Mi estancia ha tenido lugar en el Centro de Formación Profesional Heinrich Hertz Europakolleg en la ciudad de Bonn, Alemania. La experiencia en dicho centro ha sido maravillosa. Durante dos semanas he podido conocer la esencia de la educación profesional alemana, dentro del contexto de la especialidad de Industriales que es la que se impartía en el centro educativo. Al centro acude alumnado desde los 16 años en adelante, distribuidos en los distintos ciclos de las especialidades y con la posibilidad de estudiar por la formación profesional presencial, así como la formación dual. Este alumnado tiene un origen muy variado, nutriendo en este sentido las distintas clases.
La gestión durante mis dos semanas de estancia ha consistido en pasar varias sesiones durante cada día con distintos profesores y profesoras, de manera que he podido tener una visión íntegra de sus metodologías en clases. Del mismo modo, tuve la oportunidad de tener un día de formación con ellos sobre nuevas metodologías en clase. En este tiempo, me ha resultado profundamente interesante la autonomía y responsabilidad que el alumnado tiene, siendo muy distinto al conocido en España, ya que, por ejemplo, está prohibido que el alumnado de entre 16-17 años salga del centro sin la autorización de un mayor.
Por otra parte, apenas he percibido problemas de conducta del alumnado, no siendo necesaria la existencia de aulas de convivencia o similares. En este sentido, ha sido interesante comprobar que los centros de formación profesional tienen una estructura más parecida a un campus universitario español que a un centro de enseñanza secundaria donde se imparte la FP española.
El horario es desde las 7:30 a las 15:50, teniendo 20 minutos de descanso cada hora y media (equivale a una sesión de clase). Alrededor de las 12:30 tienen una pausa de 40 minutos para el almuerzo en el comedor del centro. La metodología empleada resulta bastante similar a la española en relación a las distintas pruebas evaluadoras como exámenes, exposiciones de trabajo, participación en clase, asimismo el método magistral ha sido bastante abundante en detrimento de las metodologías activas. La dinámica de clase es bastante fluida, siendo la relación del profesorado muy cercana al alumnado.
Recomiendo profundamente esta experiencia a todo aquel a quien le pueda interesar. El aprendizaje, aunque sea únicamente en dos semanas, es enorme y la experiencia vivida muy enriquecedora, entre otras muchas cosas, te llevas buenas relaciones que pueden dar sus frutos en el trabajo diario de clase. Sí recomiendo comprobar que el centro tenga firma digital para la firma de documentación que acredite la estancia, ya que, de no tenerla, es necesario una firma manual y el sistema exige esta en su versión original.
Personalmente, he regresado con un enriquecimiento extra que ahora intento transmitir entre mis compañeros y compañeras de claustro.
