Estancia profesional en Töölön Al-aasteen Koulu, Helsinki (Finlandia)

Mi nombre es Miriam y la inquietud por entender los factores que hacían del sistema educativo finlandés el mejor de Europa, me llevaron a visitar una escuela de educación primaria en su capital, Helsinki.

Esta estancia profesional me ha permitido comprobar cómo son las aulas, el día a día de los alumnos, las actividades que realizan o cómo se trabaja en un centro educativo finés. Una experiencia que me ha servido, entre otras cosas, para realizar una comparación entre ambos sistemas educativos, el finlandés y el español.

Aunque la escolaridad obligatoria en Finlandia se inicia a los 7 años (que en nuestro caso se corresponde con 2º de Primaria), no será hasta la entrada a la escuela cuando se les enseñe y se les pidan estos conocimientos de manera más formal, pues es a esa edad a la que se consideran que alcanzan un cierto nivel madurativo que les permite aprender. En España, la escolaridad obligatoria se inicia a los 6 años (1º de Primaria) si bien, en muchas ocasiones, se espera que los niños ya tengan ciertas nociones en materia de lectoescritura; parece que se concibe que cuanto antes se lo enseñemos mejor lo aprenderán.

Otra particularidad destacable de su pedagogía es la promoción de la autonomía y el respeto en la toma de decisiones de los propios niños. La misión de la escuela es ayudarles a que aprendan por ellos mismos. ¿Y cómo lo hacen? Pues el profesorado explica las diferentes tareas a desarrollar a lo largo de la semana y es el propio alumno quien decide por qué asignatura y tarea empieza: ellos mismos aprenden a autogestionarse el tiempo y organizarse, creando así alumnos, y futuros ciudadanos, no solo autónomos, sino también responsables.

Esa autonomía también la vemos cuando tienen que ir al lavabo, pues los maestros entienden que es una necesidad fisiológica natural y que los propios niños saben si necesitan ir o no. Por tanto, no piden permiso. Otro ejemplo del fomento de la autonomía que se persigue es que parte del currículum contempla el aprendizaje de tareas domésticas: practican habilidades como coser (sí, agujas en clase), cocinar, limpiar y planchar en determinadas aulas.

Otra cosa que chocó bastante, y que muestra también la gran autonomía que el alumnado adquiere desde bien pequeño, es que a la entrada del colegio y a la salida apenas hay padres, además veía a muchos niños al cole y volver a casa solos. No hay filas para entrar ni para salir, el alumnado sale de clase y automáticamente se va a casa, y así también lo hace el docente. Pregunté a la directora y me comentó que era totalmente normal, que los niños cuando están en 3º-4º van al cole solos sin nadie que les acompañe.

Los docentes son profesionales valorados y tienen gran autoridad en la escuela y en la sociedad. Los profesores tienen gran libertad para organizar sus clases de forma independiente, sobre la base de los programas educativos nacional y local, siendo un importante objetivo que los alumnos aprendan a pensar por sí mismos y que se responsabilicen de su propio aprendizaje. No hay burocracia ni existe la inspección educativa.

Los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela, y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio. Un dato: en Finlandia, el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana.

Termino la comparativa entre los 2 sistemas educativos, así como mi entrada en el blog, agradeciendo profundamente esta oportunidad, aprendizajes que sin duda me servirá para aplicar en las aulas de mi colegio.