Realicé mi estancia en Bridge Mills Galway Language Centre, en Galway. Se trata de un centro privado que imparte cursos de inglés como lengua extranjera y cursos para profesores de inglés como lengua extranjera. Dadas las características del centro los alumnos son en su mayoría extranjeros y pueden unirse a un curso cada lunes, con una estancia mínima de una semana, por lo que no cuenta con un currículo cerrado para cada curso (a excepción de los cursos para profesores). Con el fin de integrar a los alumnos, se realizan actividades extraescolares cada semana: tarde de bolos, charla en el pub, etc.
El número de alumnos varía según la época del año, y, por lo tanto, también el número de profesores. Yo realicé mi estancia en febrero, una época bastante tranquila en comparación con el verano. En ese momento contaban con unos 14 profesores y 200 alumnos. Los cursos se desarrollan por la mañana o por la tarde, y algunos, como el curso para profesores, abarcan todo el día.
Las tecnologías juegan un papel secundario en el aula, siendo un simple apoyo para el profesor, aunque todas las aulas cuentan con ordenador, proyector, pantalla y sistema de audio.
Al ser la mayoría de los cursos intensivos, las clases son largas, y el profesorado hace especial énfasis en alternar actividades más y menos intensas, ya que la mayoría de los alumnos trabaja a jornada completa antes o después de clase. Los grupos no son muy numerosos, entre 8 y 10 alumnos, y el enfoque comunicativo es el predominante en todas las aulas.
Antes de mi llegada, estuve en contacto con la Jefa de formación (el equivalente a una Jefa de estudios) y la encargada del alojamiento. Con la primera comentamos posibles actividades que yo podría llevar a cabo. La segunda me ayudo a gestionar el alojamiento ya que al ser temporada baja tenían una alojamiento disponible de los que ofrecen a sus alumnos. En todo momento me ofrecieron ayuda y consejo con cuestiones de transporte, desplazamientos, etc. No tuve un horario fijo durante estas dos semanas, sino que dependiendo de la actividad de cada día me organizaban para observar distintos tipos de grupos, por lo que la comunicación fue continua.
La experiencia como docente ha sido muy enriquecedora, y me ha servido para comprobar desde fuera cómo el alumno es el protagonista en el proceso de aprendizaje, y como la comunicación es el objetivo definitivo en el aprendizaje de idiomas. Además, el intercambio de ideas con otros docentes ha sido inspiradora, y a la vez nos ha unido al tener muchas cosas en común en nuestra visión docente.
En general es una experiencia que recomiendo, y Galway es un destino ideal ya que, aunque no sea una ciudad muy grande, al contar con dos universidades es muy rica culturalmente y su diversidad es enriquecedora. Eso sí, ¡no te olvides del chubasquero!
