalla, profesora del centro que asumió el papel de anfitriona. Sin su dedicación no hubiese podido integrarme en el claustro de profesores. Desde aquí mi agradecimiento, a ella de manera muy especial y a todos los profesores, mas de 10,  que me abrieron las puertas de sus aulas.

Respecto a los colegas franceses, manifestar también mi agradecimiento. Tuvieron una actitud abierta y un interés grande por la experiencia. He de decir que España les resulta un país atractivo y sin duda alguno de ellos se decidirá a establecer alguna modalidad de colaboración con nosotros.

De todo lo que se ha escrito con anterioridad resulta  obvio que la experiencia me ha resultado apasionante. Partía de un interés grande, lo que motivó la solicitud, pero la realidad ha demostrado que las expectativas estaban más que justificadas. Espero transmitir en mi centro la ilusión y el interés y generar el  efecto contagio entre mis compañeros.