Estancia profesional en el centro educativo Coláiste Pobail Setanta en Dublín Irlanda

Mi nombre es Belén Fernández Espejo, soy profesora de Física y Química en el IES Rodrigo Caro de Coria del Río, este curso termino mi mandato como directora.

Durante la última semana del mes de marzo y la primera del mes de abril estuve realizando mi periodo de estancia profesional en un centro educativo irlandés.  Cuando, el curso pasado surgió la posibilidad de solicitar dicha estancia, no me lo pensé dos veces. Estábamos finalizando un curso muy difícil con todas las medidas COVID y la semipresencialidad y, pensé, que sería una gran suerte si se pudiera llevar a cabo.

Como mi centro estaba participando en un programa Erasmus+, que se inició en el curso 2019/20, con este centro educativo irlandés, les solicité la invitación y muy amablemente me la concedieron. No estaba muy segura de que pudiera realizarla debido a la pandemia y a que, un mes antes, comenzó la guerra en Ucrania que podía dejar todo en el aire.

Afortunadamente se ha podido llevar a cabo y es una experiencia enriquecedora y que recomiendo a cualquier profesor.

Para mí supuso un reto ya que no soy profesora de idiomas, me obligaba a salir de mi zona de confort, llevo más de treinta años de carrera profesional. Debía enfrentarme a un centro nuevo, idioma diferente, etc. Pero todos los nervios iniciales han valido la pena y vuelvo con una maleta llena de experiencias.

El centro se denomina Coláiste Pobail Setanta, nombre gaélico, que significa Coláiste= Colegio; Pobail= público Setanta= nombre de un héroe histórico de gran coraje y valor. Abrió sus puertas en agosto de 2008 y rápidamente fue creciendo en alumnado y en personal.

Se encuentra en una localidad a 14 km de Dublín, en una zona de creciente desarrollo con familias jóvenes con hijos en edad escolar. Está situado junto al centro de primaria y otros edificios comunitarios. Es obligatorio el uso de uniforme y las alumnas pueden optar por usar falda o pantalón, periódicamente tienen un día sin uniforme para ello deben donar una cantidad de dinero para obras benéficas.

En este centro las clases comienzan a las 8:30 h de la mañana (para no coincidir con la entrada del alumnado de primaria del colegio anexo) y terminan a las 15:16 h. El alumnado cursa estudios equivalentes a la ESO y Bachillerato.

Son clases de 58 minutos y los alumnos y profesorado se desplazan por el centro para cambiar de aula en cada asignatura. Los viernes solo tienen media jornada, por lo que terminan a las 12:20 h

Para llegar al centro debía coger un autobús urbano, la línea 39A, que tardaba una hora en llegar y luego caminar unos metros hasta las instalaciones.

Me han sorprendido gratamente las instalaciones de que dispone. Como miembro de un equipo educativo soy conocedora de las carencias de espacios en nuestros centros educativos. Aquí hay espacio para todo.

Se trata de un edifico de tres plantas, cada una diferenciada por un color, azul la planta baja, roja la planta primera y amarilla la segunda. En cada planta hay un despacho de uno de los vicedirectores. Posee dos entradas, una específica para los estudiantes y otra para visitantes, personal y alumnos que llegan tarde.

Hay 40 aulas distribuidas entre las diferentes plantas, aseos suficientes para el alumnado y personal en cada planta. En la planta baja se sitúa a la derecha la zona de administración, la cantina (debido a la incidencia de la pandemia se ha transformado en dos aulas denominadas C1 y C2, el gimnasio, vestuarios alumnado y centro de fitness y los talleres de la asignatura de Home economics. A la izquierda nos encontramos con la biblioteca (no operativa por la incidencia del COVID19), las escaleras y los diferentes talleres para la materias prácticas: art,graphics, technology,construction,Wood y engineering,  de forma intensa todos muy espaciosos y muy bien dotados.

Me ha llamado poderosamente la atención la zona dedicada al alumnado autista ASD Unit, se denomina el corazón del colegio The Croí Centre, se compone de dos aulas, habitación multisensorial, habitación del bienestar, habitación para educacional, duchas, despachos, cocina y el jardín multisensorial. Cada aula admite un máximo de 6 alumnos lo cual permite trabajar intensamente con cada alumno sus necesidades específicas y retos que se planteen. Como centro inclusivo el alumnado se mueve libremente por todas las zonas y asiste a clases convencionales siempre que sea posible.  Durante mi visita hemos estado conviviendo con algunos de estos alumnos. En el programa educativo se ofrece un amplio número de materias y niveles a medida de sus necesidades específicas. Durante mi estancia he tenido la fortuna de asistir a una de las clases en la que se preparaba una receta irlandesa “White soda bread recipe”, ayudamos al alumnado a preparar la masa, a hornearla y a saborear el pan con mermelada y una taza de té ( una de las fotos muestra ese momento). Con toda seguridad elaboraré este pan en España y me acordaré del corazón de Coláiste Pobail Setanta.  Uno de los alumnos me dibujó un retrato que me entregó al final de la clase.

Llama la atención el diseño de los laboratorios, las mesas de trabajo son similares a las nuestras con bancos de laboratorio con respaldo (más cómodos que los nuestros) y entre cada mesa con dos plazas se encuentra el fregadero con las tomas de agua y de gas.

Esta disposición permite a todos los alumnos ver la pizarra y al profesor y el espacio es multitarea, como aula y como laboratorio.

También la disposición de los pupitres en las aulas difiere de la más común en nuestro país, en fila de a uno o de dos, aquí de agrupan de cuatro en cuatro (tras la eliminación de restricciones COVID, el pasado mes de febrero), con algunas mesas de 6 para llegar a la ratio de 30 alumnos. Por supuesto el espacio disponible es mucho mayor que en nuestras aulas y permite un fácil movimiento por parte del profesor para chequear el trabajo del alumnado.

Durante mi estancia he asistido a multitud de clases, he tenido reuniones con la coordinadora de necesidades educativas especiales, con el equipo directivo, con el departamento de las TYICs.

He podido constatar que en lo fundamental no hay tanta diferencia, pero si en los medios de los que disponen, en el enfoque menos academicista de las materias y, muy importante desde mi modesta opinión, el comportamiento del alumnado en el aula. Es impecable, el respeto hacia sus profesores es notable sin que eso implique distancia y falta de cordialidad entre profesorado y alumnado. También el respeto hacia las instalaciones y todo lo que les rodea, es gratificante pasear por las instalaciones limpias, cuidadas, con las paredes adornadas, los aseos y zonas comunes impecables.

Con respecto al uso del idioma inglés, han sido dos semanas de inmersión brutal y muy fructífera. El primer día fue bastante duro, pero a medida que iba pasando el tiempo me sentía más cómoda y, al final de la primera semana, ya era una más en el centro educativo.

Como se puede ver por mis palabras, recomiendo al profesorado que salga de su zona de confort y solicite estas estancias. No se arrepentirán.