Por segunda vez he tenido la enorme suerte de realizar mi estancia profesional en Berlín, en la Paul-Schmidt-Schule en el distrito de Lichtenberg.
Este año, mi persona de contacto, Ewelina Wojsa, no impartía clases de español, sino de inglés y francés. Sin embargo, la comunicación con las tres docentes de español, Sofía Letier, Elena Burkhardt y Caroline Noack fue fluida y mostraron una gran predisposición a integrar mi participación en sus actividades docentes. De antemano hablamos de los contenidos que podíamos cubrir con cada una de las clases de español. En todos los niveles, la primera hora de colaboración la dediqué a presentarme, hablar de mi familia, aficiones, trabajo y experiencias, lo que me permitió preguntarles a los alumnos por estos aspectos para interactuar con ellos de modo personal. En las horas sucesivas, mi participación abarcó la comunicación oral en aspectos tan diversos como el vocabulario de los objetos del aula, aspectos socioculturales y geográficos de España y Latinoamérica, inventos españoles o el uso de los tiempos de pasado en nuestro idioma.
Por otro lado, asistí como oyente a varias clases de inglés impartidas por Ewelina Wojsa, en las que colaboré en alguna actividad a modo de asistente lingüístico, y en las que observé de modo externo las diferencias metodológicas y didácticas de la enseñanza de idiomas en el sistema alemán. Por último, la existencia de pantallas digitales en el centro me fue de gran ayuda para familiarizarme con su uso y manejo.
En definitiva, una experiencia recomendable a nivel profesional y humano, casi imprescindible para los que nos dedicamos a la enseñanza de idiomas. Gracias a este programa tenemos una puerta abierta a una Europa sin fronteras y en constante evolución pedagógica, de la que podemos y debemos participar activamente.
