Abordar el estrés laboral del profesorado durante el coronavirus

En muchos sistemas educativos y centros escolares, las rutinas y prácticas vigentes durante décadas han cambiado de repente, descartándose o actualizándose muchas de ellas. La investigación sobre la propagación y las consecuencias del coronavirus (COVID-19) ha dado lugar a recomendaciones que implican cambios en las formas de interacción entre las personas. Este hecho ha incidido muy notablemente en la educación, que se basa en las relaciones humanas, con el consiguiente impacto sobre la vida de millones de docentes, estudiantes, familias y equipos directivos en todo el mundo. ¿Qué efecto tendrán todas estas circunstancias a largo plazo en el profesorado y su intención de permanecer en la profesión docente?

Incluso antes de la crisis por COVID-19, en muchos sistemas educativos se detectaba escasez de docentes. En una comunicación conjunta entre la UNESCO, la Organización Internacional del Trabajo, UNICEF Educación International y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se informó sobre la necesidad de incorporar a la docencia a alrededor de 70 millones de docentes en todo el mundo de aquí a 2030. Para afrontar la situación actual, en muchos países se está incrementando la contratación de educadores con el fin de reducir la ratio de docentes por alumno y el tamaño de las clases. En algunos casos se desea que este cambio no sea coyuntural, motivado por esta situación de crisis, sino permanente.

A pesar de esos esfuerzos por disminuir la ratio y mejorar las condiciones, se observa un incremento de una cierta presión adicional sobre los docentes, derivado por la transformación mundial que se está produciendo en la actualidad en el ámbito educativo. Esta presión puede afectar negativamente a la intención de permanecer en la profesión docente. Según se extrae del estudio TALIS 2018, al analizar las respuestas de los docentes de los países de la OCDE, el hecho de experimentar mucho estrés en el trabajo duplica las probabilidades de querer dejar la profesión en un periodo de cinco años (Figura 1).

Figura 1. Intención de dejar la docencia en los próximos cinco años, vinculada al estrés y la satisfacción con las condiciones laborales

Fuente: Teaching in Focus N. 36

¿Qué pueden hacer los Gobiernos?

Los nuevos requisitos debidos al COVID-19 que se han impuesto en los centros educativos no se pueden obviar. Son necesarios para salvaguardar la salud del alumnado, sus familias y el propio profesorado, y para garantizar, al mismo tiempo, la educación. Sin embargo, aunque no siempre puedan reducir la presión que sienten los docentes, los Gobiernos pueden hacer mucho de cara a mejorar su entorno y condiciones laborales.

El análisis de los datos TALIS 2018 destaca al menos dos factores particularmente relevantes en el contexto actual que pueden mejorar significativamente la satisfacción de los docentes en relación con sus condiciones de trabajo y, a su vez, su disposición a mantenerse en la enseñanza.

Uno de esos factores tiene que ver con la participación en la gestión y toma de decisiones de los centros escolares, puesto que esto supone tener la posibilidad de trabajar conjuntamente para moldear el entorno laboral a las necesidades de todos, lo que se asocia positivamente con la satisfacción de los profesores con sus condiciones de trabajo. Dado que los profesores son una parte importante en la toma de decisiones, se les debería dar voz sobre cómo implementar los nuevos requisitos derivados de esta crisis, como mínimo para las decisiones a nivel de centro. Además de mejorar el proceso de toma de decisiones en sí, esto también puede hacer que los docentes se sientan más empoderados y satisfechos con las condiciones de su entorno laboral.

Otro de los factores que se resaltan en TALIS 2018 es el fomento del desarrollo profesional continuo del profesorado, que se refleja en el apoyo que reciben los docentes para la formación, por ejemplo: incentivos económicos, reducción del tiempo de docencia, entre otros. Este factor es también importante para el aumento de la satisfacción de los docentes en su entorno laboral. El profesorado valora muy positivamente estos aspectos ya que favorecen la adaptación rápida a situaciones de cambio. En estos procesos es muy importante la asimilación de informaciones nuevas y complejas para dar una respuesta eficaz a problemas como:  los riesgos para la salud, los cambios en el comportamiento del alumnado y la adaptación de las prácticas docentes.

Un profesorado motivado fortalece los sistemas escolares. Al apoyar y empoderar a los docentes no solo durante la crisis del coronavirus sino también a posteriori, los sistemas educativos se asegurarán de estar bien preparados para mitigar las pérdidas de aprendizaje y ayudar a impulsar la recuperación tras el impacto del COVID-19.

Fuente: https://oecdedutoday.com/give-teachers-a-say-tackling-teachers-stress-during-coronavirus/

Más información en:

Blog OCDE: https://oecdedutoday.com/give-teachers-a-say-tackling-teachers-stress-during-coronavirus/

TIF 36: https://www.educacionyfp.gob.es/inee/publicaciones/publicaciones-periodicas/teaching-in-focus.html

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